Un grupo de personas solidarias de Tupungato puso manos a la obra los primeros días de julio frente a distintas situaciones de hambre, pobreza y desempleo que se repiten y que trajo aparejada la pandemia de Covid-19. En este caso afecta a un sector de Loteo Moyano.
En plena intemperie -ni más ni menos que en el precario terreno de una mamá del barrio- bomberos voluntarios junto a vecinos del sector y algunos comercios y entidades empezaron a convocar a los chicos para ofrecerles la merienda todas las tardes.
Al frío de estos días se suma al creciente desempleo que dejó a familias sin changas ni ingresos y, por consiguiente, numerosos niños que no cubren sus cuotas alimentarias diarias.
Fue así que panificadoras y comercios ofrecieron algunas donaciones de pan, yerba, té, café y leche y se fundó, casi de manera espontánea, el merendero “Don Charly”, en reconocimiento al jefe de bomberos voluntarios de Tupungato, Carlos Félix, un vecino que suele hacer cruzadas solidarias en distintos sectores de la ciudad.
“La pobreza no da tregua y las necesidades son crecientes. Un total de 50 niños comenzó a acercarse al merendero de manera improvisada, aunque en total asistimos a diario a 350 chicos”, comentó.
Sostuvo que los efectos de la segunda ola dejan consecuencias devastadoras en las zonas más marginadas, entre ellas Gualtallary, La Ripiera y Dubois, además de Loteo Moyano.
“El invierno pega fuerte y, si bien en esta zona comenzaron con las tareas de poda, es ‘pan para hoy y hambre para mañana’, no hay continuidad ni estabilidad”, sostuvo Félix, para señalar que, como siempre sucede, estas consecuencias se padecen aún más entre los que menos tienen.
En cuanto al flamante merendero, uno de los miles que han abierto en esta cuarentena, agregó: “Lo encabezan manos solidarias y mamás que sufren en carne propia las mismas necesidades”.
En ese sentido, valoró y agradeció el gesto de Pilar Pizarro, mamá de cinco niños, que puso a disposición su humilde propiedad para congregar a los chicos todas las tardes. “Es que, en general, son los pobres quienes ayudan a los pobres”, fundamentó.
En cuanto al origen de la iniciativa, Félix sostuvo que se inició porque comenzaba a observarse más que nunca el dramático escenario del hambre. “Sin embargo, a decir verdad, más allá de provisiones para la comida, que es algo básico, nos hace falta desde vajilla hasta bancos, mesas y sillas, además de alimentos no perecederos, ropa, calzado, frazadas”, enumeró.
Por eso hizo un llamado a la solidaridad para todas las personas de Mendoza que puedan acercar distintos elementos y así lograr que el merendero se transforme en un espacio digno y calentito.
“Todo lo que mencioné será bienvenido, de la misma manera que materiales de la construcción. Hace frío y los chicos están afuera”, insistió.
Finalmente, el comandante Carlos Félix manifestó que el cuerpo de bomberos voluntarios que preside está a punto de obtener su personería jurídica, trámite fundamental para continuar operando adecuadamente.
Cómo ayudar
Quienes puedan ofrecer sus donaciones deben llamar al teléfono 2622-22-2963 (Carlos Félix) o bien acercarlas a Correa s/n, club Juvenil o calle Real Club El Peral.
Acción Social advierte que la asistencia está intacta
Ni Mendoza ni Tupungato escapan a la crisis económica sin precedentes que se vive en todo el país y que ha dejado más pobreza y desempleo, señalaron a Los Andes voceros de Acción Social de ese municipio.
Por lo tanto, agregaron, la apertura de merenderos improvisados, precarios y, en algunos casos, temporarios resultan moneda corriente.
“Nosotros asistimos y acompañamos a todos los grupos solidarios que se acercan a pedir asistencia”, aclararon desde la comuna, y señalaron que en el caso de bomberos voluntarios es necesario que cuente con la personería jurídica correspondiente para rendir la ayuda.