La temporada de verano 2022 – 2023 comenzó hace poco menos de un mes y, luego de varios años en que las restricciones por la pandemia de Covid-19 marcaron el ritmo, las flexibilizaciones en los requisitos para ingresar a Chile volvieron a convertir a las playas del Pacífico en una alternativa para mendocinos.
Entre la previa de Navidad y la primera quincena de enero, cruzaron de Mendoza a Chile por el Paso Internacional Cristo Redentor casi 112.000 personas, de acuerdo a los datos aportados por la Coordinación Argentina del Sistema Integrado.
Los datos corresponden al periodo comprendido entre el 23 de diciembre y el 16 de enero y, exactamente fueron 111.656 personas las que salieron de Argentina por el complejo Roque Carranza (Horcones, Argentina) para ingresar a Chile por Los Libertadores en esos 25 días.
A los ya clásicos destinos de la costa chilena –Valparaíso, Viña del Mar, Reñaca, Concón y La Serena-, este verano se han sumado más y novedosos destinos para los mendocinos que cruzan la Cordillera de los Andes para descansar en la costa del Pacífico. Y la playa Las Cujas, ubicada en Cachagua (entre Maitencillo y Zapallar) es una de las que, poco a poco, van descubriendo más mendocinos.
Conocida como “el Caribe chileno”, Las Cujas llama la atención por el color y la calidad de cristalina del agua del mar, así como también por el entorno de riscos, árboles de gran tamaño y vegetación que rodea a la playa. De hecho, para acceder a la costa hay que bajar a pie por unas extensas y laberínticas escaleras. El detalle es que, más allá de esa apariencia de playa caribeña, el agua mantiene el rasgo distintivo del Pacífico chileno: es más bien fresca para darse un chapuzón (salvo en días de mucho calor).
Cuáles son los atractivos de la playa Las Cujas
Ya desde los miradores, la vista de playa Las Cujas es realmente imponente. La extensión de verde pasto –tipo pradera- que se extiende desde la vera de la ruta 60 chilena y que llega a su fin de forma repentina para dar lugar a un risco de caída libre, sumado al azul y verde intensos del mar que se mezcla con el horizonte son un espectáculo digno de postal.
Algunas casas –lujosas- ubicadas sobre las laderas y las piedras que encierran al agua en una especie de pileta natural completan el paisaje.
Paisajísticamente, la playa es imponente y encantadora. Como desventajas, sobresalen que no tiene mucha arena –es más bien una playa rocosa- y la temperatura del agua, que tampoco puede compararse demasiado con las playas caribeñas y sus mares templados. Pero, en días de mucho calor, vale la pena disfrutar del mar, sobre todo porque no es tan frío como en las playas más tradicionales y frecuentadas los mendocinos (Viña y Reñaca).
Al bajar las escaleras –lo que lleva a que a la playa solamente se pueda llegar a pie, un dato positivo en lo que a evitar contaminación se refiere-, el visitante se encuentra con un entorno de bosque, mezclado con playa. La tupida y verde vegetación y los altos árboles permiten hacer largas caminatas para relajarse, siempre con el sonido y el paisaje de mar frente a los ojos. Y siempre es un buen momento para sentarse a descansar sobre alguna de las grandes piedras a despejarse con la mente en blanco y la vista clavada sobre el vaivén de las olas.
Otro de los atractivos de Las Cujas es la posibilidad de completar una caminata tranquila, de más de una hora y que se completa entre las piedras, con puentes de madera incluidos. La travesía permite unir la playa con una especie de islita que se encuentra un poco más metida en el mar, y donde también predominan los altos árboles, los riscos rocosos y los miradores para detenerse a disfrutar de ver cómo el mar se cuela entre las piedras y sus recovecos.
Cómo llegar a Las Cujas
Desde Mendoza, para llegar a esta paradisíaca playa ubicada entre Zapallar y Maitencillo, el camino es el tradicional hasta llegar a Los Andes (ya en Chile). Por la Ruta 7 argentina y el corredor internacional se completa la conexión hasta Chile, y ya del lado chileno se recorren los clásicos caracoles.
Pasando Guardia Vieja y antes de llegar a la ciudad de Los Andes por la ruta 60, hay que tomar la vinculación con la renovada traza de esta ruta, para evitar ingresar a Los Andes por el viejo camino.
Luego hay que continuar por la ruta 60 hasta que empalma con la 5 (la equivalente a la 40 argentina, ya que atraviesa todo Chile de Sur a Norte) y seguir por esta autopista hasta la zona de El Blanquillo. En ese momento hay que abandonar la ruta 5 para salir por la E-46 que lleva hasta Laguna de Zapallar vía Catapilco. Y ya llegando a Laguna, hay que volver a tomar hacia el norte por la ruta E-30-F. Esta es la ruta costera que le permite a los viajantes ir disfrutando de los paisajes marinos al costado de la vía, y es también la ruta que tiene a los riscos a su costado.
Desde Mendoza hasta Cachagua y la playa Las Cujas hay 397 kilómetros, que se pueden completar en poco más de 6 horas (ello sin contar la posibilidad de grandes demoras para ingresar a Chile).
Otra recomendación es la de llevar pesos chilenos en efectivo para pagar peajes en las rutas trasandinas. Hay que calcular, aproximadamente, 10.000 pesos chilenos (cerca de 4.500 pesos argentinos).
Paso a Chile: cruzan al vecino país casi 4.500 pasajeros por día
Según destacaron desde la Coordinación Argentina del Paso Cristo Redentor –al menos en estos primeros 25 días de la temporada de verano- ingresaron a Chile desde Mendoza un promedio de 4.400 personas diarias, mientras que en el mismo período ingresaron a Argentina por Horcones 3.500 pasajeros por día.
Frente a los 111.656 viajantes que pasaron a Chile entre el 23 de diciembre y el 16 de enero, cruzaron a Argentina en ese mismo lapso 84.644 personas. Los días con mayor entrada de pasajeros a Chile fueron el lunes 16 de enero (7.284 personas), el martes 3 de enero (6.976 personas) y el miércoles 4 (6.257 personas).
Entre los datos más llamativos en las estadísticas, se destacan los pocos viajantes que pasaron a Chile el 31 de diciembre (último día del 2022). En total, cruzaron a Chile 2.299 personas. Esto tuvo que ver con que, a partir de las 14 de ese día se cerró el Paso por pedido de las autoridades chilenas, ya que del otro lado de la cordillera se registraron intensas lluvias.