Muchos son los cuidados y recaudos que hemos tenido que aprender desde la aparción del Covid-19. Las nuevas variantes, las formas de contagio, y los cuidados posteriores siguen siendo un tema a tener en cuenta.
Una nueva investigación planteó preguntas sobre la distancia en que viajan las gotas que expulsamos cuando tosemos o estornudamos y en qué momento de ese viaje se vuelven inofensivas y descubrió que podrían viajar hasta 60 metros antes de que el virus que transportan quede desactivado. Esto equivaldría aproximadamente a media cuadra.
Al estornudar o toser las gotas que salen de nuestra boca pueden ser pesadas o livianas. Las primeras caen el piso y es poco probable que contagien a otra persona, en cambio las más pequeñas y livianas pueden seguir dos caminos: o se evaporan rápidamente y se vuelven inofensivas o viajan más lejos y son capaces de producir un contagio.
Una investigación reciente de expertos del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico del Departamento de Energía de EE.UU. (PNNL, por sus siglas en inglés) detectó que en esta última de las posibilidades las partículas respiratorias microscópicas pueden permanecer húmedas y en el aire durante períodos de tiempo más prolongados y viajar más lejos de lo que se pensaba anteriormente.
Las estimaciones del grupo científico indicaron que las gotas que viajan en moco podrían permanecer húmedas hasta 30 minutos y viajar hasta unos 60 metros, o sea, casi una cuadra de distancia.