Más de cien personas quedaron en la puerta de la sede de ANSES, del lado de afuera y formados sobre la vereda, esperando ser atendidas en la dependencia ubicada en calle Eusebio Blanco 450 (Ciudad de Mendoza) a primera hora de hoy. Tanto aquellas que tenían turno ya confirmado como aquellas que llegaron sin turno y aguardaban para solicitarlo se encontraron con la irritante noticia de que la dependencia no abriría sus puertas. O, mejor dicho, permaneció abierta algunos minutos, aunque luego bajaron la persiana metálica en sus narices.
Y, aunque la explicación que se les dio en la puerta era que la suspensión de la atención al público se debía a un corte de agua en la principal dependencia de la ANSES de Mendoza, la misma gente se mostró escéptica ante este argumento. Y es que, a nivel nacional -y Mendoza no es la excepción- hay asambleas de trabajadores públicos y gremios ante los despidos o no renovación de contratos de varios trabajadores de oficinas públicas.
Ante este panorama, que se está repitiendo en todas las dependencias de organismos nacionales del país -y con focos de conflicto principalmente en CABA-, se vivieron momentos de tensión en la puerta de ANSES Mendoza, con la gente esperando en la puerta -con evidente malhumor y críticas- y con el ingreso cerrado.
ASAMBLEAS Y FALTA DE AGUA
Según explicaron desde la delegación de ANSES de calle Eusebio Blanco (Ciudad de Mendoza), la atención al público en esta dependencia efectivamente se encuentra suspendida por un desperfecto en la bomba de agua del lugar.
“Se hicieron las asambleas temprano para definir cómo iba a seguir el plan de lucha y luego se iba a trabajar en este contexto, pero se detectó que estaba rota la bomba de agua. Y al no tener agua, técnicamente no se puede brindar atención al público”, explicó uno de los delegados de ATE de ANSES Mendoza a Los Andes.
No obstante, en otras oficinas -como la de Guaymallén, por ejemplo, se está atendiendo sin impedimentos únicamente a aquellas personas que tenían turno ya (mas no hay atención espontánea). “En las otras oficinas donde hubo asambleas se está atendiendo a la gente con el contexto justamente de asamblea. Pero en la sede de Eusebio Blanco la suspensión está directamente vinculada a la falta de agua”, agregó el referente gremial.
A nivel nacional, ATE ha convocado a un paro general para el próximo martes, 10 de abril. Y los trabajadores estatales de todo el país -Mendoza incluida- se encuentran llevando adelante asambleas y plenarios para definir si se pliegan a esta medida de fuerza y la manera en que lo hacen.
UN CONFLICTO NACIONAL
Este miércoles, 3 de abril de 2024, es el primer día hábil del cuarto mes del año. Luego del fin de semana XXXL, las oficinas y dependencias públicas retomaron la atención al público. No obstante, con el primer día hábil de abril, también entraron en vigencia los casi 11.000 despidos de empleados públicos dispuestos por el Gobierno Nacional. Y, de ellos, 3.000 se desempeñan -o desempeñaban- en ANSES y en todo el país.
Por esto mismo es que cuando los agentes de la Policía Federal explicaron que la suspensión en la sede de Eusebio Blanco se debía a la falta de agua en el lugar, los propios beneficiarios que aguardaban para entrar desconfiaron de esta explicación. Y es que, en Mendoza, también se está celebrando una asamblea de trabajadores de ATE en esta oficina (y otras tantas) ante la efectivización de los despidos.
A nivel nacional, luego de que ATE y otros gremios de trabajadores estatales convocaran a un “molinetazo” para que los trabajadores despedidos pudieran ingresar de igual manera a las oficinas donde trabajan (o trabajaban), el Gobierno nacional dispuso un fuerte operativo de seguridad en la puerta de estas oficinas a fin de contrarrestar este “molinetazo” con que los gremios pretendían que ingresen aquellos trabajadores que fueron despedidos.
El principal foco de tensión está en la Ciudad de Buenos Aires, donde a las 7, a las 8 y a las 9 se intentó llevar adelante el “molinetazo” gremial que no le impidiera el ingreso a los despedidos. No obstante, efectivos de las fuerzas de seguridad se formaron en las entradas a estas dependencias intentando impedir el ingreso de los trabajadores despedidos.
Esto derivó en enfrentamientos, corridas y episodios violentos, sobre todo cuando alguno de los cesanteados intentó ingresar a la fuerza a cualquiera de estas dependencias.
Incluso, el operativo comenzó ya durante el fin de semana largo, cuando se hicieron monitoreos en los distintos edificios públicos para evitar posibles tomas de los referentes gremiales o empleados cesanteados. Y es que fue en las últimas horas que llegaron los telegramas de despidos a 15% de la planta de trabajadores transitorios del Estado, cuyos contratos finalizaban el 31 de diciembre.
