En septiembre del 2021 el joven argentino Renzo Spasiano decidió armar las valijas y zarpar desde México a Haití, con el fin de poder ayudar a todas las personas que se encuentran allí con alimentos y ropa. El joven emprendió viaje junto a Carlos Eduardo Juárez, dueño del yate, Denis Manuel Fernández Díaz, cubano y capitán de la nave, y el marinero mexicano Martín Vega Argáez.
Después de varios días de viaje, Renzo pudo cumplir su sueño de llegar a la isla y poder ayudar a la gente. El argentino llevaba absolutamente todo para cambiarles un poco la vida a los haitianos.
Su estadía duro varios días, porque la policía de la isla no le permitía bajar la mercadería. Cuando decidieron emprender la vuelta, comenzó el misterio. El yate dejó de tener señal telefónica a la altura de Jamaica y no se supo más nada de ellos.
Pasó más de un año y todavía los siguen buscando intensamente, en especial la familia de Renzo. “Se hizo una búsqueda intensiva, por aire y por mar. El barco no se hundió, es lo que nos informó y reconfirmó la Marina de México, eso me da ciertas esperanzas”, comentó Luis, el papá de Renzo, a Clarín.
“Fui por todos lados, Honduras, Cuba, Miami... no sé dónde más intentar, no tengo ni una pista y no saber es una tortura. Tengo fuerzas, pero a veces me siento un muerto viviente”, agregó.
La familia Spasiano era muy humilde y vivía en Buenos Aires, fue un día cuando el padre de Renzo recibió una propuesta para trabajar arreglando barcos en el Caribe y que les cambiaría la vida para siempre. Sin pensarlo, se mudaron al paraíso, tanto Renzo como su papá se obsesionaron con las embarcaciones y fue allí, cuando al joven de 21 años se le ocurrió emprender viaje para poder ayudar a los haitianos.
“Yo trabajo en una empresa que hace excursiones para turistas que desean bucear, por lo que vivo en el agua y todo el tiempo estoy mirando con la esperanza de encontrar algo. Alguna pista, algún indicio. Me resulta imposible separar mi trabajo de la búsqueda”, remarca.
Luis no se da por vencido, eso está claro. Lo único que quiere él y su mujer es alguna pista, que los lleve a su hijo. “Yo no encuentro un final. No tengo idea de nada y no saber nada es destructivo”.