Benja, el mendocino que fue atropellado por un micro tras salvar a su novia: ahora su memoria dura media hora

Benjamín Zútaro (22) fue atropellado por un micro en Guaymallén en julio de 2022, luego de que salvara a otra joven en el mismo episodio. Por el golpe, perdió parte de la masa encefálica y quedó con una discapacidad intelectual. La dura historia de la familia.

Benja, el mendocino que fue atropellado por un micro tras salvar a su novia: ahora su memoria dura media hora
La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Mariano Benjamín Zútaro está transitando su última semana con 22 años. Y es que el próximo miércoles 29 de marzo, el joven cumplirá 23 y lo celebrará con su mamá, Romina, y con sus otros tres hermanos. Sin embargo, muy probablemente, hace ocho meses, ni Benja, ni Romina ni sus hermanos habrían imaginado que los 23 del mayor de los chicos sería vivido en esta situación de angustia y de sensación de remar constantemente contra la corriente.

Es que la vida de Benja cambió drásticamente el 19 de julio del año pasado, cuando un colectivo lo embistió violentamente en el momento en que intentaba cruzar el carril exclusivo para estos vehículos en el Metrobus de Guaymallén.

Fue en el carril Godoy Cruz, a metros del cruce con Arenales, e instantes después de que él y quien por entonces era su pareja bajaran de otro colectivo. Los chicos intentaron cruzar la calle por detrás del vehículo del que acababan de descender cuando otro micro, que circulaba en sentido contrario (y a mayor velocidad de la permitida, según las pericias y un fallo vial del Juzgado de Tránsito de Guaymallén), atropelló al joven.

La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Benjamín fue impactado de frente y de lleno por un colectivo del Grupo 800 y toda la secuencia quedó grabada en las cámaras de seguridad. También quedó registrado cómo Benja, en un acto reflejo, empujó a la joven que iba con él para alejarla de la zona de peligro y terminó a cambio quedando expuesto al impacto en toda su integridad.

“El micro atropelló a mi hijo y, de la violencia, lo empujó varios metros para adelante. Se golpeó violentamente la cabeza, se rompió parte del hueso del cráneo y perdió parte de la masa encefálica, por lo que ahora tienen que operarlo para ponerle una placa en la cabeza. Está yendo a rehabilitación y vuelve a caminar de a poco. Camina una cuadra y se cansa, por ejemplo. Le ha quedado una discapacidad, ya que la mitad del cerebro fue afectada por el golpe. La semana que viene, Benja cumple 23 años, pero tiene la mentalidad de un nene de siete años y, según nos han dicho los médicos, la memoria de lo que pasa o le dicen le dura media hora; después se olvida”, resume Romina Núñez (41), quien agrega que el joven también confunde y olvida palabras.

La mujer vive sola con sus cuatro4 hijos en una casa familiar que le han prestado en Villa Nueva (Guaymallén) y, desde que salió su hijo de la terapia intensiva, vive por y para él. A tal punto de que, para poder ocuparse de su hijo y llevarlo a las consultas médicas y sesiones de rehabilitación, tuvo que dejar de trabajar y renunciar a todas sus otras obligaciones.

Sentado en su silla de ruedas y en el living de la casa, Benja mira y escucha con atención a su mamá, mientras ella recapitula esos fatídicos segundos que cambiaron la vida de toda la familia, así como también los 26 días en que estuvo internado en terapia intensiva en el Hospital Central y el mes que luego permaneció en sala común.

“Los médicos nos decían que él iba a fallecer, y nosotros pedimos cadena de oración a todos los que lo conocían y a la gente que seguía la noticia en los medios. ¡Y él salió! Agradezco a Dios que Benja esté con nosotros, pero ha quedado con una avanzada discapacidad que es para siempre”, reflexiona la mujer en voz alta.

En cuanto a la empresa a la que pertenecía el micro que atropelló a su hijo, Romina Núñez se refiere a ella de manera muy crítica y hasta con decepción. “Nunca nadie respondió, ni siquiera llamaron o se acercaron para ver cómo estaba Benja. Fue como si hubieran atropellado a un perro, y ni siquiera a un perro se lo deja tirado así”, resume Romina.

Según cuenta ella –y confirma su abogado, Oscar Alfredo Lui– existe una resolución del juez Juan Darío Penisse (del Tribunal de Gestión Judicial Asociada en lo Civil, Comercial y Minas 1 de la Primera Circunscripción) que establece que la empresa a la que pertenece el colectivo que atropelló a Benjamín debe resarcir a la familia con 300.000 pesos. Se trata de una medida previa, solicitada por Lui, para que la familia pueda hacerle frente a los gastos de internación y al tratamiento de Benjamín hasta tanto haya un fallo definitivo (porque el joven necesita con urgencia esta atención). No obstante, la empresa no ha acatado esa resolución aún.

La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

“Pedimos 2 millones de pesos como parte de esta medida previa, de los cuales el juez autorizó 300.000. Sin embargo, al no estar firme la condena todavía, desde la empresa no han cumplido con esa orden y, judicialmente, no están en falta. Pero, desde lo humano, es increíble que nadie de la empresa, o de la empresa de seguros que debe responder, haya cumplido, más teniendo en cuenta que ya hay una sentencia del juzgado Vial de Guaymallén que condena al chofer por circular en exceso de velocidad”, destaca Lui, quien aclara que también esa sentencia establece que hay “culpa concurrente”, ya que Benjamín cruzó mal por el Metrobus.

