“Sueño regresar a mi refugio de la Tebaida”. Comentario franco que San Martín manifestó más de una vez. Así lo señala Gustavo Capone en su libro “El General San Martín, en San Martín”, que presentó recientemente. El destacado historiador y docente de Rivadavia, en las primeras páginas de su nueva obra, cuenta que hace casi 200 años, el 4 de febrero de 1823, el General volvió a Mendoza para cumplir su anhelo de vivir en el Este provincial tras aquella referencial entrevista con Simón Bolívar en Guayaquil, en la costa ecuatoriana.
“Llegará a la provincia procedente de Chile, descansará una noche en la casa de José Ruiz Huidobro y, para la mañana siguiente, bien temprano, acompañado de Manuel de Olazábal se trasladará a su estancia de Los Barriales”, comenta Capone. Y agrega que su permanencia no fue extensa, de apenas ocho meses.
El autor del libro expresa que allí “se vinculó con el paisaje que le ofrecía una propiedad de frutos y hortalizas, con el anhelo intacto de producir su propio vino. Aquel zanjón que vertía agua, una senda que lo acercaba al camino de las postas y una casa cómoda con amplio solar. Estaba donde quería, teniendo lo que necesitaba. Pero fue ahí también donde padeció la muerte de Remedios, de quien no pudo despedirse por no ser autorizado por el gobierno central de Buenos Aires a viajar, ante las absurdas e injustas sospechas que despertaba”.
Las luchas internas en la incipiente nación, llevaron al Libertador de América a buscar un nuevo rumbo, a fines de 1823. “Yo pienso permanecer en Europa dos años más, tiempo que creo necesario para concluir la educación de mi hija; si para este tiempo las Provincias Unidas se hallan tranquilas, regresaré á mi país, para retirarme a mi Tebaida de Mendoza”, le escribió el General a Bernardo O´Higgins, en una carta fechada el 20 de octubre de 1827.
Capone cuenta que la Villa Nueva de Los Barriales nació en 1816 y en 1823 se transformará en la Villa Nueva de San Martín, (posterior departamento) por decreto de Pedro Molina y fue ese el primer sitio, entre los miles y miles de ciudades, escuelas, monumentos, parques y parajes que se llamarán “San Martín”. Es decir que fue el primer pueblo que lo honró con su nombre.
El historiador señala que Los Barriales, un extenso sitio que comprendía los actuales departamentos de San Martín, Junín, Rivadavia y Santa Rosa. Cabe aclarar que Junín mantuvo el nombre de Los Barriales y es uno de sus distritos más importantes. Una zona irrigada por los ríos Tunuyán y Mendoza, con amplia flora y fauna y apta para el establecimiento de poblaciones. “Esa será entonces la amplia zona determinada para el establecimiento de la chacra de San Martín y la urbanización de la villa que ha de formarse entre Los Barriales y Retamo”, explica el historiador a la hora de hablar del momento en que el Gobierno provincial le asigna estas tierras a San Martín. El Libertador solicitó 50 cuadras con posesión a Don José Herrera, vecino de Los Barriales.
Sobre el nombre Tebaida, podría tener origen en el título de un poema épico compuesto por el poeta latino Estacio, basado en la expedición de guerra de Los Siete contra Tebas, porque se sabe que el General era un apasionado de los clásicos latinos, argumenta Capone. Pero también señala que “siempre en el plano de las inferencias personales, se podría suponer que se debió a ciudad egipcia de Tebas, una de las cunas de la civilización sobre las orillas del sagrado río Nilo, en medio de un gran desierto”.
Capone también resalta que Tebaida está relacionada al lugar de refugio. Y en este sentido, expresa que Tebaida fue una región del Antiguo Egipto que abarcaba trece momos al sur del Alto Egipto. Y agrega que con el tiempo, al ser un lugar desértico, se convirtió en una zona de retiro de numerosos ermitaños cristianos. “Indudablemente , su Tebaida de Los Barriales fue pensada como el lugar de remanso interno y su refugio”, añade Capone.
En el libro cuenta que el General en su exilio mantuvo una constante comunicación con Salvador Iglesias por correspondencia, que le informaba del estado de situación de la chacra. La propiedad atravesará distintas etapas, desde la estadía de San Martín, su exilio y posterior venta hasta la actualidad.
Capone resalta el trabajo de la historiadora Cecilia Marigliano en su libro “La chacra de Los Barriales. Mi Tebaida”, que determinó distintos momentos del lugar. La etapa sanmartiniana 1816-1872. Tras la muerte del General sus parientes y herederos deciden vender la chacra. La casa original fue destruida por el terremoto de 1861. Hasta 1906 hay una etapa de transición, la propiedad sufre una serie de transformaciones y pasa por distintos propietarios, entre ellos, Saturnino Álvarez, quien transifirió el dominio a su hija Claudelina, quien vendió una parte a la familia Del Valle.
Unas 30 hectáreas fueron compradas por Carlos Harwig y que luego fueron adquiridas por Ricardo Palencia, en 1906. Otra parte fue adquirida por Elvira Reynals de Gibbs, Elena Gibbs de Civid y Marta Gibbs, que luego venderán a Manuel Bruce y este a Ricardo Palencia, quien volverá a reunir el total de las hectáreas de la propiedad original. Desde 1906 a 1976 marca la etapa de esplendor productivo del lugar de la mano de la familia Palencia, y en este periodo construyó la famosa casona de La Bóveda.
La casona de encuentra a 200 metros del primitivo edificio y la actual construcción fue remodelada, posee dos amplias bóvedas hechas de madera, barro y cañas, unidas con tientos de cuero de vaca. Allí se exhiben elementos agrícolas ya que desde 1941 cuenta con la declaración de Lugar Histórico.
En abril de 1976 se inauguró el Museo Histórico Municipal, con material en calidad de préstamo o donaciones realizadas por vecinos de la zona. Hace unos años, el lugar fue refuncionalizado con fines educativos y turísticos y allí se encuentra la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Martín.