La vuelta a las aulas reincorporó a miles de alumnos “desconectados” durante 2020 en Mendoza

A un mes del inicio de clases, estudiantes que se retrasaron el año pasado por no contar con tecnología o conectividad ahora acceden a contenidos impresos o digitalizados en las escuelas. La inasistencia es baja.

La vuelta a las aulas reincorporó a miles de alumnos “desconectados” durante 2020 en Mendoza
Desde la DGE afirman que la presencialidad ha mostrado en este primer mes que hay poca inasistencia, tanto de estudiantes como de docentes. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

A un mes del comienzo de clases en las escuelas de Mendoza, en el marco de la pandemia por el coronavirus se plantean algunos interrogantes. ¿Se lograron superar las barreras impuestas por la falta de tecnología durante el ciclo lectivo anterior? ¿La modalidad mixta (presencial y a distancia) logró compensar lo que no se pudo alcanzar durante 2020? ¿Qué viene para los próximos meses?

Estos interrogantes y algunos otros probablemente sean los que comparten miles de padres y madres de los estudiantes mendocinos. Pero, seguramente, también son las inquietudes de los docentes que durante el año pasado experimentaron la educación a distancia como pudieron.

Graciela Orelogio, subsecretaria de Educación de la Dirección General de Escuelas (DGE) hizo un balance de lo transcurrido durante el ciclo lectivo 2021 y contestó algunas de las preguntas planteadas, destacando que el reencuentro de la presencialidad trajo alegría, por el refuerzo del vínculo.

En este sentido, la vuelta a la presencialidad hizo que muchos “desconectados” -aquellos estudiantes que por carencias tecnológicas no pudieron acceder a sus tareas- durante 2020 volvieran a reencontrarse con los contenidos. “Todo el sistema sabe que la presencialidad es muy importante porque no sabemos cómo será el futuro. Pero hay alegría y es un sentimiento que compartimos los docentes, los estudiantes y los funcionarios”, dijo Orelogio.

Es importante recordar que a través de la Red de Apoyo a las Trayectorias Escolares (RATE) se amplió el acceso a la conectividad de aquellos estudiantes que no contaban con esta herramienta. En 2020 se repartieron más de 5.000 soluciones digitales, entres celulares, netbooks y módems. A eso se suman 110 puntos wifi de conectividad en todo el territorio provincial.

En mayo del año pasado Los Andes publicó que, según estimaciones del propio gobierno escolar, en Mendoza eran 37.000 los chicos sin acceso a internet para hacer las tareas.

Reconexión

Respecto de la aplicación de la tecnología en las escuelas con el regreso a las aulas, la subsecretaria de Educación comentó que este año la virtud de la presencialidad es que los chicos pueden bajar en la escuela el PDF con el material educativo y luego llevarlo en sus celulares. Otros, que no tienen tantos recursos tecnológicos, pueden imprimir el material en la escuela con fondos creados para este fin y de esta manera no se pierde el contacto del chico con la institución.

De todas maneras, para la funcionaria de la DGE la presencialidad ha mostrado en este primer mes que hay poca inasistencia, tanto de estudiantes como de docentes, salvo en aquellos casos en que hay sospechosos o  vínculos con pacientes de Covid-19. Esto ha permitido compensar las carencias que se presentaban, por ejemplo, en el acceso a la tecnología.

“Hay poca inasistencia de los chicos salvo con los casos sospechosos y con los que deben realizar aislamiento. Pero los chicos están yendo a la escuela; hay poca inasistencia docente, no hay grandes pedidos de licencia más allá de los que se enferman o pasan a aislamiento por caso sospechoso o contacto directo con caso sospechoso”, señaló Orelogio.

Agregó que, si bien pensaban que el protocolo podía llegar a ser una complicación durante este primer tramo del año, lo cierto es que se han sorprendido por su aplicación, principalmente en el ciclo inicial y en primaria. Por esta razón, la funcionaria rescató la labor de docentes y equipos directivos para que los recaudos apropiados se cumplan.

“Es desgastante, lo sabemos, pero como evaluación entre el costo y beneficio sabemos que termina valiendo la pena la presencialidad. Los chicos con trayectorias débiles, por ejemplo, han recuperado mucho de lo que no pudieron hacer el año pasado”, agregó.

De todas maneras, Orelogio reconoció que en la secundaria cuesta más el cumplimiento. “Son adolescentes y a las reglas hay que transgredirlas; todos tuvimos esa edad. Cuesta el mantenimiento del protocolo pero así y todo funciona. Para mí es positivo total y absolutamente”, dijo.

Volver a los inconvenientes

Orelogio admitió que si hay un regreso a la educación a distancia se volverá a los inconvenientes del año pasado. De todas formas, dijo que se va hará “un poquito mejor que el año pasado”. “Lo que nos dejó 2020 es que no aprender nada es prácticamente imposible. Pero si hubo chicos que estaban tan poco conectados con su aprendizaje que éste se vio cortado o interrumpido. Ahora estamos con el Mendoza Educa mejorando la conexión dentro de las escuelas para trabajar con los chicos que tienen mayores problemas de este tipo y darles alguna conectividad”, explicó la subsecretaria de Educación .

Por otro lado, dijo que el regreso de los chicos con trayectorias débiles a las escuelas mostró que la falta de conectividad era lo único que les impedía demostrar a la institución cuánto habían aprendido. “Hay casos de mucha inasistencia de algunos estudiantes que no estuvieron conectados y estamos trabajando chico con chico. Supervisoras y profesoras están trabajando con ellos para acompañarlos en todos los formatos que podamos con recursos propios, con virtualidad o presencialidad, y ayudándolos realmente. Hay que transitar 2021 y evaluar por lo menos a mitad de año cómo estamos”, remarcó Orelogio.

La funcionaria de la DGE señaló que, de todas formas, creen que no va a haber un regreso a fase 1, entendido como un cierre total y absoluto de todo. De todas maneras, están mejorando el wifi en las escuelas porque eso va a permitir que los estudiantes sigan manteniendo esos puntos para poder acercarse sin amontonarse y cumpliendo los protocolos con escolaridad no presencial. “La conectividad es un tema que todo lo que se diga hoy tal vez mañana no esté.  Vamos trabajando día a día con las escuelas y donde no haya conectividad vamos a asegurarnos de que el material llegue en papel”, advirtió.

Un cambio en las relaciones

La subsecretaria de Educación, Graciela Orelogio, comentó que en los primeros años costó que los estudiantes establecieran relaciones interpersonales, sobre todo por el poco contacto que tuvieron el año pasado. “Vimos alegría en el trato de los docentes con los estudiantes, pero costó que los más chicos hablaran con sus compañeros. Sobre todo en los primeros años y en la sala de 5 años. En segundo grado fue similar”, apuntó.

También pasó con los estudiantes de primero porque no hicieron adaptación al formato primaria y porque pasaron de sala de 4 directamente a la escuela primaria. “Costó más durante los primeros días”, remarcó la funcionaria.

En tanto, para la secundaria dijo que los primeros años tuvieron la oportunidad de realizar ambientaciones y que en esos casos llegaron a la escuela a restablecer el vínculo y el primer dia de clases ya tenían algún contacto entre ellos, o el preceptor ya había hecho un grupo de WhatsApp, por ejemplo. “Tuvieron días que vinieron bien porque fue mucho más conocer el edificio y contaron las experiencias de la pandemia para poner en común cómo habían pasado el año en pandemia”, cerró Orelogio.

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