La figura imponente de Natasha Sánchez irrumpió en el cumpleaños de Luz y todo se transformó en sorpresa y alegría: la nena, fanática de la Reina de la Vendimia, celebró sus 7 años el pasado lunes y lo último que imaginó fue recibir ese regalo en medio de a fiesta. Todo, como no podía ser de otro modo, organizado por Carolina, su mamá.
“¡La reina! ¡La reina!”, gritaban los chicos mientras Natasha repartía besos de la mano de Luz, que seguía con la boca abierta.
La flamante representante de la Vendimia, oriunda de Santa Rosa, había recibido, el mes pasado, un mensaje de una mamá que deseaba cumplirle el sueño a su hijita el día de su cumpleaños.
Le pidió si podía llegar de sorpresa a su casa, situada en el distrito de 12 de Octubre, en Santa Rosa, el mismo departamento que representó la soberana.
“Por supuesto que acepté, aunque en verdad desconocía si tendría alguna actividad oficial”, dijo la reina, en diálogo con Los Andes, para agregar: “De todos modos creo que estas son las pequeñas grandes cosas de la vida, lo más importante y lo que recordaré de mi reinado cuando sea viejita”.
Natasha, que tiene 21 años y estudia Contador Público en la Universidad Nacional de Cuyo, es el referente de Luz, que no se perdió ninguna alternativa de la elección de la madrugada del 6 de marzo en el teatro griego Frank Romero Day, al término de la fiesta “Milagro para el vino nuevo”.
Por eso la joven se lo tomó con seriedad y responsabilidad. “Las nenas tienen gran inclinación por las reinas y las princesas, por eso no podía faltar”, reflexionó.
Al llegar, la mamá le pidió que se escondiera. La sorpresa se anunció con bombos y platillos y Natasha entró al cumpleaños como lo que realmente es: una verdadera reina.
Pero la historia no quedó allí: le llevó a Luz la corona de cuando fue electa reina departamental de los estudiantes, en 2017.
“Nunca se la sacó, estuvo todo el cumpleaños con su corona. Y un ratito antes de cantarle el feliz cumpleaños me dijo que ella había participado de la caravana”, relató.
Con toda su inocencia, Luz le recordó: “Aquella nena que no dejaba de saludarte cuando pasaste por mi casa, esa era yo…”.
“La felicidad que sintió la niña no podré olvidarla jamás. Creo que cada cosa está en su lugar: su nombre es Luz y por algo lo lleva. Irradia luz y energía”, sostuvo.
“Agradezco profundamente a Carolina el haberme invitado a participar. Fui al cumpleaños simplemente como persona, pero entiendo el halo de alegría y misterio que genera una reina en una pequeña niña”, reiteró.
Estrenando reinado
Hija de Claudia, virreina del año 1992, Natasha es fanática de su departamento, Santa Rosa. Aquel día en que fue electa representante de su departamento dijo que el apoyo de la gente fue el mejor regalo de su vida.
“Resultó conmovedor el público que me acompañó en la caravana en horas de la madrugada cuando ni siquiera era Reina de la Vendimia. Jamás antes había sentido tanto cariño. Creo que fue porque pertenezco a la villa cabecera, somos pocos y todos nos conocemos. Es común salir a la calle y que te saluden, te pregunten cómo estás”, contó aquel día Natasha.
Y volvió a hablar de su gente: “Santa Rosa es un lugar bonito, pero lo más lindo es la gente. Nunca antes había tenido la oportunidad de estar viviendo semejante emoción arriba del escenario y poder ver a mi familia, amigos, seres queridos alentándome. Si digo que alguien no salió a la calle estaría mintiendo. Una alegría enorme. Claro, éramos cinco postulantes y yo representaba a la cabecera, un lugar donde los vecinos tienen gran calidad humana y protagonismo, además de mucha solidaridad”.
Ni hablar cuando fue nombrada como representante nacional de la Vendimia: todavía la sonrisa todavía no se le borra.
