El Calvario, en Carrodilla de Luján de Cuyo, fue testigo nuevamente de la fe de los católicos mendocinos en Semana Santa. Hasta el lugar llegaron cientos de personas este Viernes Santo, un peregrinaje que había comenzado ayer y se extenderá el fin de semana.
Las oraciones estuvieron atravesadas por la compleja situación socioeconómica que vive el país, el pedido por aquellas personas que están pasando necesidades y el llamado a mantenerse fuertes y en unidad.
Pero entre los relatos de la gente destacaron dos aspectos en particular. La salud, siempre presente en estas ocasiones y que adquiere más valor en un escenario complejo, cuando las personas se vuelven sobre lo fundamental. De hecho, a media mañana, era más extensa la fila para ingresar a la capilla del Señor de la Salud que la que había para llegar al espacio de las tres cruces, la estación cúlmine del Vía Crucis y punto de convocatoria donde llegar con oraciones. “La gente no para de llegar”, aseguró uno de los colaboradores que organizaban el ingreso a la capilla y parte de los tantos jóvenes voluntarios que asistieron en la organización.
Cabe recordar que en el lugar se encuentra el recorrido por las 14 estaciones en las que se relata y conmemora la Pasión de Cristo hasta la Cruz. Allí se realiza el Vía Crucis, de manera individual y colectiva. Luego de la estación de las 3 cruces (la de Cristo y sus 2 compañeros de destino, dos ladrones) hay otra parada, el Santo Sepulcro.
“Algunos llegan hasta las cruces y se van, no entran al Santo Sepulcro porque les impresiona”, comentó otra de las voluntarias.
Los pedidos en el Viernes Santo
Una jornada típica de otoño acompañó con buena temperatura y sol pleno. Entre las grandes arboledas del lugar, se vivió la fe con el habitual color de cada año. Familias que llegan con niños y cochecitos, algunos que toman del brazo a algún adulto mayor con dificultades de movilidad pero que no quiso dejar de estar, personas solas, parejas de todas las edades. Hasta algunos que parecían haberse quedado cuando pasaban por el lugar porque tenían una bolsa de compras en las manos.
La gente se encontró allí para hacer su oración individual o para compartir una plegaria comunitaria. En el Vía Crucis de las 10 estuvo presente Monseñor Marcelo Colombo, Arzobispo de Mendoza, que fue seguido por la congregación, algunos más cerca acompañando sus pasos y otros más a la distancia, o quizás sentados en algún banco o cordón, cuando por las condiciones de su edad no podían trasladarse con facilidad.
En cada estación se hizo una descripción de las vivencias de Jesus y se vincularon con la vida actual, tanto de la comunidad como del contexto socioeconómico.
Así, quienes guiaban el trayecto y las oraciones por altavoz, pidieron por quienes han caído en la pobreza y la marginación y por las familias, para que sean lugar de consuelo. Además por los despojados del mundo en diversos planos: despojados de sus derechos y libertades por pensar distinto, del derecho a vivir en democracia y las familias despojadas de lo necesario para vivir dignamente, entre otros.
En otra estación se hizo referencia a la pérdida de esperanza y se pidió a Dios ayuda para creer, amar y esperar, para no caer en el desaliento ante las dificultades.
Nelly recorrió 47 km en su peregrinaje hasta el lugar, ya que llegó desde Junín. Algo que hace todos los años desde hace una década.”Vengo a agradecer y a pedir por la salud de todos y un pedido especial por mi salud, me ha tocado este año fatal, me tocaron todas las enfermedades y espero que se arregle un poco todo esto”, dijo en referencia al contexto que este año convoca pedidos y agradecimientos especiales pero destacó que la salud es lo más imprtante. “Si no hay salud, no hay nada”, subrayó.
Marcelo (44) llegó al lugar sobre todo con agradecimiento. Dijo que va todos los años que puede. “Venimos a agradecer y apoyar por la salud de nosotros, de las familias, por la comunidad de donde venimos, por la humanidad y por el trabajo; pero lo principal es la salud, la salud de uno, de la familia y agradecer que tenemos trabajo”, destacó.
También hubo muchos jóvenes en el lugar, como Guadalupe García, de 18 años. Llegó con varios grupos de ellos de la parroquia San Miguel Arcángel, de Las Heras. “Venimos porque estamos haciendo una Pascua Joven y venimos con todos los chicos que están allá siguiendo el camino de Jesús; hay algunos chicos que van sin saber muchas cosas, entonces tenemos unas charlas y más tarde tenemos el Vía Crucis. El año pasado, por ejemplo, hicimos la visita a siete iglesias y es una experiencia re linda, que creo que todos los jóvenes tendrían que vivir”, comentó.
Las palabras del Arzobispo
Cerca de las 10, Monseñor Marcelo Colombo, Arzobispo de Mendoza inició el Vía Crucis junto a la comunidad. Al finalizar, dirigió unas palabras para los presentes y un mensaje por las Pascuas.
Apuntó a repensarse desde el apoyo y acompañamiento a quienes pasan momentos difíciles y hacerlo no como una actitud ocasional sino como estilo de vida.
“Estas estaciones también fueron la oportunidad de reflexionar sobre nuestra vida social, sobre nuestros comportamientos. Me queda de este Vía Crucis que, frente a tanta palabra, frente a tantas recetas, frente a tantas veces que se señalan cosas, hoy podemos quedarnos con las figuras de cuidado, aquellas figuras del Vía Crucis que a lo largo de las estaciones tuvieron un gesto hacia Jesús o hacia su dolor, para acompañarlo, para animarlo, también para hacerse cargo de ese dolor”, expresó. “Nos queda el deseo de aprender de ellos -continuó- para poder también dar nosotros esos gestos, esas palabras, esos signos, que en medio de tanto desencuentro acerquen corazones en torno a Dios y al cuidado de la vida”.
“En estos días del Vía Crucis y de la Pascua de mañana, que es la gran noticia que nos llena de alegría, nosotros podemos transitar esos gestos de cuidado y vivirlos, no ya como episodios de Semana Santa, sino como un estilo de vida, como un compromiso, para poder poner gestos de consuelo, de aliento y de confianza en las personas”, convocó el sacerdote.
Luego dejó un mensaje de pascua para las familias: “Les deseamos una feliz Pascua, cuando decimos feliz Pascua, no decimos una fiesta de esas que están involucradas en aspectos superficiales; la fiesta del corazón, la fiesta de la vida verdadera. Que puedan, después del lunes, sentirse más fuertes, porque Jesús ha vencido a la muerte y al pecado, y Él es nuestra esperanza. Un gran, gran abrazo para todos ustedes”.
Servicios y misas por Semana Santa
La Municipalidad de Godoy Cruz habilitó algunos servicios. En Cervantes y San Alberto, se ubicó un móvil sanitario para vacunación y hubo una oficina Móvil para pago de tasas, adhesión a Boleto Digital y Ciudadanía Digital, entre otros trámites.
Hubo un puesto de hidratación, ambulancias de manera preventiva, personal de Protección Civil y servicio de seguridad. Además, se prohibió la instalación de kioscos o escaparates de cualquier tipo y la venta de alcohol.
Por otra parte, mañana siguen las actividades en la Parroquia Nuestra Señora de la Carrodila que está enfrente. La celebración del sábado será a las 19.30 mientras que el domingo habrá misa a las 8.30, 11.30 y 20 horas.