Con la intención de fomentar los buenos hábitos y la esperanza de vida saludable, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que actúa como oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para América, recomienda no esperar a que una enfermedad se trate sino hacer del cuidado de la salud algo cotidiano.
Para ello, la entidad recomendó hábitos que son recomendables para mantener el cuerpo saludable:
1. Elegir qué alimentos consumir
Como ya es de público conocimiento, la OMS insiste en aumentar el consumo de frutas y verduras a, por lo menos, cinco raciones diarias, lo que significaría 400 gramos. También se aquí se puede incluir legumbres, como lentejas y frijoles, nueces y granos integrales, como maíz, avena, trigo y arroz integral.
Además, también es importante reducir el consumo de azúcares y grasas, especialmente grasas saturadas y trans, como las presentes en alimentos horneados y fritos, snacks y alimentos preenvasados, como pizzas congeladas, tartas y galletas.
2. Hacer actividad física con regularidad
La actividad física regular es otra de las claves para prevenir y controlar las enfermedades cardíacas, la diabetes tipo 2 y el cáncer, así como para reducir los síntomas de depresión y ansiedad, el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y la salud cerebral.
La OMS recomienda al menos 150 a 300 minutos de actividad aeróbica moderada a intensa por semana para todos los adultos; así como un promedio de 60 minutos por día para niños y adolescentes.
3. Evitar o dejar de fumar
Muchos de los beneficios para la salud de dejar de fumar son inmediatos, según la OPS. En 20 minutos, la frecuencia cardíaca y la presión arterial bajan, y en 12 horas el nivel de monóxido de carbono en la sangre vuelve a la normalidad.
Los beneficios incrementan cuando transcurre el tiempo sin fumar. En 5 años, el riesgo de accidente cerebrovascular es igual al de un no fumador; en 10 el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a la mitad; y en 15 años la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardíaca es la misma que la de una persona que nunca fumó.
4. Evitar o reducir el consumo de bebidas alcohólicas
La OMS indica que el abuso del alcohol es un factor de salud importante, siendo un factor causal en más de 200 enfermedades y lesiones. En todo el mundo, 3 millones de muertes al año son el resultado del uso nocivo de esta sustancia.
El alcohol está asociado al riesgo de desarrollar enfermedades graves no transmisibles como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. También puede causar adicción, trastornos mentales y de conducta.
5. Control del peso
La organización indica que la obesidad afecta a la mayoría de los sistemas del cuerpo: el corazón, el hígado, los riñones, las articulaciones y el sistema reproductivo. Esto conduce a una serie de enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares y diversas formas de cáncer, así como a problemas de salud mental.
Una buena alimentación, que evite los alimentos ricos en grasas y azúcares, junto con la actividad física regular es la recomendación de la OMS para prevenir la obesidad.
6. Sueño regular y de calidad
Una noche de sueño de calidad es capaz de reducir el estrés y el riesgo de problemas como diabetes, hipertensión e incluso infartos. Según la organización internacional, cuatro de cada diez personas en el mundo no duermen bien, cuando lo recomendable es que un adulto debe dormir 7 o más horas por noche regularmente.
El sueño es fundamental para que el cuerpo cumpla con diferentes tareas, como la regulación hormonal, la restauración del sistema inmunológico y la preservación de las neuronas. Para los niños y adolescentes, la OMS advierte que dormir poco se asocia con sobrepeso y obesidad, así como con problemas de salud mental.
7. Cuidar la salud mental
Entre los trastornos mentales, la depresión ocupa una posición de liderazgo, seguida de la ansiedad. Como la salud del cuerpo y la mente están vinculadas, la OMS indica que hábitos como la práctica de actividad física, evitar el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco, y una buena alimentación son algunas de las precauciones para tener una buena salud mental.