R. y Y. tienen 78 y 77 años, respectivamente. Son un matrimonio de jubilados que vive en Guaymallén y, como tantos otros, intentan “cuidar el mango”, como suele decirse, para que lo que perciben como jubilación les dure lo máximo posible.
Quizás por esto mismo, al igual que otros tantos jubilados y jubiladas de Mendoza, R. y Y. se convirtieron en dos de las tantas víctimas que mordieron el anzuelo en los últimos días y cayeron en el engaño de un supuesto descuento en la tarifa de Aguas Mendocinas.
Y es que, primero por un mensaje de WhatsApp y luego complementada por una llamada telefónica, el matrimonio compartió información y datos personales con la seductora propuesta de obtener 50% de rebaja en la tarifa de agua y saneamiento. No obstante, fue todo un engaño y a la pareja le vaciaron la cuenta –donde tenían los haberes jubilatorios- y, además, pidieron dos préstamos por 1,4 millones de pesos.
“Saben muy bien cómo aprovecharse de los jubilados. Saben que muchos de ellos tienen dos mangos y por eso los enganchan con estos supuestos descuentos”, describe el hijo de este matrimonio de Dorrego a Los Andes y sobre el modus operandi de los estafadores.
“A mi vieja la tuvieron una hora en el teléfono, hablando, pidiéndole los datos. Y hasta le pidieron que enviara una foto del DN de ella y de mi papá”, describe el hombre. “Da bronca cómo se aprovechan, imaginate que mi mamá –antes de cortar- estaba tan contenta que hasta les dijo a los estafadores que deberían aumentarles el sueldo por la paciencia que tenían”, agrega el hijo de las víctimas, con impotencia en sus palabras.
Por cada una de las víctimas solicitaron un préstamo de 700.000 pesos, aunque –con ayuda de sus hijos-, R. y Y. ya desconocieron esta acción. No obstante, también vaciaron sus cuentas bancarias.
CUANDO ES GRANDE LA LIMOSNA...
El viernes pasado, cerca de las 16, Y. recibió un mensaje en WhatsApp. Con la imagen y el logo de Aguas Mendocinas, le ofrecían un “pack especial para jubilados” con “descuentos de hasta 50%”.
Atraída por el ofrecimiento, la mujer de 77 años no pudo resistirse a semejante propuesta y contestó la conversación: el anzuelo de los estafadores había sido mordido.
“La engancharon por WhatsApp y después la llamaron por teléfono. Saben cómo son los jubilados, por eso los llaman directamente. Saben cómo entrarles y los enganchan”, describe el hijo de las víctimas.
Por lo general, son la credulidad y el conocimiento poco profundo sobre redes sociales y apps móviles las debilidades de jubilados y jubiladas, y los talones de Aquiles de los que se aferran los delincuentes.
Luego de una hora hablando por teléfono y de la felicidad de Y. –quien hasta los halagó diciendo que merecían que les suban el sueldo-, los estafadores le pidieron a la mujer que envíe las fotos del documento de ella y su esposo.
Con esa información, sumado a lo que habían logrado recabar durante la charla, los malvivientes vaciaron la cuenta de R., donde únicamente tenía lo de su jubilación (180.000 pesos).
“El sábado se enteró mi papá, porque fue a pagar un café que estaba tomando y se percató de que no tenía nada en la cuenta. Se metió y vio que le quedaban solo 800 pesos”, resume el hijo de los estafados.
Alertados, y con ayuda de sus hijos, R. y Y. ingresaron a ver los movimientos de su cuenta bancaria y allí se percataron, además, de que los timadores habían pedido un préstamo por 700.000 pesos desde la cuenta de cada uno de ellos. Es decir, un préstamo por 1,4 millones de pesos en total.
“Para mí hay algo más acá. Es imposible sacar un préstamo de 700.000 pesos por teléfono, y estos tipos pidieron dos y con dos personas distintas. Eso me lleva a pensar que hay algo más, un tongo por todos lados”, agrega, levantando suspicacias, el hijo de las víctimas.
Los damnificados realizaron la denuncia en el Ministerio Público Fiscal de Mendoza y, prácticamente en el acto, desconocieron las solicitudes de los préstamos. Ahora será cuestión de que el banco reconozca ese desconocimiento y anule esas peticiones (ayer fueron presencialmente al banco para denunciar la situación).
No obstante, a las víctimas les vaciaron las cuentas. E, incluso, debieron dar de bajas todas las tarjetas de crédito y débitos vinculadas a su cuenta.
“Son unos mala leche, te enganchan con un descuento de Aysam para jubilados, son unos hijos de puta. ¿¡Cómo se van a meter con ellos!?”, destaca, siempre con impotencia, el hijo de R. y Y.
LA ADVERTENCIA DE AGUAS MENDOCINAS
Aguas Mendocinas alertó sobre esta modalidad de estafa virtual especialmente dirigida a adultos mayores y jubilados.
“Se están recibiendo denuncias de usuarios, advirtiendo que personas ajenas a la empresa mediante mensajes engañosos por WhatsApp y Redes Sociales, se comunican ofreciendo Subsidios a Jubilados con un descuento del 50% y solicitan datos personales y documentación”, alertó Aysam en un comunicado.
“Todo el procedimiento es UNA ESTAFA”, subrayaron.