La Ciudad de Mendoza tendrá una “Supermanzana” en la zona de plaza Independencia, un concepto urbanístico que busca recuperar el espacio público con acciones y obras amigables al medioambiente, siendo uno de los componentes del proyecto enmarcado en el “GEF 7 (Global Environment Facility) de Ciudades Sostenibles” sobre “Inversiones Integrales Bajas en Carbono y Conservación en Ciudades Argentinas”.
La capital de Mendoza accedió a una donación de U$S3.000.000 para ejecutar varias iniciativas, entre ellas, la “Supermanzana”, que es un concepto aplicado en ciudades del mundo, como en Barcelona. Esta idea en la que se viene trabajando desde hace algún tiempo, fue elegida junto a la de otras cuatro ciudades del país: Ushuaia, Salta, General Pueyrredón (Mar del Plata) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El proyecto vendrá a representar un impacto importante para 6 manzanas que se distribuirán desde calle Espejo (plaza Independencia) entre Patricias Mendocinas, Mitre y Chile hasta avenida Las Heras.
La “Supermanzana” de Mendoza
“Adaptamos esta propuesta que hay en otros lugares del mundo en La Ciudad de Mendoza pensando en bajar la emisión de gases de efecto invernadero, con la ampliación de veredas por ejemplo, impulsando proyectos de economía circular y de energías limpias”, describió el secretario de Desarrollo Urbanístico de la Ciudad, Juan Manuel Filice. Se trata del área que comprende el sector ubicado al norte de calle Espejo, integrada por la plaza Independencia en seis manzanas.
La gestión de Ulpiano Suárez está trabajando en esta instancia, con el financiamiento aprobado con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y el Programa Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un trabajo participativo con los vecinos y con los comerciantes que está en lo que será la “Supermanzana”.
“El espacio se irá transformando con la implementación de infraestructura verde, diversificando servicios, colocando tótems en los que se puedan cargar celulares, por ejemplo a partir de la energía fotovoltaica”, sumó en la charla con Diario Los Andes.
La Municipalidad de la Ciudad de Mendoza tiene la intención de comenzar con los trabajos en la segunda parte del 2022 y extenderlos al 2023, con un llamado a licitación para distintas obras específicas.
Esta donación se hará efectiva a través de las distintas certificaciones de obra que entregue la Ciudad, sobre la marcha de los distintos proyecciones y acciones para preservar el Medio Ambiente.
Esta semana, el intendente recibió a la secretaria de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible nacional, Cecilia Nicolini; a Asher Lessels y Tahais Narcis, pertenecientes a PNUMA; al equipo de la subsecretaría de Ambiente municipal, entre otros integrantes de la secretaría nacional. Allí se presentó el programa que tiene en total cuatro partes:
La primera plantea un Polo Sustentable como instrumento de gestión ambiental clave, apuntando a la mitigación y adaptación frente al cambio climático. Una segunda parte, “Unidades de manejo productivas”, busca integrar globalmente el desarrollo sustentable de todo el área metropolitana de la provincia.
La tercera parte del proyecto, “Movilidad sustentable”, plantea la necesidad de desarrollar estrategias en el ámbito de la movilidad para la reducción de las emisiones que se producen por el tránsito vehicular. En este aspecto el municipio ha desarrollado un Plan de Movilidad Sustentable. Y la última parte plantea “Supermanzana y urbanismo táctico” en el corazón de la Ciudad.
Lanzamiento en Ushuaia
El 24 de junio se formalizó el otorgamiento de los fondos en un evento que se realizó en Ushuaia y desde allí comenzó la puesta en marcha de las distintas propuestas de estas Ciudades Sostenibles, enmarcadas en políticas públicas para atenuar las consecuencias del cambio climático y la acción del hombre en esta problemática.
Estos gobiernos locales tienen la meta de impulsar el desarrollo urbano sostenible y resiliente frente al cambio climático, integrar y conservar la biodiversidad y reducir las emisiones de gases efecto invernadero mediante inversiones bajas en carbono y de conservación y planeamiento urbano integrado.
Nicolini resaltó la importancia de “poder dar inicio a este proyecto, después de varios años de trabajo y coordinación, de diseñar junto a las cinco ciudades este programa para hacer ciudades más sostenibles, más resilientes y que también puedan tener un impacto más positivo en el ambiente y en la ciudadanía”.