Según anticipan, para 2040 se habrá recuperado la capa de ozono gracias a la reducción del uso de productos químicos que causaron el agujero que esta presenta sobre la zona Antártica.
La Organización de las Nacionales (ONU) lo anunció el lunes con la presentación de un informe en el que señala que para ese entonces se habrá recuperado en casi todo el mundo. La excepción es el Ártico donde se habrá logrado para 2045, mientras que habrá que esperar hasta 2066 para que ocurra lo mismo en la Antártida.
El Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, informó en esa oportunidad que el 99 % de las sustancias prohibidas han dejado de ser utilizadas, lo que está permitiendo la recuperación de la ozonosfera.
Se trata de un acuerdo internacional que entró en vigor en 1989 para eliminar el uso de estos químicos. Para lograr el objetivo es necesario que se mantengan las restricciones del uso de hidrofluorocarburos (HFC), que contribuyen al cambio climático y lo cual tiene impacto sobre el ozono.
De suceder, la capa recuperará las características que tenía en 1980.
Según los expertos, la eliminación del uso de HFC reducirá el calentamiento global entre 0,3 y 0,5 grados centígrados de aquí al 2100.
Qué es la capa de ozono y cómo se protege
Según detalla el IDEAM, Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia el ozono estratosférico es el principal filtro de la radiación ultravioleta proveniente del Sol, ya que, si no es absorbida y alcanza la superficie de la tierra, puede incrementar los casos de cáncer en la piel, cataratas y afectar el sistema inmunológico en los humanos.
La absorción de radiación UV-B por el ozono es una fuente de calentamiento de la estratosfera, que contribuye a que en esta región se presenten incrementos de temperatura con la altura. Debido a lo anterior, el ozono desempeña un papel importante en el control de la temperatura de la atmósfera terrestre.·
Es una protección exclusiva de nuestro planeta y si desapareciera, la luz solar ultravioleta esterilizaría la superficie del globo y aniquilaría la vida.
Respecto del Protocolo de Montreal, el gobierno argentino destaca que el país ha participado activamente en los esfuerzos globales por restaurar la capa de ozono. Ha sido parte de este proceso al ratificar el Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono y el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, mediante las Leyes 23.724 y 23.778, en enero y septiembre de 1990, respectivamente.
“Es importante destacar que este acuerdo reviste una singular relevancia para nuestro país que, dada la ubicación geográfica del agujero de ozono, se ve particularmente afectado por él”, destaca.
En el año 2010 se llegó a la primera fecha de eliminación global de algunas de las sustancias controladas por el Protocolo, en particular los clorofluorocarbonos, los halones y el tetracloruro de carbono. Durante medio siglo estas sustancias fueron ampliamente usadas como gases refrigerantes, como propelentes de aerosoles, para limpieza de circuitos electrónicos, para la producción de espumas de poliuretano y como agentes extintores de incendios, entre otros usos. Como consecuencia, se liberaron a la atmósfera en cantidad suficiente como para causar un daño a gran escala en el ozono estratosférico, lo que afectó a todo el planeta y en particular al cono sudamericano.
Como parte de las acciones el país asumió la obligación de promover la reconversión de los sectores industriales y agrícolas que utilizan en sus procesos productivos sustancias que la agotan, con el objetivo final de eliminarlas. Tales acciones dieron como resultado que la Argentina cumpliera holgadamente las medidas de reducción requeridas por el Protocolo de Montreal. El consumo en 2005 se redujo en un 65%, muy por encima del 50% requerido. Durante 2009 se redujo al 2,5% de la línea de base y fue sólo para uso medicinal.