La escasez de sedantes complica la atención de internados por Covid-19 en Mendoza

Medicamentos para quienes están intubados, anticoagulantes y analgésicos tienen sobredemanda y los precios aumentaron hasta 1000% en algunos casos. Aseguran que en la provincia no han quedado pacientes sin este recurso.

La escasez de sedantes complica la atención de internados por Covid-19 en Mendoza
Aunque requiere mucha gestión y cuesta, clínicas y hospitales logran conseguir insumos pero a un altísimo costo. / Foto : Orlando Pelichotti

En los últimos días Mendoza presenta una meseta alta de casos de Covid-19. Es decir que, si bien hay cierta estabilidad, si se toma en cuenta que 15% de las personas requiere internación se entiende por qué se habla de un sistema de salud tensionado. Mucho se comenta y mide la disponibilidad de camas críticas y la escasez de profesionales especializados, pero hay otro factor que se está observando con cierta preocupación: las dificultades para acceder a los insumos necesarios para la atención de aquellas personas con cuadros graves.

El oxígeno, y en particular algunos medicamentos, sufren una sobredemanda: sedantes para intubar, anticoagulantes y analgésicos son un recurso finito, esencial y con una producción que no da abasto.

En la farmacia del hospital Español hay stock de estos medicamentos para 10 días más, aproximadamente. “Estamos gestionando con todas las droguerías pero están faltando. Además, en la primera ola subieron los precios, después se estabilizaron y volvieron a subir las últimas semanas”, dijo una referente del área.

“De no conseguir, a mediados de mes nos quedamos sin el insumo”, dijo el doctor Walter Vázquez, director del nosocomio, quien aseguró que algunos medicamentos han aumentado hasta 1.000%.

En la reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa), que se realizó el miércoles pasado, las provincias pusieron en común su situación. Los ministros de Salud coincidieron en la preocupación por el acceso a insumos para la atención de pacientes. Destacaron que, además del crecimiento drástico de la demanda, el Área Metropolitana de Buenos Aires, por concentrar el escenario más crítico del país y con mayor densidad poblacional, también concentra las solicitudes y compras.

Uno de los más críticos es el oxígeno que, según aseguran quienes prestan el servicio, se prioriza para los hospitales en detrimento de la internación domiciliaria. El otro es la medicación para pacientes internados, especialmente para sedación de quienes deben ser intubados y conectados a un respirador.

“Desde el año pasado existe dificultad en la provisión de medicación por parte de los laboratorios; liberan a cuenta gotas”, dijo Ariel Herrera, director del hospital Central.

Y aseguran que el presupuesto para la compra deja de ser impedimento porque, aunque esté el dinero, los medicamentos no llegan.

“Quedan desiertas las licitaciones o se presentan y después te dicen que no te pueden entregar”, detalló Herrera. “Algunos laboratorios nos dicen que no alcanza la producción”, agregó.

El directivo sostuvo que hasta ahora nunca se dejó ningún paciente sin medicación. Se trabaja con distintos esquemas que, ante la falta momentánea de algún medicamento específico, se reemplaza por otro que cumpla la misma función.

“Pero se trabaja con un stock muy justo, lejos del ideal. Si a eso le sumamos el altísimo aumento en el número de camas, se complica aún porque la necesidad es mucho mayor”, remarcó Herrera.

En el Ministerio de Salud provincial reconocen esta criticidad pero subrayan que, por el momento, no hay faltantes en Mendoza y que no hay pacientes que estén quedándose sin la atención que necesitan. En las clínicas y hospitales sostienen lo mismo.

“Actualmente no tenemos déficit de stock en nuestra UTI (Unidad de Terapia Intensiva). Sí sabemos que será un problema en un futuro mediato pero no actualmente”, dijo un médico de UTI del Lagomaggiore. Detalló que, entre los medicamentos “complicados”, se cuentan aquellos para sedación, analgesia y bloqueadores neuromusculares para pacientes con respirador.

Precios por las nubes

La segunda ola se ha presentado con ciertas particularidades que incrementaron esta demanda. Se han sumado camas críticas, se han presentado muchos casos de manera aguda, más pacientes jóvenes requieren internación y permanecen más tiempo en el hospital.

Diferentes consultados coincidieron en que, aunque se requiere mucha gestión y cuesta, en definitiva logran conseguir los insumos pero a un altísimo costo. Walter Vázquez, director del hospital Espeñol, hizo referencia al esfuerzo financiero que implica solventar estas adquisiciones con falta de regulación de los precios.

“El Gobierno ha tenido una política de restricción en el aumento de prepagas, luz, gas y no de medicamentos. Yo personalmente no comprendo eso; escapa a mi entender que un medicamento que puede salvar la vida de una persona suba en épocas en que se usa más a cifras que son irracionales”, cuestionó.

Y concluyó: “Al hospital Español de Mendoza le permiten aumentar 10% a sus socios y los medicamentos aumentan 1.000%. No sé cuál es el criterio para aumentar una cosa sí y otra no”.

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