Miles de guanacos recorriendo cientos de kilómetros de manera totalmente salvaje, escapando de acechadores pumas y ante la atenta mirada de decenas de cóndores que esperan que el felino logre una captura para ellos descender de los cielos por las sobras. Todo esto ocurre en un paisaje que reduce a la escena más surrealista de “Mad Max” a una película de para niños.
La Payunia tienen más de 800 conos volcánicos que desorientan a los más experimentados geólogos y que miles de años atrás desataron el verdadero infierno en la tierra. Las “secuelas” de ríos de magmas y estallidos casi apocalípticos se pueden observar en un entorno único en el mundo, literalmente. Estepa y monte se conjugan en un entorno semiárido donde predominan rocas volcánicas rojas y negras y conforman un ecosistema propio.
La Payunia está conformada por 665.682 hectáreas, está en Malargüe, es una de las áreas naturales protegidas más grandes del país y quienes trabajan para su conservación tienen un ambicioso objetivo en común que se podría resumir en dos grandes ejes: la protección a perpetuidad y que el mundo conozca el lugar.
“Cuando vean esto con sus ojos entenderán por qué insistimos en que La Payunia es mágica”, aseguran.
Como paso próximo, el Gobierno de Mendoza y las organizaciones no gubernamentales que trabajan en La Payunia están embarcados en la recategorización de la reserva a Parque Provincial lo que aumentaría el nivel de protección y ayudaría a la incorporación de tierras privadas al dominio público.
Esto se enmarca en el “eje conservación” que va de la mano con el impulso turístico sostenible, que incluye fomentar la economía regional mediante un trabajo conjunto entre operadores turísticos y productores locales.
Aquí nace otra “lucha” y es que la UNESCO reconozca la reserva como Patrimonio Mundial Natural. Gran parte del área está en la lista de organización internacional y parte de la “presión” para la que se concrete la firma final se centra en una ecuación simple: crecimiento del turismo + aumento de enamorados de la Payunia + sube en la agenda de interés.
Proyecto de ley para que La Payunia sea declarada Parque Provincial
La provincia de Mendoza está trabajando en aumentar su nivel de conservación, proponiendo recategorizar algunas tierras de Monumento Natural y Santuario de Flora y Fauna a “Parque Provincial”. Esta categoría II de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ofrece la máxima protección, abarcando áreas grandes y poco afectadas por la actividad humana, que son importantes por su biodiversidad, ecosistemas y paisajes excepcionales, necesarios para fines científicos, educativos y recreativos.
De las 665.682 hectáreas, alrededor de dos tercios son tierras privadas, y como parte de la recategorización se enmarca la posibilidad de ampliar el catastro público. “La zona goza de protección frente a la minería y la explotación de petróleo y gas, pero la carencia en la protección se enfoca en el desamparo legal frente a otros usos, como la construcción de carreteras y vallas, la urbanización, la construcción de corredores de servicios públicos, el pastoreo no sostenible, entre otros. En consecuencia, procesos naturales cruciales y únicos como la migración del guanaco pueden verse amenazados por la interrupción de corredores naturales, la conversión de entornos para uso ganadero y la degradación del hábitat”, explicaron de la organización de conservación de la naturaleza WCS, la cual trabaja en Payunia desde hace más de 2 décadas.
“Nos convoca la necesidad de realzar la zona a la categoría de Parque Provincial. Buscamos integrar estrategias, tanto de conservación, de estudios científicos que se vienen realizando desde 2010 y la posibilidad de realizar actividades turísticas de bajo impacto”, destacó la subsecretaria de Ambiente, Nuria Ojeda, e hizo hincapié en la importancia que tiene la Payunia para el Gobierno provincial.
“No pasa toda el área a Parque Provincial, sino que son sectores que se van a estudiar específicamente. Dentro de esta área tenemos diferentes corredores biológicos que no deben ser intervenidos y para poder asegurar esa trazabilidad es que vamos a dar lugar a especialistas para que sea una selección sustentada. No se cambia toda el área. Es un proyecto de ley que tiene que ser ratificado por Legislatura”, detalló la funcionaria.
“Queremos poner en conocimiento un lugar de una importancia única. Es una zona que durante años estuvo muy castigada por la caza furtiva, muy descuidada y, a partir de la decisión de distintos gobiernos provinciales, es que hoy estamos ante la presencia de un área protegida”, destacó el gerente de Área Protegidas de WCS, Martín Funes.
