El nacimiento de Roma fue programado el 28 de agosto del año pasado por cesárea, en la Clínica de Cuyo. Minutos después de su llegada al mundo, los padres de esta nena, Sergio Lucero y Soledad Bruno, se sorprendieron al enterarse que su hija nació con acondroplasia. Esta es una condición congénita, que determina baja estatura, miembros cortos y macrocefalia (el diámetro de la cabeza más grande de lo normal).
“Cuando me acerqué a mi mujer a preguntarle cómo estaban ella y la bebé después del parto, me dijo: ‘Más o menos’. Fui a ver a Roma, la acaricié, y en ese momento me comunicaron que nació con enanismo. No podía creerlo. Fue difícil. Tuve muchas emociones juntas, pero estaba muy feliz por la llegada de ella y por haber sido padre otra vez”, comentó Lucero con emoción en el inicio de la charla.
Luego, continuó: “Nosotros nos enteramos cuando nació. En las ecografías no había salido nada fuera de normal. El doctor me explicó de qué se trataba de acondroplasia, porque nosotros ni sabíamos qué era eso. Ni siquiera cómo se pronunciaba esa palabra”.
Desde ese día cambió la vida de la familia Lucero, que está compuesta por Sergio, Soledad y por Lisandro, de 3 años. Sus padres comenzaron la búsqueda de información sobre el desarrollo que debe llevar un recién nacido que nace con dicha condición. Allí se enteraron de que, a medida que crecen los niños con esta condición, su inteligencia es normal, así como su rendimiento escolar.
Quienes padecen de acondroplasia necesitan la atención de un equipo multidisciplinario, en disciplinas especializadas en crecimiento y desarrollo, genética, kinesiología y neumología, entre otras. En este sentido, los padres de Roma fueron acompañados por toda la familia para transitar este camino, y encontraron respuesta a sus miles de preguntas. Desde un primer momento, se contactaron con Cecilia Albino (hija del reconocido Abel Albino, emblema de la Cooperadora para la Nutrición Infantil, Conin).
Cecilia es madre de Lieve, quien nació con la misma condición que Roma. Sobre el contacto con Cecilia, Lucero contó: “Nos sentimos muy acompañados. Ella contó su historia en las redes sociales y en un programa muy famoso de la televisión nacional, fue gratificante y nos transmitió mucha empatía”.
Unos meses después del nacimiento de Roma, la bebé enfrentó una complicación de salud. Mediante estudios pedidos por su doctora, luego de que los padres detectaran segundos en que la bebé “se desconectaba del mundo”, descubrieron que Roma tenía una respiración corta al dormir. En consecuencia los resultados de los estudios de apnea arrojaron que la bebé tenía un 75% de posibilidad de muerte súbita.
Con esta noticia inesperada, se planificó una operación muy compleja en el Hospital Español para fines de julio, que duró casi cuatro horas, a cargo de Emilio Pelleriti y Mariana Cuervo.
En cuanto a la cirugía, Lucero explicó: “Consiste en limar un hueso de la columna que aliviará la compresión en la cabeza, debido a que esta es más grande de lo habitual. Esto alivia la respiración y la apnea. Por suerte salió todo bien, se recuperó perfectamente. Estuvo cuatro días internada en terapia y el doctor está sorprendido para bien”.
Luego de esta operación superada con creces, la familia de Roma (que se hizo fuerte muchas veces en poco tiempo por todo lo vivido), está muy agradecida a todos lo que los apoyaron, y ayudaron. No sólo a los médicos que la operaron, sino también a Jimena Dri (pediatra que la revisa en el departamento de Tunuyán).
Sergio Lucero integra el equipo de prensa del municipio de Tunuyán y por eso no quiere dejar pasar la oportunidad de ofrecer un mensaje de fe a todos los padres, y no solo a quienes tiene hijos con capacidades diferentes: “No hay que dramatizar tanto, tenemos que mirarnos como padres para ver que no están solos en esta cosas. Nuestra hija nos demostró que sin salud no somos nada, por más que tengamos muchas otras cosas. Ella sí es un ejemplo para todos, es una guerrera”.