Esta y las próximas semanas podrían catalogarse oficialmente como “la temporada de viajes”. Los festejos por el fin de año se suman con las vacaciones de quienes tienen la suerte de poder irse a algún lado y eso genera mayor movimiento de personas. El auto es elegido para traslados cortos así como para quienes deciden hacer muchos kilómetros. En este contexto, no hay que olvidar que la mitad de los siniestros ocurren en rutas, según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) por lo que es importante tomar las medidas necesarias para reducir riesgos.
Distracciones, descanso insuficiente, apuro por llegar y malas condiciones del vehículo podrían resumir aquellos factores que transformarían algo planeado para el disfrute en un problema.
El comisario inspector Javier Lopez, jefe de la Policía Vial de Mendoza, señaló las detracciones entre las causas fundamentales y agregó la necesidad de incorporar a la cultura del manejo la conducción defensiva. El mate, picar algo durante el viaje, el celular, el mapa, poner música, atender niños, charlas, pueden hacer perder la atención.
“El conductor se tiene que focalizar solo en la conducción y manejar a la defensiva, es decir ver qué conducta tienen los otros conductores”, advirtió.
Dijo que muchos siniestros viales ocurren porque se concentra mucho en la conducción propia y se pierde la perspectiva de lo que sucede afuera, el entorno. La importancia de esto radica en que al estar atento se pueden tomar con mayor inmediatez las medidas preventivas necesarias.
“Muy pocos conductores manejan a la defensiva”, subrayó.
Dio otro ejemplo: “Cuando hay un siniestro o algo fuera de lo común la gente gira la cabeza y sigue a la misma velocidad sin ver que detrás hay otros vehículos, es común, hay un siniestro en el acceso Sur o en acceso Este y hay 5 o 6 detrás y dicen que es porque estaban mirando”.
Distractores
El celular es actualmente uno de los principales distractores tanto en la conducción como entre los peatones, lo que ocasiona incidentes.
Desde la secretaría de Servicios Públicos de Mendoza recordaron que el uso del celular al volante es una falta gravísima en la nueva Ley de Seguridad Vial vigente en Mendoza y las multas por este motivo están entre las más frecuentes.
En ese marco hizo referencia a un reciente estudio hecho a nivel nacional que muestra que 16,8% de los conductores observados presentaron al menos un factor de distracción. Entre ellos, el uso del celular es el principal (9,4%), seguido de fumar al volante (3,2%) y tomar o comer (1,9 %), entre otros.
Subrayó que el uso del teléfono repercute en la capacidad de concentración, atención y reacción. En un comunicado y para explicarlo de manera gráfica dio como ejemplo: “Los seis segundos que tardamos en hablar por celular o escribir un mensaje de WhatsApp, a una velocidad de 100 km/h implica recorrer una distancia de 166 metros, luego de reaccionar y frenar”.
Si se hace un viaje largo es habitual que se vaya comiendo algo e incluso que circule el mate, algo que ha estado bastante en debate al señalarse la prohibición de hacerlo.
Al respecto, López destacó que lo que está prohibido es no tener las dos manos ubicadas correctamente en el volante y conducir mientras se hace una actividad distractiva, como tomar mate. Es decir que si un conductor va solo, no debe ir cebándose mate. Pero ¿y si va acompañado? Entonces podría el acompañante sostenerle el mate pero este no podría quitarse el cinturón. El tema es complejo. Es que el mismo comisario reconoce que la ley es algo ambigua en este sentido ya que deben considerarse diversos factores pero en la provincia se han aplicado multas por esta causa que ascienden a 30.000 pesos. Es un riesgo. Explicó que puede estar caliente y quemarse o volcarse y eso también distrae.
En definitiva, sólo está permitido soltar el volante con una sola mano para colocar los cambios.
