“Una vez más hago uso de estos medios para compartir algo no muy agradable. Hoy a la mañana en la puerta de la ferretería me abrieron el auto (reventando la cerradura del conductor) y abrieron el baúl”.
Así arranca un posteo en Instagram la cordobesa Candelaria Sturniolo, una joven discapacitada que quiso contar el dramático hecho de inseguridad del cual fue víctima y que tiene un alto impacto en su movilidad y su calidad de vida.
“Claramente su intención era robarme la rueda de auxilio pero al abrir el baúl se encontraron con una yapa, mi silla de ruedas. Sí señores, me robaron la silla de ruedas del baúl de mi propio auto”, remarca Candelaria.
“Las sensaciones que tengo son muy difíciles de explicar. Desde angustia, enojo, odio, resignación.. todo junto”, sigue.
Y luego hace un reclamo desesperado en su posteo: “¿A dónde mierda nos tenemos que ir a vivir para estar tranquilos? Para que carajos querés una silla de ruedas hermano? vos la vendés por dos mangos pero a mí me cagaste la existencia porque la necesito. La necesito para mi vida diaria, para trasladarme, para hacer cosas y poder desempeñar mi vida con un poquito más de normalidad”.
En el posteo remarca que las cámaras de seguridad que aportaron los videos no alcanzan para distinguir la patente del vehículo que participa del robo, que aparentemente es un Citrôen Berlingo con matrícula de las nuevas.
“Por favor les pido, si llegan a ofrecerles o publicar una silla de ruedas OTTOBOCK de aluminio súper livianita y con las ruedas desmontables, avísenme o denúncienlos porque es muy probable que sea la mía”, agregó ya que se trata de un modelo hecho a su medida.