Mientras el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) continúa con los reclamos para que las clases presenciales sean suspendidas en Mendoza, desde la DGE aseguran que son mínimos los casos y que se concentran, principalmente, en docentes del nivel secundario.
Desde la Dirección General de Escuelas (DGE), que dirige José Thomas, confirmaron que “todo sigue igual hasta que no haya nuevo aviso”, más allá de la sugerencia del Gobierno nacional en torno a dejar sin efecto las clases presenciales por dos semanas, desde el lunes 19 hasta el 30 de abril.
En este sentido, Graciela Orelogio, subsecretaria de Educación de la provincia, indicó que “las escuelas se van cerrando y abriendo en la medida que vamos teniendo los casos”, y que sólo en el 1%de los agrupamientos se han activado los protocolos, sobre un total de 1.800 (agrupamientos o mal llamadas burbujas)
Otro dato a tener en cuenta es que se dan más casos en los colegios secundarios que en los primarios, y esto no se debe a la actividad de los estudiantes, sino a la de los docentes. “El nivel inicial es el que activa menos protocolo. En relación a la cantidad de escuelas, se ha activado más en la secundaria, porque el profesor de primaria da clases en una escuela y el de secundario da en varios colegios”, precisó la funcionaria.
En contraposición a los números que informa la DGE, desde SUTE, señalaron que los casos de docentes y alumnos contagiados son más elevados, pero que, como no pueden acceder a los datos del GEM, debieron realizar su propio sondeo.
A partir de un cuestionario online, que completaron unas 200 escuelas de Mendoza, Mirtha Farget, secretaria gremial de SUTE, aseguró que “hay un 30 por ciento de positividad en las escuelas de los departamentos del Gran Mendoza”. Y que, con el objetivo de “frenar los contagios para darle un respiro a los hospitales, por 15 días”, es que solicitan el cese de las clases presenciales.
Agregó que, a partir de esas cifras, que contemplan las mismas variantes del semáforo del Consejo Federal de Educación, “el Gran Mendoza está en rojo y debería suspender las clases presenciales”.
No obstante, Orelogio negó la situación: “Si en las escuelas tuviéramos un 30 por ciento de positividad, en las poco más de 2600 que hay en Mendoza, los casos diarios de la provincia deberían ser muchísimos más”.
Según precisó la funcionaria, entre el personal docente, no docente y estudiantes, son cerca de 550 mil las personas que asisten a los establecimientos.
Si bien a finales de 2020 se habló de ‘burbujas’ para el retorno a las aulas, lo que permitía dictar clases a grupos reducidos de estudiantes, hoy ese término ya quedó en desuso.
Actualmente se utiliza la expresión ‘agrupamiento’ en referencia al grupo de alumnos que comparten el mismo aula, pero puede haber más de uno por curso e, incluso, hay escuelas que no tienen ninguno. Esto depende de la cantidad de alumnos y del espacio físico con el que cuenta cada uno.
El protocolo se activa tanto por sospecha de un caso como por confirmación. En la primera situación, si se descarta que sea un positivo, inmediatamente se retoma el cursado y se deja sin efecto el aislamiento.
Docentes y estudiantes “no pueden volver a la presencialidad hasta que no tienen un alta, con certificado médico por sí o por no. No podemos mentir”, aclaró Orelogio.
Cuando el referente covid del establecimiento informa el caso al referente epidemiológico, que depende del Ministerio de Salud, este último efectúa una serie de preguntas para evaluar la suspensión de clases del agrupamiento o si será para todo el establecimiento. “Hasta ahora no se ha dado ningún brote en las escuelas, porque cada vez que tenemos una persona con síntomas, en el mismo momento se aísla”.
Piden aumento del monto para abonos
Como se dijo, la provincia no modificará el actual sistema y apela, además, al retorno a las aulas de quienes ya recibieron al menos una dosis de vacuna y de aquellos que, a pesar de poder hacerlo, optaron por no ser inoculados. El gremio docente manifestó su preocupación por la cantidad de trabajadores del área afectados. “Hay compañeros y compañeras con Covid, algunos en grave estado”, explicó Farget.
En cuanto al reclamo por el aumento del monto que reciben las escuelas para contribuir en el pago del abono de los estudiantes, que es otro de los pedidos del SUTE, la secretaria gremial aseguró que “hace años venimos con la necesidad de un aumento del abono, pero la DGE nunca subió la cifra. Con la inflación que hay cada vez alcanza para menos, queremos obtener más abonos en las escuelas”.