Sobre la ruta 50, en pleno centro de Rodeo del Medio se destaca el frente del chalet, casi pegado a la Iglesia María Auxiliadora. Son íconos del lugar, datan de fines del siglo XIX y principios del XX. En una de las amplias habitaciones de la Casa de Lucila Barrionuevo de Bombal funciona el Registro Civil, en otra la Biblioteca Popular y los talleres artísticos y de oficios. Y en la parte central, se destaca el amplio patio adornado con plantas de distintas especies. En la casona de más de 900 metros cubiertos es sede del Centro Cultural Lucila Barrionuevo de Bombal ya forma parte de la comunidad.
Desde allí se puede conocer la historia de este distrito del Este de Maipú, y que hace muchos años estaba alejado de la ciudad capital. A 20 kilómetros de Mendoza, hay una historia muy rica y que forma parte del nacimiento mismo de la villa cabecera de Rodeo. Los vecinos, como Rubén Peruzzi, son los encargados de contar hechos y anécdotas del sitio y destaca como personajes principales a Doña Lucila, conocida en la zona como Viuda Bombal; al General Rufino Ortega (padre), guerrero de la Campaña del Desierto y al padre salesiano Aquiles Pedrolini. Tres personalidades que convivieron y contribuyeron al desarrollo del distrito.
Así, Peruzzi cuenta que Lucila Barrionuevo Pescara de Bombal , fue una mujer muy activa en la zona, nació en 1869 y falleció en 1955. “Ella poseía mucho dinero, realizó muchas acciones benéficas. Ella trae a los salesianos de Don Bosco, en 1890. Creó escuelas y colaboró con la construcción de la iglesia María Auxiliadora. Después trajo a los padres de Murialdo , a los josefinos, los instala en la zona de campo, pero luego se trasladaron a Villa Nueva (Guaymallén). Y también trajo y les donó tierras a las Herrmanas de la Sagrada Familia, en la Colonia Bombal. Es decir que contamos con tres congregaciones. A los salesianos, les dio el terreno y allí crearon la famosa escuela vitivinícola, cuna de los grandes enólogos del país. Además donó los terrenos para la consrtrucción de la escuela Kennedy e Isidro Maza”.
El vecino, integrante del Centro Cultural, explica que Doña Lucila colaboraba con la gente humilde, les daba alimento los martes y jueves. Agrega que su madre pertenecía a la familia Pescara y todas las tierras que tenían los donó o vendió a muy bajo precio a colonos. Les otorgó parcelas de entre 5 y 10 hectáreas y así nació Colonia Bombal, una zona muy productiva del sector agrícola e industrial. Por su obra, el Papa Pio XI la condecoró con una medalla y un diploma. “Es un antes y un después de ella”, asegura Rubén Peruzzi, apasionado de la historia del lugar.
Espíritu benefactor
A la hora de explicar las razones que impulsaron a Doña Lucila a realizar estas obras, resalta que “Doña Lucila se casa y enviuda a los pocos años. Pasa a ser conocida como la Viuda Bombal. Ella tiene dos hijos y cargo de todas las tierras. Se va a Europa, los hijos estudiaban en Inglaterra y cuando ella está en Francia, muere su hija de 12 años. Trae sus restos a nuestro país y a partir de aquí ella desarrolla todo ese espíritu benefactor”. Y acota que la señora siempre vivió aquí, aunque viajó siempre a Europa, muchas veces. Murió en 1955, sus descendientes donaron la casa en 1973 al estado provincial con el cargo de hacer un centro asistencial. Ese cargo recién se hizo en 1982 y para ese entonces, la casa estaba prácticamente desmantelada y en muy mal estado. En 1985, un grupo importante de vecinos creó el Centro Cultural, con la firme intención de recuperar la propiedad y lo lograron prácticamente por esfuerzo propio, sin ayuda nacional, provincial o municipal.
No hay datos sobre quién diseñó la casa. “Tuvimos contacto con la acompañante de ella cuando viajaba, era una señora alemana. Esta mujer nos comentó que Doña Lucila tomó varios modelos para idear su casa, por eso tienen distintos estilos, es de estilo ecléctico”, comenta Peruzzi. Los dos frentes están hechos de manpostería de ladrillo y el alma y patio, de adobe. Las dos dos torres de adelante son de estilo ferroviario justamente cuando se construyó la casa, en 1895. Un patio cuadrado en el medio y 17 habitaciones alrededor. El patio secundario tiene 15 habitaciones más. Originalmente era una casa de 1.100 metros cubiertos.
La parte del llamado “bosque”, al Norte de la propiedad, fue vendida y allí construyen un importante emprendimiento inmobiliario.
Impulsores del distrito
Peruzzi dice que a principios del siglo XX había tres personalidades muy fuertes que marcaron a Rodeo del Medio, que había nacido como un sitio de reunión de la hacienda, por eso su nombre. El General Rufino Ortega vivía frente a la iglesia y fue guerrero de la Campaña al Desierto y político y gobernador. El padre Aquiles Pedrolini fue el primer director de la escuela de los salesianos. Y Doña Lucila. El entonces carril nacional dividía los terrenos del General Ortega hacia el Sur y de Doña Lucila hacia el Norte. En 1907 se funda la villa cabecera del pueblo, en los terrenos del General Ortega. “El diseño o el trazado lo hizo el padre Aquiles Pedrolini . En esa época se estilaba las diagonales, como en la ciudad de La Plata. Las diagonales iban todas hacia la estación del ferrocarril, que era muy importante porque venía gente de todo el país al colegio Don Bosco. Y de ahí, una diagonal se dirigía hasta el colegio, que en los 60, con la llegada del padre Oreglia y sus escritos sobre vitivinicultura, el lugar pasar a ser un centro de referencia de la enología moderna”.
La iglesia María Auxiliadora cuenta con una importante patrimonio: el órgano y el reloj. Peruzzi cuenta que el órgano fue donado por el General Ortega, es alemán, mientras que el reloj fue comprado por el hijo de Doña Lucila. “Es de1909, mecánico, de origen inglés y uno de los más importantes que hay en Mendoza. Cuando se hundió el Titanic, ya hacía tres años que este reloj estaba en la iglesia y todavía funciona perfectamente. Es algo muy importante para un pueblo tan pequeño que era en ese entonces Rodeo del Medio”, dice Rubén. Y agrega que el juego de 6 campanas es italiano y marcan las horas desde aquellos tiempos y suenan cada media hora. “Cada campana tiene una nota, con un sistema de doble cuerda y uno puede tocar cualquier melodía con estas campanas especiales”, asegura el vecino apasionado por recuperar los sitios históricos. En este sentido, también habla de trabajar para poner en valor el antiguo Parque Ortega, de estilo francés y con una historia muy interesante.
Hoy los restos de esas tres importantes figuras, como otras del distrito, descansan en la iglesia María Auxiliadora, y la tumba del General Ortega cuenta con la declaración de Monumento Histórico Nacional.