La Organización Mundial de la Salud desaconsejó tomar analgésicos, como el paracetamol, antes de recibir la vacuna contra el coronavirus. Ocurre que muchas personas toman el medicamento con antelación por miedo a los efectos secundarios de la inoculación.
Ante esto, la OMS publicó un texto en su sitio web para despejar dudas. A través de la entrada titulada “Consejos para el público sobre el COVID-19: vacunarse”, el organismo dio precisiones al respecto.
“No se recomienda tomar analgésicos como el paracetamol para prevenir efectos secundarios antes de recibir la vacuna contra el COVID-19, pues no se conoce cómo pueden afectar al funcionamiento de la vacuna”, explican.
“No obstante, si tras vacunarse presenta efectos secundarios como dolor, fiebre, dolor de cabeza o muscular, puede usted tomar paracetamol u otro analgésico”, agrega el texto de la OMS.
“Es algo habitual experimentar efectos secundarios. Estos indican que el organismo de la persona vacunada está creando protección contra el Covid-19. Si en el lugar de la inyección aparece enrojecimiento o siente dolor que aumenta al cabo de 24 horas, o si los efectos secundarios no desaparecen después de unos días, póngase en contacto con su proveedor de atención de salud”, afirmaron.
Entre los síntomas más comunes que se han reportado se encuentran cefaleas, cansancio, dolores musculares y articulares, temperatura y dolor en el brazo.
No hace falta una tercera dosis
Este miércoles la OMS afirmó que no hay evidencias de que sea necesaria una tercera vacuna contra el Covid-19 y las naciones ricas deberían donar dosis a los países pobres.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció que la pronunciada desigualdad en el acceso a las vacunas responde a “egoísmo’', al tiempo que exhortó a las farmacéuticas a entregar dosis a los países pobres en vez de tratar de convencer a los ricos a que compren más inoculaciones.
Las declaraciones surgen en momentos en que las grandes empresas farmacéuticas están abogando a favor del uso de terceras dosis en algunos países, entre ellos Estados Unidos.
“Estamos tomando decisiones conscientes en estos momentos de no proteger a los más necesitados’', dijo Ghebreyesus a periodistas. La prioridad ahora es vacunar a los que todavía no han recibido ni siquiera la primera dosis, agregó.
El funcionario exhortó a Pfizer y Moderna a dar máxima prioridad a la entrega de inyecciones al programa COVAX de ayuda a países pobres, así como la iniciativa para vacunas en África y a los otros países de ingresos bajos o medios.
Tras 10 semanas en que disminuyeron las muertes por coronavirus a nivel mundial, la tasa de mortandad está nuevamente aumentando y la variante delta está “provocando olas catastróficas de casos del virus’', declaró Ghebreyesus.
Tanto Pfizer como Moderna han accedido a donar pequeñas cantidades de vacunas a COVAX, pero le han dado la mayoría a los países ricos. La iniciativa COVAX ha estado rezagada durante meses: casi 60 países pobres tienen estancadas sus campañas de vacunación y sus principales proveedores de vacunas no pueden entregar dosis sino hasta fin de año.
Pfizer tenía previsto reunirse el lunes con funcionarios del gobierno estadounidense a fin de analizar la autorización para una tercera dosis. La semana pasada, la compañía aseveró que una tercera dosis afianzaría la inmunidad y protegería contra las nuevas variantes.