Según los datos registrados a nivel nacional, Mendoza es la provincia que menos dosis de vacunas contra el Covid-19 ha aplicado de las que ha recibido.
Hasta ayer por la tarde, el Monitor Público de Vacunación, indicaba que se habían inoculado 34,33%, esto es 31.829 de las 92.700 dosis que recibió la provincia.
Casi 10 puntos por encima de la provincia y que quedó en segundo lugar entre las que menos han vacunado, está Formosa, que aplicó 43,19% (recibió 27.200 dosis y aplicó 11.748). Tercera entre las que figuran rezagadas aparecía Chubut con 45,27% de las dosis aplicadas.
“Cuántas Vacunas”, señalaba un usuario de Twitter que publica informes al respecto, procesando la información del Ministerio de Salud de la Nación da cuenta de lo mismo.
El martes la provincia también era la peor posicionada con 1,6% de su población vacunada. De ellos 0,52% había recibido una dosis y 0,54% ya tenía las dos, es decir que completaron el esquema. Sin embargo, sobre este segundo punto hay que decir que hay provincias que tienen menos proporción de personas con esquema completo: Formosa y Misiones, mientras que Santiago del Estero la equipara.
En población total la seguía Formosa con 1,42% y Chubut con 1,52%.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es la que mejor posicionada aparece: 3,31% de sus habitantes.
A qué se deben las demoras
Lo primero que se desprende de las explicaciones que brinda el ministerio de Salud mendocino es que los datos del monitor al fin y al cabo no son tan confiables debido a que existen demoras en la carga. Advierten que la realidad es muy distinta y que ni bien llegan las dosis a la provincia estas son derivadas a los centros de vacunación. En esto no habría demoras, pero sí en el proceso de carga de la información al sistema Nomivac.
“Dosis registradas no es lo mismo que dosis aplicadas”, remarca Iris Aguilar, jefa de Inmunizaciones. Y agregó: “De Sputnik (la vacuna rusa) ya no hay dosis en las cámaras, está todo distribuido a los centros de vacunación”.
Aseguran que desde los efectores públicos la carga de los vacunados es en tiempo real, sin embargo, no es así en los efectores privados, centros de hemodiálisis y geriátricos, que envían planillas para ser cargadas y lo hacen a través de un sistema propio que es provincial. Aguilar señaló que en esos casos la demora puede ser de 72 horas o más.
Subrayó que a medida que se haga más carga desde el sector público los números serán más reales porque la carga es en tiempo real.
“También va a pasar con el tema de los adultos mayores de 70 porque lo cargamos nosotros en tiempo real y se va a poder ver el aumento de dosis”, apuntó. Cabe recordar que para este segmento de la población la vacunación se inició el lunes.
Pero no sólo esto: desde el ministerio advierten que llegaron 42 mil dosis a la provincia en 10 días y no pueden colocarse en tan corto plazo. Hay que agregar que para colocar la segunda dosis deben esperarse al menos 21 ó 28 días según la vacuna.
Complejo
La media nacional de vacunas aplicadas es de 52,94% de las recibidas. Hasta ayer eran 1.225.390 de 2.231.310 que ingresaron.
De ellas 903.332 fueron aplicadas a personal de salud y 265.816 a mayores de 60 años.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, reconoció el lunes un ritmo de vacunación más lento del esperado.
La campaña nacional se había lanzado de manera simultánea en todo el país el 29 de diciembre y autoridades nacionales también advierten sobre demoras en la carga en las provincias.
Las críticas a la falta de celeridad en la vacunación está presente en muchos países del mundo, particularmente en Europa afectada en gran parte por nuevos repuntes en la circulación del virus. Influyen demoras en los procesos de fabricación, falta de insumos para elaboración (no se da abasto con la producción de viales, los frasquitos para envasar) y las dificultades propias de las estrategias, entre ellas el traslado y la conservación, en muchos casos a muy bajas temperaturas.