Es algo que se viene planteando desde que se comenzó a vacunar por el Covid-19, aunque las prioridades hace unos meses eran otras: es cada vez más probable que se implementen refuerzos periódicos, como se hace con la vacuna de la gripe.
Se trata de algo que ya está en evaluación en el país y que estaría sustentado en lo que se conoce del virus, aunque la decisión definitiva esté muy atada a lo que aún se desconoce.
Para Iris Aguilar, directora de Inmunizaciones de la provincia, “depende” aunque lo consideró probable. Para ella, estará atado a la conducta que tenga el virus en un futuro, cuánto circule y cuánto dure la inmunidad, sobre lo que no hay muchas certezas. Pero lo que sí se sabe es que decrece con el tiempo y ese es un factor de peso.
Aguilar explicó que un tema a dilucidar es si se aplica un refuerzo de las mismas vacunas existentes o si debe formularse un nuevo inoculante.
“Si el virus muta es probable que tengan que reformular algunas características de la vacuna y ver cómo evoluciona el virus. Si muta todos los años como gripe tendrá que ser vacunación anual, pero si queda, se hace endémico y tiene sólo variantes seguramente serán necesarios refuerzos”, detalló.
“Si el virus muta (nueva cepa) habrá que reformular las vacunas todos los años”, expresó Aguilar. En tanto, un refuerzo sería un suero como los que ya se están colocando y sería útil si el virus no sufre grandes cambios en su estructura y surgen solo variantes. Al funcionaria dijo que, por el momento, la periodicidad con la que deberían inocularse es un signo de pregunta.
Explicó que sería necesario en caso de que los anticuerpos disminuyan mucho en cantidad o en calidad: “Hay un trabajo que están haciendo, donde se evalúa la calidad de los anticuerpos. Por ahí se ve que disminuye la cantidad pero que siguen teniendo una fuerte respuesta neutralizante. Por lo tanto la calidad de los anticuerpos es buena; entonces en función de cómo es el desarrollo a largo plazo, pasados los 6 a 8 meses se está estudiando si es necesario un refuerzo o una dosis extra o no”.
En descenso
La infectóloga Elena Obieta, referente de la Sociedad Argentina de Infectología, opinó en el mismo sentido: “Es probable que, al menos de momento, mientras siga esta endemia necesitemos vacunarnos todos los años para Covid del mismo modo que para gripe, sobre todo considerando que los anticuerpos para estas infecciones van bajando con el correr del tiempo así como sucede con gripe”.
Y reafirmó: “En los virus respiratorios las defensas no duran tanto y es por eso que nos tenemos que vacunar todos los años, además de la posibilidad cierta de que vayan apareciendo nuevas variantes; éstas en tanto y en cuanto no se termine con el virus y al haber circulación en la comunidad pueden aparecer”.
El Ministerio de Salud de la Nación ya lo está analizando. “Estamos evaluando un refuerzo de todas las vacunas contra el Covid”, anunció ayer su responsable, Carla Vizzotti. “Porque es una vacuna como la antigripal: la inmunidad no es de por vida, al igual que tampoco lo es la inmunidad natural si nos enfermamos. Por lo tanto, desde un principio se supo que se iba a necesitar algún refuerzo”, dijo en declaraciones radiales.
En principio, se está contemplando para quienes completaron el esquema hace más de un año y se priorizaría a los trabajadores de la Salud, entre quienes una proporción cumpliría los 12 meses en febrero. Aguilar sumó que es probable que se considere a los mayores de 65 años y personas con comorbilidades.
Respecto de si podría apelarse a esquemas heterólogos, Obieta señaló: “Se están evaluando distintas vacunas a nivel mundial y lo importante es que, como ya sabemos que se pueden combinar distintas vacunas de manera segura, cualquier refuerzo de cualquier marca podría ser utilizado”.
Controversia
El tema no es ajeno a controversias, y el motivo fundamental es la disparidad en la cobertura de vacunación entre los diferentes países. Mientras aquellos con más recursos lograron acceder a inoculantes (de sobra) con más facilidad, en un contexto de alta demanda, el resto fue relegado.
En ese sentido, el continente africano se encuentra en la condición más crítica.
Si hasta el lunes, 66,4% de la población argentina había recibido al menos una dosis, Nicaragua había llegado al 10% y Guatemala al 27%. En África, Ghana ha cubierto el 4,3% de su población, Sudán y Camerún 1,4% y Mali, 1,5%, por mencionar ejemplos.
Por ello, por un lado se comienza a pensar en quienes llevan tiempo de haber completado el esquema, en particular si presentan factores de riesgo. Pero por otro, hay líderes y especialistas que consideran que antes debe darse prioridad a la cobertura básica de vacunación de manera equitativa.
Es que ya se ha visto: el virus viaja en avión o apela a cualquier otro medio de transporte. Por eso lograr disminuir su circulación y atenuar los casos graves es la estrategia fundamental en esta etapa de la pandemia.
Francia, Uruguay, Estados Unidos, Israel y Reino Unido, entre otros, ya aplican terceras dosis. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado sus reparos y aún no la aprueba de manera generalizada.
El organismo ha mantenido un discurso en favor de una distribución equitativa de los sueros y en ese sentido argumenta cuando señala que primero debe haber equidad en la cobertura a nivel mundial. De todas formas, ha anunciado que emitirá una opinión al respecto en noviembre.
Iris Aguilar dijo que mucho dependerá del avance de las campañas de vacunación y de que sea relativamente homogénea en todo el mundo. “Nos salvamos todos o no se salva nadie, sería el mensaje”, subrayó.
Respaldo excepcional
Ayer, la Organización Panamericana de la Salud respaldó la aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 a pacientes inmunocomprometidos y adultos mayores, así como para las personas que se hayan aplicado las vacunas Sinovac y Sinopharm. Ya lo había hecho la OMS el lunes.
“Hay una recomendación para que con todas las vacunas que tienen la autorización de uso de emergencia de la OMS, se tome una tercera dosis por parte de las personas que tienen una inmunosupresión moderada o grave, por ejemplo que tienen con cáncer activo, quienes recibieron un trasplante de órganos, con alguna inmunodeficiencia, personas con VIH-Sida, personas que están tomando medicamentos que pueden disminuir la capacidad del sistema inmunológico como los corticoides. Sólo para estas personas se está recomendando”, subrayó.
Aclaró además que esta tercera dosis se debe aplicar, preferencialmente, con la misma vacuna que se aplicaron las primeras dos dosis pero si no hay acceso a ella, se podría utilizar alguna otra de las vacunas con autorización para uso de emergencia por la OMS.
De manera específica para las vacunas Sinovac y Sinopharm, se encontró que la protección que ofrecen para los adultos mayores es menor que para los adultos jóvenes.