“La ley no puede ser tan precisa porque las circunstancias ameritan tomar en cuenta un montón de situaciones, no es que esté prohibido tomar mate, comer papitas, sería innumerable la cantidad de cosas, como pelar un caramelo”, señaló.
Otros factores
Hay un factor que es propio de la temporada que puede incidir: el calor. “Aumenta el estrés y disminuye la capacidad de concentración, por lo que hace más probable un accidente de tráfico”, advierte en un informe National Geographic.
Apunta como evidencia los resultados de un trabajo realizado en Alemania por el club del automóvil ADAC, el más grande Europa.Las conclusiones apuntan que con temperaturas inferiores a los 15 grados, sólo un 47% de los siniestros podían atribuirse a distracciones del conductor. En cambio, esto se incrementó hasta el 63% con temperaturas superiores a los 25 grados.
“Cuando hace calor hay un deseo natural por salir del coche. Esto aumenta la impaciencia con otros conductores que cometen errores”, explicó Ulrich Chiellino, psicólogo de tráfico del ADAC.
Un estudio del Centro de experimentación y seguridad vial (Cesvi) también dio datos en el mismo sentido y resaltó que esto puede afectar la atención.
Refirió que cuando en un auto hacen 30 grados o más, algo no tan difícil en temporada de verano, se incrementan 22% los errores de conducción.
Lo atribuye a que la alta temperatura genera fatiga y potencia cualquier alteración o problema.
Hay que agregar que la incomodidad que genera el calor altera el humor y disminuye la tolerancia.
El apuro por llegar en esas condiciones u otras también puede generar problemas, una conducción más veloz, improvisada y hasta maniobras más arriesgadas. Por eso lo ideal es salir con tiempo, de manera planificada.
El cansancio también puede jugar en contra, en esta época ante la necesidad de dejar cosas resueltas quizás se durmió poco antes de salir. Esta situación afecta la capacidad de respuesta, los reflejos y la toma de decisiones. Hay quienes, para compensar optan por tomar bebidas energizantes, algo que el comisario desaconsejó.
“Se recomienda que descansen, no estar despierto a través de estimulantes, aunque sean naturales, ya que se va a disfrutar; tener el cuerpo descansado no se compara con nada, con estimulantes el cuerpo se mantiene en alerta pero está cansado y así disminuyen las capacidades psicomotrices de las personas”, explicó.
Otro aspecto que hay que cuidar es que no haya cosas sueltas dentro del habitáculo. Ante un siniestro estas adquieren gran velocidad y pueden ocasionar daños graves.
“En un oportunidad vimos un CD incrustado en el cuello de una pasajero, la velocidad que toma el elemento es la misma del auto, puede romper un cristal, es el caso del mate o el termo, a veces llevan fuentes de acero con comida en la luneta y a la velocidad que lleva el vehículo le pega en la nuca los pasajeros”, advirtió.
Condiciones del vehículo antes de viajar
Las condiciones “técnicas del vehículo” también participan. López señaló que deberían tener la RTO pero si no la tienen o se hizo hace tiempo hay que controlar.
Debe chequearse el funcionamiento parejo de los frenos delanteros y traseros y controlar el freno de mano.
El aire de las cubiertas es otro elemento que puede hacer la diferencia. El promedio para un vehículo convencional es de 30 libras, con un mínimo de 28 y un máximo de 32 libras, si va cargado.
Explicó que si hay poco aire en las cubiertas la aerodinámica del vehículo no es la misma o afecta la frenada. Si las ruedas están desinfladas se consume más combustible porque el motor hace más esfuerzo.
En cambio, con exceso de aire se vuelve como una pelota de basquet. Entonces si se toma un bache, el auto rebota. “Eso hace perder el control del vehículo en vez de estabilizarse y que los tejidos se adhieran a la capa asfáltica”, remarcó.
No hay que olvidar medidas esenciales como el uso del cinturón de seguridad, velocidad prudente, no pisar la banquina y llevar la documentación necesaria.
