El Gobierno de Mendoza saldrá a buscar y apoyar a los chicos que, en este contexto de pandemia, no han podido aún terminar de sumarse a la nueva realidad educativa, tanto por cuestiones de conectividad como por dificultades de aprendizaje o de acceso a recursos básicos.
La estrategia, que será comunicada la semana entrante a todas las instituciones educativas, consistirá en sumar no sólo a la Dirección General de Escuelas (DGE) para conseguir esa incorporación, sino también a otras áreas, sobre todo para el “rescate” de chicos desvinculados del sistema.
Dificultades varias
Cuestiones como la virtualidad, la falta de contacto en persona, las complicaciones para realizar tareas online, el problema de la conectividad y, en muchos casos, la falta de dispositivos, han convertido al ciclo lectivo en algo complicado de superar. Pero si le agregamos la imposibilidad de disponer de un celular o una computadora, y la incapacidad económica de pagar un servicio de internet, con el consecuente consumo de datos (mucho más caros) para cumplir con las obligaciones escolares, tenemos la fórmula perfecta para que los chicos en condiciones vulnerables dejen los estudios.
La DGE había planteado para este año una Red de Apoyo de las Trayectorias Escolares -mucho antes de que se declarara la pandemia- que consiste en observar la situación particular de chicos con problemas de aprendizaje por cuestiones personales, de salud, familiares o económicas.
Con la situación de aislamiento, esta política tuvo que ser fortalecida. Por un lado estaba el problema de adaptar todo el sistema educativo a la virtualidad. Por otro lado, el uso de la plataforma GEM, que tuvo que ser actualizada para registrar cuestiones que antes se resolvían en persona.
Así, la DGE comenzó a tener datos concretos de situaciones particulares, cuantificarlas y tratar de encontrar soluciones para que se pudiera ayudar a chicos que dejaron de asistir a clases.
Los desconectados
“Este programa está en marcha con tres líneas de acción”, explica Ana Martiarena, jefa de Gabinete de la DGE. La primera de estas líneas fue lanzada en abril y consiste en la ampliación de soluciones tecnológicas. “Desde mayo está la posibilidad de que los docentes y directivos carguen en el GEM qué estudiante necesita acceso al recurso tecnológico”, dice la funcionaria.
El plan, llamado “Tu ayuda nos conecta”, consiste en recibir donaciones de celulares en desuso para repararlos, y también comprar equipos nuevos o usados con la ayuda del dinero que recibe el programa, de funcionarios que donan parte del sueldo. “Sumado a la predisposición del gobernador y de muchos funcionarios que donaron dinero para esta causa, nos ayudaron a poder entregar más de 4.000 soluciones tecnológicas”, asegura Martiarena.
Pero, para sumar su trabajo a la DGE, algunos municipios abrieron centros de wi fi escolares, puntos de conectividad para sus comunidades. “Hay más de 75 puntos que gestiona cada departamento, pero es un aliciente para mantener conectados a los estudiantes”, aclara la funcionaria.
Los desvinculados
El segundo punto es clave y consiste en la revinculación de estudiantes con la escuela. “Son unos 9.000 chicos. Estos datos provienen del GEM, porque los docentes tienen la posibilidad de cargar a los estudiantes como ‘ausente no computable’ con chicos que están desconectados del sistema por distintas razones”, enfatiza Martiarena y, agrega: “Sabemos quiénes son, dónde viven y ahora estamos trabajando con los esfuerzos redoblados para revincularlos con la escuela”.
Para esta tarea es que la DGE sumará a otras áreas fuera de las exclusivas de educación. Así, según consta en el memo que se difundirá en breve, el área de Desarrollo Social, dependiente del Ministerio de Salud.
Será a través del programa PODES, que recibe quincenalmente “la nómina con estudiantes con problemáticas sociales, económicas o de salud” para definir acciones directas en pos de su “rescate” en esto que el mismo documento denomina una situación “de alto riesgo educativo”.
Con dificultades de aprendizaje
Por último, se dará el apoyo a trayectorias de baja intensidad, que consiste en trabajar con estudiantes con dificultades de aprendizaje: “Venimos trabajando con los institutos de formación en educación superior para que los acompañen en el aprendizaje”, cuenta Martiarena.
“También los vinculamos con los Centros de Apoyo a la Enseñanza (CAE) de cada municipio y con universidades públicas y privadas que nos ofrecen opciones concretas de apoyo a los estudiantes”, finaliza.
Desconexión de alumnos y aporte de docentes
En Mendoza hay 15.000 chicos sin conexión. “Muchos de estos chicos son hermanitos, nosotros tratamos de brindar soluciones, pero es muy difícil darle un celular o computadora a cada uno. Lo que hacemos es dar una solución por familia” aclara Ana Martiarena. En cuanto a los docentes que trabajan poniendo recursos propios (dispositivos, wifi, datos) a disposición del sistema educativo, explicó que no hay un plan para resolver la situación “ponemos en valor el esfuerzo de los docentes también en costos económicos” y explicó que están trabajando en un mapa de conectividad.