“Nosotros, como ONG, venimos trabajando colaborativamente con la Provincia en un montón de líneas, que tienen que ver con fortalecer esta área protegida. Hace unos 20 años empezamos trabajando, desde una perspectiva más de investigación aplicada, que tenía que ver con conocer y confirmar que la migración de guanacos más importante del mundo ocurre aquí, justamente en la Payunia, donde miles de guanacos se desplazan entre zonas de veranada e invernada. Además, trabajamos con la provincia en el tema del monitoreo de las poblaciones de cóndores que existen acá, un censo simultáneo que se hace en toda la provincia y también colaborado en la actualización del plan de gestión e incluso con la compra de algunos terrenos privados que son clave, estratégicos, para la conservación de muchos elementos de la fauna nativa del lugar”, explicó Funes.
“La idea es mostrar a la gente, a la comunidad en general, esta enorme diversidad que tiene Payunia, desde la parte animal puntualmente, y estos antiguos caminos que hacían las grandes tropillas de guanacos que habitaron y que hoy, con orgullo, podemos decir que se han recuperado y están presentes y es lo que venimos a disfrutar, por eso fuimos al Valle del Zaino. El objetivo es abrir la Payunia a toda Mendoza y a la Argentina, para seguir en este camino de trabajo que lleva el Gobierno provincial y la Municipalidad de Malargüe, que busca que Payunia sea declarado Patrimonio de la Humanidad”, enfatizó el director de Zona Sur del Emetur, Carlos Weiner.
El proyecto para recategorizar a parque Nacional incluye los terrenos públicos que ya son parte de Mendoza, además abre la posibilidad de sumar, tras negociaciones pertinentes, tierras privadas que sean consideras cruciales para la conservación a perpetuidad de la biodiversidad.
Sobre esto último se viene trabajando con las ONG activas en Payunia. Mediante WCS Argentina se concretó en 2019 la compra y donación al estado provincial de 42.000 hectáreas de tierras privadas de pastizales que son utilizados en la época estival por los guanacos y otras 40.000 hectáreas de pastizales que son usados por esta especie en la época invernal, en 2024.
Dentro del impulso de recategorización se enmarca el compromiso de la Fundación Wyss de la inyección de más fondos para seguir adquiriendo terrenos privados y luego denodados al estado para ampliar el área de protección permanente. Este avance tiene como requisito indispensable la aprobación a la Legislatura Provincial de la categorización a Parque Provincial. Estos recursos serán gestionados por WCS Argentina.
Un Plan de gestión acorde a La Payunia, urgente y necesario
Las áreas protegidas necesitan un plan de gestión que establezca la planificación estratégica, los objetivos de conservación y el uso eficiente de recursos. Es decir, una hoja de ruta para el avance óptimo y atendiendo todas las necesidades de los involucrados, desde el proteccionismo hasta los puesteros que integran la región.
La concreción de plan de gestión es clave para el avance del proyecto de recategorización. Actualmente, se está actualizando este plan en colaboración con comunidades locales, la comunidad científica y WCS Argentina. Se busca equilibrar la conservación y el uso sostenible. Esta actualización evaluará actividades compatibles con la protección del área, tanto en tierras privadas dentro de la reserva como en sus alrededores, incluyendo opciones como ganadería sostenible, regeneración de pastos, producción de fibra certificada y turismo de bajo impacto.
El turismo de bajo impacto es clave para la prosperidad de La Payunia como motor de economía regional. Es mucho el turismo, nacional e internacional, que llega a Malargüe exclusivamente para conocer la imponencia de la reserva y la necesidad de ampliar la oferta es primordial.
Con un plan de gestión acorde se puede avanzar en la incorporación de visitas a, por ejemplo, el Valle de Zaino, escenario central de la migración de guanácos más grande del mundo.
Además, la provincia está avanzando en el proceso de que el área sea declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) algo que terminaría de colocar a La Payunia en el mapa mundial del turismo ecológico.
Que se puede ver en La Payunia
El extenso escenario de La Payunia es habitado por un ensamble de flora y fauna característico de la estepa patagónica: cóndores, choiques, guanacos, maras, zorros, pumas y otros felinos silvestres como el gato andino. Además, de su biodiversidad, la riqueza fosilífera, de origen marino y terrestre, y los yacimientos arqueológicos de la región, también resultan de interés científico, educativo y turístico.
