Desde el inicio de la pandemia de Covid-19, hace tres años, a la actualidad los promedios de vacunación contra el coronavirus van en caída a nivel nacional y de la misma manera se presenta en Mendoza.
Los datos del Monitor Público de Vacunación hablan por sí solos: En la provincia 1.757.721 se vacunaron con la primera aplicación de la vacuna, mientras que el nivel se mantuvo con la segunda dosis, con 1.575.625, de ahí en más, hasta la quinta, los números empiezan a derrumbarse con los refuerzos. De acuerdo con los datos que actualiza el sistema de salud nacional, 924.937 se colocaron el primer refuerzo, 338.833 la segunda dosis y la tercera es muy inferior, con 101.955. Alrededor del 30 % en relación al número anterior se colocó el tercer refuerzo.
Desde la provincia explicaron que desde este año dejaron de contabilizar las cifras de vacunación, tarea que realiza el Monitor Público. La tendencia descendente se da a nivel provincial y nacional, con varias causas que explican y que hacen esperable que cada vez menos personas asistan a los vacunatorios, teniendo en cuenta que cambiaron los lineamientos de la obligatoriedad darse los refuerzos cada seis meses y quiénes deben vacunarse cada año. Siendo estos últimos, los menores de 50 años y quienes no cuenten con factores de riesgo.
El Jefe de Inmunología del Hospital Central, Enrique Barimboim, analizó que ante la baja tan importante de los casos desde el verano pasado, “hay una falsa seguridad de que no hay coronavirus, esto es un error porque el virus continúa circulando con una menor incidencia, más hoy que hay otros virus respiratorios en prevalencia”. El brote de este año es del virus sincicial respiratorio (VSR).
Barimboim también consideró que al cambiar la estrategia de vacunación, poniendo el foco en las personas mayores de 50 años o menores pero con enfermedades de base, también generó preguntas de pacientes en el consultorio, quienes “se muestran reticentes a aplicarse nuevas dosis”.
“Yo le recomiendo a los pacientes sanos, de menos de 50 que se apliquen una dosis al año porque hay nuevos estudios que están hablando de que la inmunidad, es decir el efecto de la vacuna, puede durar un poco más de tiempo”, explicó.
Cambio en la estrategia de vacunación
Con el fin de la emergencia de Covid-19 y al ser considerada una enfermedad como la gripe, se le ha perdido atención y hay “hasta un rechazo psicológico de la palabra coronavirus, nadie quiere hablar por el impacto emocional que genera y por todo lo que hemos vivido, pero no debemos bajar la guardia y dejar de vacunarnos con las dosis que existen hasta el momento y siguiendo las recomendaciones”, advirtió el médico inmunólogo Miguel Lisanti.
Lisanti, quien está especializado en alergias, opinó que el anuncio de la OMS, sobre el fin de la emergencia del Covid-19, ambién se prestó para confunciones y malas interpretaciones.
“Hay que darse las cinco dosis. Mientras tanto la ciencia está trabajando en una nueva vacuna a nivel de las mucosas nasales que no ingresará a la sangre. Son las vacunas sin agujas que se espera tener en un futuro no muy lejano”, indicó Lisanti.
Gracias a los exitosos resultados de la campaña de vacunación en Argentina y en Mendoza se dio una caída de los casos, especialmente las formas graves de la enfermedad que provocaron decesos en personas con cuadros de base y no inmunizadas.
“Las dosis contra el coronavirus y el plan que se llevó adelante masivamente hicieron que se fuera desarrollando la inmunidad de rebaño. Si bien hubo nuevas cepas con el paso del tiempo, se determinó que fueron de mayor contagio en poco tiempo, pero menos agresivas para los pacientes”, admitió el especialista del Hospital Central.
Con la disminución de los casos, con la aparición de las dosis y la instalación de esta vacuna en el calendario nacional, también se busca contrarrestar la aparición de sintomatología que responde al Covid largo, es decir la persistencia y las secuelas de esta enfermedad.
Ambos especialistas recalcaron la importancia de la vacunación, como de la toma de conciencia de que el virus continúa entre nosotros con una importante caída de cuadros graves, neumonías y decesos.
Pico de casos a fines del 2022
A fines del 2022 volvió a darse un brote de casos de coronavirus con subvariantes de ómicron que llevaron a la provincia a más de 2.000 positivos, volviendo a generar en la población la inclinación por completar los esquemas. Incluso, como se exigía en países de Europa o en Chile, muchos se dieron la primera dosis, sobre todo los jóvenes.
Con ese escenario epidemiológico, la acción del Ministerio de Salud fue hacer hincapié en la vacunación e insistir en las medidas de cuidado que rigen para el VSR el brote del 2023 con récord de consultas y de ocupación de camas en el Hospital Notti.
Brote de cuadros respiratorios
La suba de casos de cuadros respiratios en el país era algo esperable del virus sincicial respiratorio, de acuerdo a lo informado por el Boletín Epidemiológico Nacional, publicado por el Ministerio de Salud de la Nación que “entre la Semana Epidemiológica (SE) 23/2022 a la SE17/2023, hubo 21.186 muestras estudiadas para VSR registrándose 5.092 con resultado positivo (porcentaje de positividad 24,03%). Cabe destacar la tendencia ascendente de la positividad en muestras para VSR en las últimas 6 semanas, que alcanza un 41,64% en la última semana estudiada”, destaca el BEN y aclara que “la respecto a la SE16, la positividad en la SE17 asciende para VSR y desciende para influenza”.
Esto se visibilzó en una mayor demanda del sistema de salud en niños menores de 5 años que acuden a la guardia del hospital Notti, incluso llegan a agravarse con formas más severas como la neumonía.
La Jefa del Servicio de Emergencias del Hospital Pediátrico Humberto Notti, Natalia Sánchez Zapponi aseguró que en esta época del año comienzan a verse este tipo de cuadros respiratorios y se fue viendo esta tendencia en aumento desde abril que había un promedio (en la primer quincena) de 400 consultas, en la segunda quincena de 450, en mayo unas 700 y el lunes de la semana pasada llegó a 953.