El último martes, un grupo de hackers robó la base de datos del Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor (DNRPA) y ofrecía la información de casi seis millones de licencias de conducir a tres mil dólares. Ahora, el Ministerio Público Fiscal informó que se abrió una investigación judicial sobre lo sucedido.
Entre las licencias intrusadas contenidas en la base fueron exhibidas las del presidente, Javier Milei, y las de los ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Luis Petri.
La Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), a cargo de Horacio Azzolin, abrió una investigación preliminar “para esclarecer la filtración de datos sensibles de licencias de conducir pertenecientes a políticos, personalidades públicas y ciudadanas/os, obtenidas a través de un ataque informático a las bases de datos de la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor (DNRPA)”.
Así lo informó la página de internet del Ministerio Público Fiscal (MPF), que consignó que “la Agencia Nacional de Seguridad Vial efectuó la denuncia ante la UFECI”.
Este martes, un usuario de la red social X publicó un posteo en el que anunciaba que en la aplicación de mensajería Telegram se ofrecía para la venta un lote de 1,2 terabytes de información.
“El paquete incluía los datos de las licencias de conducir extraídas de la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad Automotor (DNRPA) del presidente de la Nación, ministros y otras personalidades públicas”, señaló la página de los fiscales.
La fiscalía especializada comprobó que “la información ofrecida a la venta parecía coincidir con la de las licencias de conducir de ciudadanas/os”.
“Se descargó la base de datos ofrecida -la cual se encuentra en proceso de verificación de su autenticidad-, se solicitaron medidas y se dio intervención a la División Ciberpatrullaje de la Policía Federal Argentina, para que colabore en la pesquisa”, explicó el MPF.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial intentó llevar tranquilidad a la población, aclarando mediante un comunicado que los piratas informáticos accedieron a “un caudal acotado” de información.