Pocos conocen a Naicó, una localidad ferroviaria de La Pampa que supo tener su auge hace un siglo, y sin embargo, al correr los años la gran parte de sus habitantes decidió buscar otros horizontes.
Gracias a los turistas curiosos e interesados en conocer la historia de lo que alguna vez fue un asentamiento de alemanes y tierra de comunidades aborígenes, este pueblo fantasma vuelve a resurgir.
A 40 kilómetros de Santa Rosa, fue fundado el 28 de mayo de 1911 con el nombre de Ministro Lobos - Estación Naicó, en honor al funcionario de agricultura del presidente Roque Saenz Peña.
En diálogo con Clarín, Jesica Pundang, la dueña del único hostal del lugar, habló sobre la historia del puebo. “Quedó dividido en dos. La colonia de alemanes del Volga, que vinieron con el ferrocarril, se ubicó a 1.500 metros de la estación. De esa parte no queda absolutamente nada porque eran chozas de barro y paja”, explica.
El declive comenzó con la crisis del 30 y se acrecentó a medida que el tren empezaba a disminuir su frecuencia. El destino inexorable se hizo presente y el éxodo masivo fue inmediato. Según el último censo (2010) son tres los habitantes permanentes, lo que le dio el título del lugar menos poblado de esa provincia. Pundang considera que hay solo uno. Alberto Matías Kin de aproximadamente 60 años, la única persona que nació y vivió toda su vida en ese mismo sitio.
Atmósfera rural
Ni supermercados, transporte público o servicios como agua corriente. Los ciudadanos deben ir hasta la capital pampeana para proveerse de víveres. “Estamos en el medio del campo”, dice Pundang, quien en 2017 abrió junto a su esposo el hotel que lleva el mismo nombre del lugar y apostó al turismo en un pueblo donde la extinción está latente.
“Mi marido vio por internet que se vendía un lugar. En un principio la idea fue tomarlo como un campo, pero luego de que nos mudamos dejábamos la tranquera abierta y entraba gente a preguntar cuándo se inauguraba. Después lo empezamos a vender en redes sociales y nos sorprendió bastante la respuesta”.
El matrimonio propone sumergirse en cada una de las historias que guardan los rincones y alejarse del ruido de la ciudad, para palpar lo elemental y revivir las típicas costumbres argentinas.
Entre las actividades, se puede subir al cerro de la Virgen y contemplar el atardecer siendo testigo de la flora y fauna autóctona. Desde ahí se puede identificar el Castillo del parque Luro, o diferentes lagunas, en una de las cuales yace el cuerpo de un aborigen.
“Hace como tres años, encontraron los restos de una persona, y el dueño del campo que hacía poco que se había mudado, llamó a la policía. Tenía más de 150 años de estar enterrada. Así que se comunicaron con el lonco de los Ranqueles (jefe de la comunidad) y ellos decidieron volverla a enterrar en esa misma laguna”.
Otra opción es visitar el Puente Negro, el único puente ferroviario de la provincia que conectaba con el puerto de Bahía Blanca, o realizar cabalgatas de la mano de los dueños del establecimiento. A quienes no sepan andar a caballo se les enseñará y quienes ya tengan experiencia montando, pueden realizar un recorrido de cinco kilómetros dentro de un predio donde antes se extraía arcilla. Se ven las huellas de esa actividad, lagunas, patos y distinta vegetación.
La buena mesa
Pensar en restaurantes en este pueblo fantasma no es posible, pero tampoco se hacen extrañar. Pundang es quien se encarga de brindarle a los huéspedes un menú abundante, al mejor estilo bodegón y típico de campo. “Nuestro plato exclusivo es el cabrito a la finas hierbas, porque somos unos de los pocos productores de la zona en tener cabra colorada, una raza genética”.
Además sirven cordero al disco, ciervo al champignon, tablas de fiambre, empanadas de cordero, escabeches de jabalí, entre otros platos.
Aunque la pandemia azotó a la industria turística, en Naicó -cuyo nombre en dialecto ranquel significa agua de manantial o agua que baja-, la actividad prosperó gracias a la casi nula circulación de personas y la posibilidad de mantener distancia social.
“Los primeros cuatro meses, estuvimos cerrados totalmente. Una vez que habilitaron el turismo fue como un boom. Dentro de todo lo malo que tiene la pandemia, a nosotros nos favoreció bastante. Tenemos movimiento de gente constante, y estamos muy promocionados porque la mayoría de nuestras actividades son al aire libre”.
Miniguía
Cómo llegar. Desde Buenos Aires son 647 km por ruta 5 hasta Santa Rosa y luego ruta 35. Bus a Santa Rosa, desde $ 3.500 ida. El hostal ofrece servicio de traslado desde la capital pampeana.
Dónde alojarse. En el Hostal Naicó. Cuenta con un paquete turístico con pensión completa. El check in se realiza los sábados a las 16 y el check out a las 19 del día siguiente. Incluye cabalgata, excursión al cerro de la Virgen, un circuito caminando y pileta. El precio por persona es de $ 5.750 (2954-550463)
Informes. turismo.lapampa.gob.ar