La Escuela Municipal de Danzas Jesús Vera Arenas celebró el cierre del ciclo lectivo 2023. Esta academia tuvo su inicio en 1964 y, en el presente, casi a punto de cumplir 60 años de vigencia, sigue deleitando a quienes la integran y a los miles de espectadores que, año tras año, boquiabiertos se abrazan al talento del ballet en cada coreografía.
La Escuela de Danzas, dirigida por Gabriela Cánovas vivió un fin de semana de emociones, esplendor y magia. Durante tres funciones, que tuvieron lugar entre el viernes y el domingo, demostró una vez más que el esfuerzo, la disciplina, el compañerismo, la integración, pero sobre todo el amor por lo que hacen, son algunos de los valores que persiguen y demuestran en cada ensayo y puesta en escena.
Durante el espectáculo se invitó al público presente a jugar con la imaginación y la inocente alegría de los más pequeños. Además, la delicadeza de la danza clásica fue acompañada por mariposas, duendes y hadas que se movían por el escenario al ritmo del jazz, el contemporáneo y las técnicas mixtas. Todo este universo, puso de manifiesto la alegría en los rostros de los bailarines, que grandes y chicos, bailaban al compás.
El folclore y el tango se hicieron cargo de contar leyendas populares, como La calesita del pueblo; El taller de Pepe, el Luthier; La leyenda del palo borracho y Romance de sol y luna. Sobre el final, una canción de Jorge Drexler: Todo se transforma, hizo alusión a que la danza transforma vidas, la misma fue acompañada por el lenguaje gestual de los bailarines que ya se despedían. Esta última escena provocó la emoción del público que espontáneamente se levantó de sus asientos para ovacionar sin freno alguno.
Para cerrar tan increíble jornada, los alumnos reconocieron a sus queridos profesores y profesoras, por su talento y compromiso, pero sobre todo hubo una especial mención a Gabriela Cánovas, su directora, a quien también se le hizo entrega de un gran ramo de flores.