La Iglesia Católica busca dejar de recibir aportes del Estado Nacional y espera en breve eliminar los últimos. Desde el 1 de enero dejó de percibir la asignación mensual que percibían arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares. Los otros fondos que recibe van destinados a parroquias de frontera y seminaristas y, según explicaron desde el Arzobispado de Mendoza, están en proceso de eliminarse.
Se trata de un proceso que se había iniciado en 2018 con la intención de “blanquear” la situación. El vocero del Arzobispado local, Marcelo De Benedectis, así lo señaló al destacar que ha persistido durante años la idea en la sociedad de que la Iglesia es sostenida por el Estado cuando en realidad el dinero que recibe es ínfimo en relación a lo que implica mantener su estructura.
Ante esto -dijo- se solicitó renunciar a dichos aportes.
Así, desde el primer día de este año, la Iglesia ya no recibirá el monto para arzobispos y obispos diocesanos que era de $55.000 por mes y no se actualizaba desde hace muchos años (2018).
En tanto, tampoco recibirá lo correspondiente a obispos auxiliares que era de $45.000 mensuales.
“El último día hábil de diciembre de 2023, concluye, conforme a lo establecido en Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina e informado a la Secretaría de Culto, el proceso de renuncia iniciado en el 2018 de los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares a la asignación mensual prevista en la ley 21.950″, informó la Conferencia Episcopal Argentina en un comunicado del 29 de diciembre.
Se trata de un cambio considerado histórico en tanto el pago recibía críticas por provenir de un Estado no confesional y que además privilegiaba una religión por sobre otras.
En Mendoza
“Desde 2018 la Iglesia pidió no recibir aportes, es un antecedente histórico”, dijo De Benedectis.
“Era más simbólico que real y efectivo (...) para terminar con el mito de que el Estado argentino sostenía a la Iglesia, algo irreal”, apuntó.
Detalló que hay tres aportes que hace el Estado: a los arzobispos y obispos, a las parroquias de frontera y a los seminaristas.
Tras la renuncia que ya se concretó, son dos las personas que dejarán de percibir el monto nacional en Mendoza: el Arzobispo, Marcelo Colombo y Monseñor Marcelo Mazzitelli, obispo auxiliar de la provincia. Ese dinero quedaba para el Arzobispado.
Además dijo que José María Arancibia, como obispo emérito, había renunciado hace años.
Ahora, se apunta a renunciar a los últimos aportes del Estado que le quedan, destinados a parroquias de frontera y seminaristas . El vocero explicó que las primeras reciben un aporte de $5.500. Se trata de aquellas que están ubicadas en entornos de mucho aislamiento y condiciones adversas por lo que hizo hincapié en que ese dinero, que no queda en manos del párroco sino que es para la parroquia, no impacta demasiado.
No pudo precisar cuántas hay en Mendoza pero estimó que pueden ser 4: en Uspallata, La Consulta, Malargüe y quizás haya en el Valle de Uco, en el límite con Chile.
En cuanto a los seminaristas, reciben un aporte para su manutención de $3.850, sobre lo cual señaló que claramente no cubren lo que implica alimentos, vivienda y otros costos. Son 15 en Mendoza.
Por todo esto, destacó una vez más: “Todo lo mantiene la Iglesia, toda la obra, con la solidaridad de la gente, la colecta en misa y donaciones”.
Excepciones
Sin embargo, hay un grupo que aún podrá acceder bajo ciertas condiciones. En ese caso deberán gestionar la asignación individualmente. Asimismo, el monto ha sido actualizado y asciende a $98.000.
“A partir de consultas recibidas se comunica también que en una resolución del día 26 de abril de 2023, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto en uso de sus facultades, dio lugar a que los arzobispos y obispos que hayan cesado en sus cargos por razones de edad o de invalidez puedan solicitar de manera particular, con una serie de requisitos, recibir el beneficio de la asignación prevista en la ley”, detalló el organismo.
En este punto, De Benedictis dijo que en la provincia no hay quien pueda acceder por ahora porque está destinado a quienes son muy mayores y aún son jóvenes aquí.
¿Cómo se afrontará el pago?
Ahora, las asignaciones de los obispos serán asumidas por las propias diócesis, explicaron desde el Arzobispado local. Detallaron que desde el inicio del proceso se creó un fondo solidario desde la Conferencia Episcopal Argentina con aporte de las diócesis del país para colaborar con las diócesis más necesitadas, aplicando un sistema de porcentaje en virtud de su situación económica y necesidades.
Ya hace años que hay un movimento que demanda la “separación” entre la Iglesia y el Estado, lo cual cobró más ímpetu en el marco de del debate por la legalización del aborto en el país desde 2018.
En ese marco, la Iglesia anunció que iniciaba el proceso para renunciar al aporte que venía analizando internamente y puso en marcha un plan de autosostemiento.
La ley normativa se enmarca en el artículo 2 de la Constitución que dice que el gobierno federal sostiene al culto católico. Clarín explica en una publicación que en detalle estipula que los arzobispos y obispos recibirían una asignación equivalente al sueldo de un juez de primera instancia, pero hacía años que el monto no se actualizaba.