Un chico de 18 años, que vivía en un hogar de niños en Buenos Aires y además necesitaba un trasplante de riñón, cumplió su sueño y encontró una familia con la cual hoy comparte su día a día.
Martín llegó a conocer a los Spadafora gracias a un video que grabaron en la institución del estado ubicada en Longchamps. “Me gustaría tener una familia para que me cuide y compartir el resto de mi vida con ellos”, expresaba el adolescente.
Gracias a la ayuda de las autoridades del hogar El Alba y de Red Solidaria, la historia de Tincho se hizo viral y llegó a cada rincón del país.
Con la campaña #ElsueñodeTincho, no solo buscaban encontrar a una familia para el joven sino, además visibilizar su necesidad de recibir un trasplante de riñón, ya que el chico tiene una insuficiencia renal por la que debe hacerse diálisis peritoneal cuatro veces por día.
La familia de Tincho
Un día Sofía Spadafora, una joven de 19 años de Río Negro, vio el video de Tincho y lo compartió en el grupo de WhatsApp de la familia. “¿Y si somos nosotros la familia que está buscando?”, les preguntó a sus papás y a sus hermanos.
Luciana (24), Lucas (23) y Pancho (17), y sus papás, Jimena Landerreche (42) y Matías Spadafora (47), se conmovieron con la historia de Tincho. La pareja durante mucho tiempo había pensado en adoptar.
En ese momento la familia vivía en la localidad de los Cinco Saltos, en Río Negro, donde tenía una empresa de servicios. Antes de tomar la decisión de adoptar a Martín hubo muchas conversaciones.
Según informó diario La Nación, al principio Jimena se resistía a ver el video porque sabía que le iba a afectar. Aunque la mujer había dejado atrás la idea de adoptar, sus hijas Sofía y Luciana terminaron de convencerla.
Finalmente, a mediados de 2021, mandaron un mail, pero el hogar rechazó la solicitud porque consideraron que Martín necesitaba atención médica y para ello era mejor estar en Buenos Aires.
“Nunca dejamos de pensar en él, aunque nos hubieran dicho que no”, aseguran Matías y Jimena. Sin embargo, el tiempo pondría las cosas en su lugar.
Unas 20 familias se postularon para adoptar a Martín, pero cuando empezaron a filtrar la mayoría no tenía las posibilidades de adaptarse a las necesidades que tenía el adolescente. Así, los únicos que quedaron en carrera fueron los Spadafora.
“Al principio les habíamos dicho que no, porque estaban lejos, pero después entendimos que era un temor nuestro. Antes de llamarlos, le preguntamos a Tincho qué le parecía y nos dijo: ‘A mí me encantaría vivir en el Sur’. Ahí fue cuando pensamos: ‘Ya está, vamos para adelante’”, contó Carina Minaverry, la trabajadora social del Hogar El Alba.
Luego de entrevistar a la familia comenzaron las llamadas por zoom para vincularse con Tincho. Poco a poco se fue soltando y Jimena y Matías viajaron en septiembre a Buenos Aires para conocerlo.
Luego, en octubre, el adolescente fue a Neuquén y volvió a ir a fines de noviembre, después de terminar las clases. Hoy el adolescente sigue esperando que, algún día, llegue el trasplante de riñón que le permitiría mejorar su calidad de vida, pero lo fundamental para él, es que cumplió su sueño más grande.
“Es muy emotivo porque realmente se nota que él quería una familia. Aprovecha todas las cosas, todo el tiempo, no se quiere perder nada. Eso es lo que más nos llena el corazón”, dijo Matías, el padre de Tincho.