La variante Delta, que el mundo sigue de cerca por las consecuencias que tiene sobre las condiciones epidemiológicas de la pandemia, está teniendo un particular impacto en niños y adolescentes.
Así lo observan en Estados Unidos, donde las hospitalizaciones de este grupo etario crecieron drásticamente en las últimas semanas con esta mutación con circulación predominante.
De acuerdo a la evaluación que hacen las autoridades sanitarias, los ingresos de niños y adolescentes por Covid-19 a los hospitales han alcanzado un máximo histórico y superado así el récord registrado en enero. Más aún: la tendencia es al ascenso.
La última semana de julio, se informaron casi 72.000 nuevos casos de coronavirus en ese grupo etario. Es casi el doble de lo registrado la semana previa: 38.654. Y más que la anterior, cuando se notificaron 23.551, según datos de la Asociación Americana de Pediatría.
De todas formas, se mantiene como el grupo con menor registro de casos. No es que esto haya cambiado pero sí hay una mayor incidencia y tendencia a presentar más casos graves.
El gobierno argentino aún no ha informado que circule Delta de manera comunitaria, tampoco en Mendoza, pero hay casos en algunas provincias. Sin embargo, tal cual se ha observado en otros países, ha sido la gran responsable de los rebrotes mientras que se vuelve rápidamente predominante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que esta mutación representa más de tres cuartas partes de los nuevos casos de Covid en muchos países y estimó que será predominante en todo el planeta en los próximos meses.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) la semana pasada se recibieron 203 pacientes de hasta 17 años con Covid a diario en los hospitales de ese país. Se trata de un aumento de 21,4% respecto de la semana previa. Sostienen que la variante es tan contagiosa como la varicela y su predominio puede expresarse en números: pasó de ser 3% de los casos a representar más del 93%.
Factores
El doctor Sergio Saracco, director del Observatorio de Salud Pública de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo, dijo que este mismo cuadro se está apreciando en Europa. Por ello, los especialistas sostienen que hay que mantener los resguardos ya que es inminente una tercera ola y se cree inevitable que esta variante circule en el país las próximas semanas. En el interín hay que ampliar la vacunación a la mayor población posible, aunque en Argentina, de esa edad sólo está habilitada para chicos de entre 12 y 18 años con comorbilidades.
Aunque con mayor o menor eficacia frente a la nueva variante, de algún modo los vacunados están evadiendo el impacto. Por el contrario, este recae sobre quienes no han sido vacunados. En Estados Unidos aún no son inoculados los chicos menores de 12 años y el alcance es bajo en adolescentes.
“Es porque se desplazan las edades porque ya se ha vacunado a mayor edad y el virus busca huéspedes desprotegidos”, apuntó la doctora Ana Houdek, directora de la Regional Centro de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Ese es uno de los factores que puede estar influyendo en la situación. Sobre el tema, Saracco recordó que en las Unidades de Terapia Intensiva entre 80 y 90% son personas que no han sido vacunadas.
Otro elemento que impacta es que a la variante Delta se le atribuye hipertransmisibilidad y según el caso, escape inmune, esto es, la posibilidad de evadir la respuesta del sistema de defensas del organismo.
Infobae refiere lo que observan en Arkansas Children’s, el único sistema hospitalario pediátrico en Arkansas. Se hace eco del relato de la doctora Jessica Snowden, jefa de enfermedades infecciosas pediátricas del hospital quien dijo que los chicos que terminan internados no están vacunados y que los últimos días han llegado más que en otro momento de la pandemia. El año pasado, ella y sus colegas consideraban un mal día aquel en el que tenían de 5 a 7 niños con Covid. Ahora cuidan de manera rutinaria a 20 o 30, de los cuales, casi la mitad, tienen menos de 12 años.
Pero además, se incrementaron las actividades. El año pasado, las clases presenciales se suspendieron y hubo aislamiento.
“Ahora los padres están vacunados, pueden infectarse en sus trabajos y sin saberlo pueden contagiar a sus hijos en la casa”,dijo el médico, especialmente en relación a asintomáticos o con síntomas leves. “Incluso, como los chicos son más asintomáticos, pueden contagiarse en la escuela”, agregó.
Los médicos norteamericanos expresan también que los cuadros son más graves, los chicos llegan en peores condiciones respiratorias. Por ello las internaciones se alargan y en muchos casos la mitad de quienes terminan en UTI requiere respirador.
“No es que sean más cuadros graves sino que al haber más infectados la cantidad es mayor”, consideró Saracco. Incluso dijo que podría ser peor si los niños no tuvieran una mejor protección debido a su sistema inmunológico.
Argentina evalúa vacunar a chicos de más de tres años
Argentina avanza en la evaluación de experiencias de otros países con la intención de obtener evidencia para vacunar a chicos de entre 3 y 12 años para los cuales aún no cuenta con un inoculante aprobado. Para ello, está considerando el desarrollo chino Sinopharm.
En ese marco, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, se reunió el martes con investigadores de los Emiratos Árabes Unidos que ya la está usando en niños y adolescentes.
“Si bien los niños, niñas y adolescentes por lo general presentan la enfermedad Covid-19 en forma leve, es clave avanzar en su protección individual que va a redundar en un beneficio indirecto en poblaciones de mayor edad que presentan más riesgo de complicaciones y muerte”, explicó la ministra.
