Las elefantas Pocha y Guillermina viajarán a un santuario de Brasil a fin de mes

Una vez que lleguen los camiones, las trasladarán al vecino país donde continuarán viviendo en un sitio adecuado a sus necesidades. Sus nuevas “jaulas” tendrán entre 40 y 400 hectáreas.

Las elefantas Pocha y Guillermina viajarán a un santuario de Brasil a fin de mes
La próxima semana trasladarán a Pocha y su hija Guillermina. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Las elefantas Pocha y Guillermina, de 52 y 23 años respectivamente, del ex zoo provincial pronto continuarán su vida en un santuario de Brasil. Por ahora, el gobierno prepara las últimas adaptaciones de los contenedores que las transportarán y la próxima semana todo estará listo para su traslado. Así, las dos hembras asiáticas que son madre e hija cambiarán drásticamente su hábitat por uno más adecuado a sus condiciones y tamaño.

Este traslado ocurre en el marco del Plan de Derivación de Animales de la Dirección Ecoparque Mendoza que les permitirá a ambas ir a vivir al Santuario de Elefantes Brasil (SEB). Este destino, de gran reconocimiento internacional, cuenta con ambientes naturales adaptados para mejorar y garantizar la calidad de vida de los elefantes, además de un equipo humano y profesional altamente calificado y las infraestructuras necesarias.

Vale recordar que su traslado, que estaba pensado para fechas anteriores se vio demorado por varios factores, entre ellos la Pandemia y el cierre de las fronteras internacionales, pero también los días de frio que dificultaron el entrenamiento de los animales para poder adaptarlas al largo viaje que tienen por delante.

De esta manera, desde que Mariana Caram asumió la dirección del Ecoparque -dependiente de la secretaría de Ambiente- han sido reubicados 1300 animales. De ellos aproximadamente 1200 fueron dados en adopción y 100 silvestres trasladados a santuarios u otros centros especializados. Todavía restan entregar 500 en adopción y quedan un poco más de mil de fauna silvestre con en tratativas para definir su derivación.

El proceso de derivación

Cabe destacar que el proceso de derivación cuenta actualmente con toda la documentación y certificación de carácter nacional e internacional para hacer efectivo el traslado. El secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance, declaró: “Hoy estamos dando un gran paso en el proceso de derivación de los animales hacia nuevos hogares que cumplan con los requisitos necesarios para que tengan una vida digna como se merecen. Hoy estamos haciendo los últimos ajustes en el acondicionamiento de los contenedores, ya que el próximo jueves llegarían los camiones para efectivizar el traslado de Pocha y Guillermina”.

Y agregó: “Es muy importante destacar que el Santuario se hace cargo de los gastos para trasladar ambos ejemplares y nos ofrecen estos contenedores especiales y camiones que son de su propiedad, para concretar la logística de traslado. Todo este financiamiento fue conseguido por el Santuario bajo la modalidad de crowdfunding gracias a la colaboración de personas y asociaciones de todo el mundo que tienen un interés común: el bienestar de estos animales”. Por tratarse de un traslado internacional, las gestiones administrativas involucran a ambas naciones latinoamericanas, por lo que ha sido indispensable contar con el compromiso y la predisposición de las autoridades estatales de ambos países.

“La directora, junto con el Concejo Consultivo y con el equipo de cuidadores y especialistas nacionales e internacionales, vienen trabajando con mucha dedicación y profesionalismo para preparar la partida de estos dos ejemplares que muy pronto vivirán en la naturaleza pura que ofrece el Santuario del vecino país. Luego concluiremos con el traslado de los dos ejemplares restantes que habitan actualmente en el paseo”, afirmó Mingorance

Pocha y Guillermina concluyeron de forma exitosa con el período de cuarentena, que además fue supervisado por el Senasa, dando cumplimiento con los protocolos sanitarios correspondientes”, comentó la directora del Ecoparque, Mariana Caram.

Los contenedores para elefantes

Las cajas de traslado han sido diseñadas y construidas especialmente con características y materiales para el transporte de elefantes en cumplimiento con las reglamentaciones internacionales. Tiene un peso aproximado de 5 toneladas y sus medidas son 5 metros de largo, 2 metros de ancho y 3,20 metros de altura, lo que permitirá a Pocha y Guillermina viajar de manera cómoda y segura. Cuentan con una cámara para monitorear al elefante y evaluar su estado minuto a minuto.

Asimismo, posee bandas de soporte para sostener al animal en caso de que desee descansar durante el traslado. Es de destacar el sólido apoyo técnico que a lo largo de estos cuatro años han prestado la Fundación Franz Weber (FFW) y el Santuario para hacer un seguimiento exhaustivo de la situación de los animales, tanto en lo que respecta a su bienestar integral como a su salud física, para prepararlos para su adaptación óptima al nuevo espacio.

Las condiciones de cautividad en las que han crecido las elefantas, según informaron desde el gobierno, no se trata solo de una cuestión de dimensiones espaciales sino del clima impropio de Mendoza para las especies involucradas, que en invierno sufren las bajas temperaturas a pesar de los sistemas de calefacción que se han habilitado especialmente para ellos. A pesar de recibir atención veterinaria, los elefantes en cautiverio sufren ampliamente la falta de libertad, movimiento, interacción con congéneres, lo que los hace más propensos a desarrollar obesidad, artritis, problemas en las patas y trastornos reproductivos y psicológicos. Además, pueden desarrollar una variedad de comportamientos anormales, como balanceo estereotípico.

Conociendo esta realidad, la Dirección Ecoparque Mendoza se ha ocupado en los últimos cuatro años de evaluar la mejor alternativa para ofrecerles a estos animales condiciones de vida óptimas en un nuevo destino y, al mismo tiempo, mejorar su calidad de vida en el predio todo lo posible hasta tanto se produzca su derivación.

El Santuario donde viajan las elefantas

SEB es una organización sin fines de lucro que ayuda a transformar las vidas y el futuro de los elefantes cautivos en América del Sur. Su origen se remonta a 2012, a partir de la alianza internacional entre Elephant Voices y Scott Blais, cofundador de The Elephant Sanctuary en Tennessee, EEUU. Esta alianza dio lugar a Global Sanctuary for Elephants, que en 2013 sienta las bases de la Asociación SEB en suelo brasileño.

El Santuario obtuvo la habilitación de operación por parte del gobierno brasileño en 2018. Recientemente certificó estándares de excelencia por parte de The Global Federation of Animal Sanctuaries, convirtiéndose en la única institución latinoamericana con este prestigioso aval.

Los elefantes se benefician considerablemente en la nueva ubicación, ya que el área de distribución original de la especie se encuentra en latitudes similares a las cuales se encuentra SEB. El Santuario presenta un bioma apropiado para la especie, posee recintos completamente naturales disponiendo de matorrales y áreas abiertas cubiertas de vegetación. Cada recinto tiene dimensiones muy amplias (entre 40 y 400 hectáreas cada uno). Allí se les proveen dietas excepcionales a los animales y tienen atención veterinaria de alta calidad durante toda su vida. En los recintos internos la temperatura está controlada en un valor constante todo el año y los animales tienen libre acceso a ellos.

Se valora positivamente que el Santuario es una instalación diseñada para satisfacer las necesidades individuales y específicas de los elefantes que han permanecido cautivos, posibilitando una nueva vida en ambientes naturales y en convivencia con otros congéneres.

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