Al igual que la famosísima trieja mendocina de Nazareno, Eliana y Maira, que generaron una gran repercusión nacional, pero al mismo tiempo ayudó a que muchas personas que disfrutan y practican relaciones no monógamas pudieran contar sus historias, tres hombres colombianos revolucionan las leyes de su país.
Su historia comenzó en el 1999 cuando Manuel José Bermúdez Andrade y Alejandro Rodríguez Ramírez comenzaron una relación que años después sentaría dos precedentes a nivel mundial: el matrimonio entre tres personas y la pensión por viudez a dos de ellos.
A la pareja se le sumó en el 2003 Álex Esneyder Zabal convirtiéndose así en una trieja. Años más tarde en 2012 se sumó otro integrante, Víctor Hugo Prada Ardila y por un tiempo fueron una familia de cuatro. Lamentablemente, un año después, Álex murió de cáncer y la relación volvió a ser una trieja que continúa hasta hoy en día.
En una entrevista con el diario Clarín, los tres protagonistas repasaron su historia de amor de más de 20 años.
El inicio de una relación de dos:
Manuel recordó: “Cuando llegó Alejandro yo ya había vivido mucho” y el mismo aseguró haber sido “muy libre en temas de sexualidad” por lo que no podía privar a su pareja de la curiosidad y el deseo. “Me parecía injusto que yo con tantas vivencias y él con tan poquitas se prive de los placeres de su cuerpo. Entonces le dije: ‘Si alguien te genera deseos no tienes por qué privarte. Tu cuerpo es tuyo, lo puedes disfrutar, no es mi propiedad. Y si alguien te mueve más que el deseo, si es amor, entonces conversamos y miramos qué pasa’”
Un año más tarde se casaron, pero el matrimonio igualitario en Colombia aún no existía, lo cual los obligó a realizar un contrato de patrimonio para reemplazar la tradicional ceremonia de casamiento.
De dos, a tres: Manuel, Alejandro y Alex:
Alejandro, casi como una profecía autocumplida, contó: “En 2003 conozco a Alex y nos hacemos amigos. Al contarle que Manuel y yo teníamos una relación abierta a él le empezó a surgir cierta curiosidad, se interesa y empieza a hacer indagaciones”.
Al principio para Alejandro fue una relación en paralelo, pero no oculto y con el tiempo terminó integrando a los tres “Alejandro fue muy sincero, tal como habíamos acordado. Me planteó: ‘Yo te quiero mucho, pero apareció alguien en mi vida que me movió el piso’. Y yo le dije: ‘No sé cómo manejar esto, pero si decís que me querés no veo por qué el marido de uno no puede tener un novio. Ensayemos a ver qué pasa’” recordó Manuel sobre ese momento.
Según cuentan, en un principio fue una relación con complicaciones, pero dio un giro inesperado: “Manuel y Alex se conocieron, empezaron a hablar y a gustarse”. Y agregó: “Ahí ya estábamos ante la posibilidad de pensarnos de una manera distinta. Ninguno de los tres tenía pensada una relación de tres, pero algunos amigos nos hicieron ver por qué no podíamos vivirlo así si éramos de mente abierta” contó Rodríguez Ramírez
Sobre esta situación, Manuel acotó: “La sorpresa fue que con ese otro ser que en su momento no me llamaba la atención empezamos a hablar mucho sobre Alejandro y terminamos enamorados. A tal punto, que un día dijo una frase que cerró el tema del poliamor: ‘Si usted deja a este man, yo me quedo con él’. Estaba muy enamorado de mí, yo también estaba muy enamorado de él, y tomamos la decisión de formar una familia de tres. Inicialmente, no sabíamos que se llamaba poliamor ni trieja, pero estábamos abiertos a vivirlo”
A su vez, señaló: “Y eso hicimos, empezamos a tratar de entender y buscar viabilidad en lo que estábamos viviendo, porque veníamos de una cultura donde no se puede tener una relación de más de dos personas”, señaló.
Una familia de cuatro: Manuel, Alejandro, Alex y Víctor
Después de haber establecido su relación, un nuevo desafío se presentó en sus vidas. Sin embargo, como habían afirmado previamente, el camino ya estaba despejado. Fue en ese momento cuando Víctor Hugo Prada Ardila apareció en escena, con la intención de limitarse únicamente a lo erótico: “Llegué sin pretensiones de buscar algo afectivo, no buscaba sino placer, sexo, diversión. Me fui enamorando de tres hombres totalmente diferentes. Me permití vivir esta experiencia de formar parte de una familia poliamorosa y diversa como la tengo ahora, a 10 años de haber llegado”.
Fueron cuatro durante un año y medio hasta la muerte de Álex: “Lo incorporamos a la familia, se quedó en ella y nos acompañó en la muerte de Alex; quedó viudo como nosotros. Y terminó siendo otra vez una trieja” comentó Manuel.
Los hombres pensaban casarse de a cuatro, pero por la pérdida de su amado lo hicieron de a tres en el 2017, un año después de que aprueben el matrimonio igualitario en Colombia. Tal hecho lo calificaron como “una ruptura histórica”. “Estamos acompañados en techo, lecho y mesa, que es lo que exige la ley. Sentir que el otro me acompaña y me complementa es muy bonito”, concluyó Manuel.
Poliamor y derechos:
Los cuatro colombianos, aunque no tenían intenciones de hacerlo, con el tiempo, se convirtieron en referentes de los derechos de las personas poliamorosas. “No nos propusimos hacer cosas por activismo, sino más bien por reivindicación de derechos. Esto terminó siendo un asunto muy lindo de activismo que nos reconocen no solo la prensa, sino también los abogados, por haber marcado una jurisprudencia histórica en Colombia al haber incluido las palabras trieja y poliamor” contó uno de los integrantes de la trieja.
“Valió la pena haber esperado tantos años y haber dado el debate legal para lograrlo, para que cualquier tipo de familia sienta que tiene la garantía del respeto y del acompañamiento legal que se merece del Estado”, aseguró Alejandro en referencia al beneficio que obtuvieron tras la muerte de Álex.
“Creo que estamos haciendo historia y marcando un hito en un país que dice todavía no estar preparado para muchas cosas. Somos una familia totalmente diferente a otras; que marcó una nueva ruta en Colombia y en el mundo; somos un referente para poder avanzar y dar un salto a temas que todavía son mitos, que todavía tienen tabú pero existen” agregó Victor.