La facultad de Humanidades y Ciencias Económicas de la Universidad Católica vuelve a clases presenciales en la sede Mendoza, según se dispuso a partir de ayer de un retorno gradual a la presencialidad para todas sus carreras que se dictan en la provincia. De esta manera, para muchos de sus estudiantes, es la primera vez que visitarán su universidad desde su ingreso.
Por la pandemia tanto los gobiernos provinciales como el nacional dispusieron el cese de actividades en los distintos organismos educativos del país. Pero con el paso del tiempo, la vacunación y las medidas de prevención muchos establecimientos educativos han retomado las clases de manera presencial o con lo que se denomina bimodalidad (presencial y a distancia). “Hemos vuelto hoy a un retorno gradual a la presencialidad que abarca en nuestro caso a todas las carreras que se dictan en Mendoza de la UCA”, indicó Miguel Mallar, decano de la facultad.
Según indicó el decano, este avance es producto de una gestión bastante larga porque para que las universidades puedan tener presencialidad necesitan el permiso del Ministerio de Educación de la Nación. “Hicimos la presentación en Mendoza en el Ministerio de Salud, que nos avaló. Luego obtuvimos el aval de la DGE y posteriormente de la Nación. Hace una semana nos llegó la notificación firmada por (el ministro de Educación de la Nación) Trotta”, recordó Mallar.
Dos veces por semana
La autoridad universitaria indicó que el retorno gradual implica que los alumnos cursan al menos dos veces por semana en cada curso y en cada carrera, en lugar de tener clases presenciales todos los días o virtuales todos los días. “Tiene una ventaja que es que, en el caso de que se armen burbujas de acuerdo al número de alumnos, las aulas están equipadas con cámaras inteligentes que siguen al docente y van a poder tener sus clases de manera presencial y simultáneamente en Zoom la otra burbuja. Esta modalidad se llama híbrida o bimodalidad”, explicó Mallar.
Respecto de la experiencia que tuvieron ayer aseguró que la receptividad por parte de los estudiantes fue muy buena. “Esta mañana (por ayer) ya tuvieron el turno mañana de todas las carreras con muy buena receptividad por parte de los alumnos. Había chicos de primero y segundo que no conocían la facultad. Llegaban como si fuera el primer día de clases”, describió el decano. Por otro lado, comentó que los profesores también estaban bastante entusiasmados viniendo a dar las clases. “Con esto logramos que por lo menos tengan toda la semana al menos dos días presenciales durante toda la jornada”, aseguró Mallar.
Llegó para quedarse
Para Mallar, sin embargo, la virtualidad llegó para quedarse por lo que será un buen complemento del dictado de clases en la presencialidad. “La virtualidad ha llegado para quedarse. Hay estudiantes que se tienen que trasladar de lugares distantes y gracias a esta opción tiene la posibilidad de no tener que hacerlo a diario. También hemos tenido en cuenta a aquellos que por esta situación o por enfermedad puedan seguir cursando virtual. Las clases en toda la pandemia fueron virtuales y ahora iremos volviendo de manera gradual. Pero es necesaria la presencialidad, que los alumnos puedan conocerse, por ejemplo”, explicó el decano y agregó que hay trabajos de laboratorio de informática que es más sencillo llevarlas delante de manera presencial que por alguna herramienta de aulas virtuales.
Para cerrar, Mallar dijo que la posibilidad de esta modalidad de cursado fue gracias a las cámaras inteligentes que compró la UCA luego de una inversión importante. Esta inversión también tuvo que ver con la virtualidad, con el ancho de banda que se requería, con las licencias para usar un determinado tipo de herramienta para el dictado de clases y la decisión del rectorado de Buenos Aires de aportar fuerte en este sentido.
“Este semestre seguiremos con esta forma de trabajo en tanto nos autoricen algún otro cambio. Por ahora cumplimos a rajatabla con lo que nos han pedido. Tendremos presencialidad en las mesas de septiembre, noviembre y diciembre. Así vamos avanzando hacia la presencialidad”, terminó el decano.