Las tres cifras que muestran que, por ahora, pasó lo peor de la pandemia en Mendoza

Una mejora generalizada en los indicadores señala que el pico ya pasó. La duplicación de casos mejoró 13 veces y estiman que un 30% de la población ya tiene anticuerpos.

Las tres cifras que muestran que, por ahora, pasó lo peor de la pandemia en Mendoza
Imagen ilustrativa / Archivo

Los diversos indicadores de la pandemia de Covid-19 en Mendoza muestran una clara mejora, expresión de que lo peor ya pasó, al menos por ahora. Las autoridades consideran que el pico ocurrió en la semana epidemiológica 43, entre el 18 y el 24 de octubre, cuando los casos diarios rondaban los mil.

Después del cimbronazo, los contagios se apaciguaron para pasar a unos 500 diarios las semanas siguientes y actualmente se ubican en alrededor de 200. Otras variables muestran la misma tendencia.

La positividad, que tanto alarmó en algún momento, está a la mitad del máximo alcanzado. La proporción de positivos detectados sobre el total de testeos llegó a estar en 54%, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda un ideal inferior a 10%. Aunque lejos de alcanzarlo, se observa una mejora y se encuentra actualmente en 24%.

Otro tanto se aprecia con la duplicación de casos, que expresa el tiempo que demandaría a la infección duplicar los infectados totales detectados en un territorio determinado. El jefe del Departamento de Epidemiología, Gonzalo Vera Bello, destacó que esta se ubica en 160 días, es decir que se requerirían 4 meses para duplicar los poco más de 54 mil casos detectados hasta el jueves.

Para el experto, incluso podrían ser más días si se toma la influencia de la estación del año que, aunque no directamente, permite atenuar los contagios.

Se trata de más de 13 veces más de lo que requería en los peores momentos de circulación del virus Sars CoV-2, cuando en tan sólo 12 días podría haber sucedido.

Ya son varias las semanas con menos cantidad de testeos realizados por menor demanda. Llegaron a ser más de 2.000, mientras que el promedio de muestras de noviembre es de 1.179 con un promedio de 848 negativas.

Se expresó desde el inicio del mes y aunque por aquel entonces los especialistas preferían no hablar de tendencia, con el correr de los días y al considerar otros parámetros, se fue afianzando un escenario que da un respiro aunque se esté lejos de una victoria.

“Aparentemente está bajando el número de positivos”, destacó por aquel entonces Carlos Espul, coordinador de la Red de Laboratorios Públicos de Mendoza. “Hay que ser prudente para decir que estamos en una meseta. Para saber si esto puede establecerse como una tendencia habría que esperar al menos una semana más”, añadió el especialista.

Las tres cifras que muestran que, por ahora, pasó lo peor de la pandemia en Mendoza.
Las tres cifras que muestran que, por ahora, pasó lo peor de la pandemia en Mendoza.

El famoso R0

Este indicador está en este momento en 0,84. Se trata de un cálculo para determinar a cuántas personas puede contagiar un infectado. Es una cuarta parte del que se registraba al inicio de la pandemia. En la semana epidemiológica 13, que va del 22 al 28 de marzo, el indicador era de 3,20. Esto implica que cada infectado podía contagiar a más de tres personas y hoy, a menos de una.

Se asocia a la disminución del efecto contagio, ya que el virus tiene menos personas susceptibles de ser infectadas dado que una proporción ya se contagió y generó anticuerpos.

Desde el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes provincial señalaron que en el pico de la pandemia, el R fue de 1,08. Advirtieron que, según la Organización Mundial de la Salud, para tener una pandemia controlada debe ser de 0,6 y la duplicación de casos de 25 días con una curva descendiente. En este segundo punto la provincia está seis veces mejor.

Se trata, además, de un cálculo complejo en el que inciden diversas variables: población expuesta, tasa de contagio, tasa de transmisibilidad, tasa de fallecidos y periodo de estado incubación de la enfermedad.

Multicausal

Hay diversos factores que inciden en esta mejora de los índices, aunque hay que recordar que el virus sigue circulando y no deben relajarse los cuidados. Por otra parte, ya se conoce el impacto de la segunda ola en Europa y Argentina no está exenta.

La ministra de Salud, Ana María Nadal, explicó que de acuerdo a los cálculos que contemplan, a quienes se detectaron como infectados y quienes lo estuvieron sin haber sido detectados, se estima que alrededor de 30% de la población de Mendoza ya estuvo en contacto con el virus y desarrolló inmunidad.

Estas personas se encuentran en la franja etaria de mayor movilidad, ya que quienes tienen más riesgo han permanecido más tiempo en aislamiento.

“Esto tiene que ver con el número de susceptibles (quienes no tienen defensas)”, coincidió Vera Bello. “A principios de marzo eramos el 100% de la población y ahora se redujo”, agregó el jefe de Epidemiología.

Advierten que cuando se sale a hacer abordajes por los barrios encuentran personas que ya no tienen el virus, han presentado síntomas y tienen anticuerpos.

“Hacemos tests en terreno, uno con test de antígenos y otro con el pinchazo en el dedo (de seroprevalencia) y encontramos casi la misma cantidad que ya han pasado la enfermedad. Además las consultas en los centros de salud han disminuido”, subrayó el funcionario.

Aunque no se trata de un virus estacional, las temperaturas más elevadas juegan a favor: se ventilan más los ambientes (medida estratégica de prevención), las personas tienden a reunirse más en espacios abiertos (de hecho, el Gobierno autorizó las reuniones sociales de hasta 15 personas al aire libre) y las gotículas de fluidos que pueden contener el virus se evaporan más rápidamente.

Por otra parte, gran parte de las personas ya han incorporado a su rutina las medidas preventivas recomendadas, como uso adecuado del barbijo, distancia interpersonal e higiene de manos.

“Tenemos una bonanza epidemiológica y es una gran cosa. Hay que respetar las medidas de salud pública y evitar aglomeraciones de gente con conductas irresponsables”, subrayó Vera Bello, para advertir que el panorama permite más tranquilidad pero no hay margen para tropezones. Aunque es impredecible, puede suceder que con mayor movilidad se contagien personas con factores de riesgo y haya complicaciones y fallecidos.

La semana terminó con menos fallecidos

Otro dato alentador es que esta semana Mendoza tuvo un notorio descenso en los fallecidos por Covid-19, que fue de más de la mitad del promedio que se registró en las anteriores.

Entre el jueves 20 y el 27 fueron 41 los informados mientras que las semanas anteriores de este mes fueron 82, 133 y 84.

Hay que considerar que al haber menos casos puede haber menos fallecidos pero muchos de ellos estaban internados desde antes. Según datos de la sala de Situación de Nación el promedio de días transcurridos desde el inicio de los síntomas y el fallecimiento es de 12.

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