“El caso es patético dada la difícil situación. Es increíble cómo, en un segundo, cambia la vida para toda una familia. Y, más allá de la ‘culpa concurrente’, el planteo legal es más amplio. No por cruzar mal la calle está bien atropellar a una persona”, agrega el abogado.

Ante las insistentes consultas de Los Andes a voceros o autoridades de la “Empresa Maipú. Transporte de Pasajeros”, a la que pertenece el Grupo 800 y el colectivo que embistió a Benjamín y sobre la actualidad del caso, no hubo ninguna respuesta de parte de la firma.

La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Archivo Los Andes.
La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Archivo Los Andes.

Un difícil volver a empezar

Aquel mediodía del 19 de julio de 2022, Benjamín viajaba en micro con quien era su pareja. Bajaron en la parada de Godoy Cruz y Arenales (Guaymallén) y se disponían a cruzar por fuera de la zona habilitada para tal fin. Al hacerlo por detrás del colectivo del que acaban de bajar, el conductor del 800 que venía en el otro carril del Metrobus los vio de golpe y no tuvo tiempo suficiente de reacción.

“La pericia confirmó que venía a casi 70 km/h en un lugar donde la máxima permitida es de 30 km/h”, resaltan la mamá de Benja y el abogado Lui. Benjamín alcanzó a empujar a la joven para que no fuera atropellada, pero ello lo dejó parado de frente al colectivo, que lo embistió y lanzó varios metros hacia adelante.

“Mi hijo quiso salvar una vida, pero la consecuencia es que esté así ahora. Todos sabemos de la imprudencia de él al momento de cruzar, pero tampoco es como para borrarse así”, agrega, con lágrimas en sus ojos, su mamá, Romina.

Hasta el momento del accidente, Benjamín estaba trabajando como cocinero en un local de comida rápida; actividad que nunca podrá retomar. De hecho, según resalta su mamá –quien también trabajaba en un restaurante y debió dejarlo–, Benja no puede estar ni un instante solo. Y ella no puede despegarse de él. Eso sí, lo que no cambió ni cambiará ni un poquito en la vida de Benjamín es su pasión por Godoy Cruz Antonio Tomba, y eso queda en evidencia con su sonrisa cuando alguien destaca el buen presente del equipo mendocino.

La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Tres veces por semana, Benjamín va a rehabilitación al Hospital Lencinas –su mamá lo acompaña-, y también tiene visitas al médico psiquiatra en el Hospital El Sauce. Todos los gastos que ello demanda, traslados incluidos, corren por cuenta de Romina.

“Vivimos en una situación de mucha precariedad y ahora le han autorizado a Benjamín un acompañamiento terapéutico. Eso es parte de lo que tendríamos que pagar con el dinero que el juez ordenó a la empresa a pagar, pero que aún no cumplen. Llevarlo al Lencinas, a El Sauce, todo es gasto de colectivo, de remís, de taxiflet. Y desde la empresa están demorando todo para no pagar. Mientras tanto, él tiene que ir a sus sesiones y no puede esperar”, lamenta, compungida, la mamá de Benjamín.

El ruego de una madre

La vida y rutina que más alterada se vio a raíz del triste accidente del 19 de julio de 2022 fue la de Mariano Benjamín Zútaro. Sin embargo, y en el día a día, todo cambió para la familia.

“Siento que me mataron en vida a mí. Un chico tan joven que queda así… Hay días en que no duermo, no descanso porque tengo que estar todo el tiempo pendiente de él, llevarlo a los controles todos los meses. Es increíble todo lo que han hecho los médicos por Benjamín, pero si la empresa se hubiera hecho cargo, quizás la rehabilitación podría haber sido mejor y más favorable”, sostiene, casi con la voz quebrada por el llanto, Romina. Y agradece a todos los amigos y vecinos que la ayudaron desde el primer momento, incluso hasta llevándolos al hospital

“Como madre, no le deseo a nadie pasar por esto. Yo entiendo que mi hijo cometió una imprudencia, pero todos hemos cometido una alguna vez; ¿quién no cruzó mal la calle alguna vez? Lo único que pido es un poco de solidaridad, porque quienes hoy nos ignoran, son padres también y a todos les puede pasar. Y sólo Dios puede juzgar”, concluye Romina.

Además de esta resolución del juez Penisse que hace lugar a la medida previa solicitada por la familia de Benjamín Zútaro y ordena a la empresa a pagar 300.000 pesos para los gastos médicos (previo incluso a que se conozca la sentencia), hay un expediente penal por lesiones gravísimas iniciado en paralelo,

La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
La dura vida de Benja: salvó a una joven de ser atropellada por un micro, fue embestido él y quedó con una discapacidad. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

“La empresa no ha incumplido la resolución del juez referida a la medida previa, ya que no está firme aún. Pero ya está en conocimiento del estado de Benjamín y de los gastos médicos, aunque no ha hecho nada. La orden del juez para que los gastos sean compartidos está, pero no hay novedades de la empresa. La empresa no puede desconocer que hay una responsabilidad del chofer, más ahora que hay una sentencia vial que condena al chofer”, sostiene el abogado de la familia, Oscar Alfredo Lui.

“La compañía tiene conocimiento y debería hacerse cargo, y la compañía aseguradora debería haber salido a cubrir los gastos inmediatamente”, concluyó.

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