Un numeroso grupo de usuarios recibió las facturas de Aysam con una suba considerable en la facturación, producto de una actualización catastral. Desde la empresa explicaron que esto ha sucedido en los casos en que los particulares han realizado ampliaciones y no las han notificado, por lo que, al ajustar los datos, se incrementó la superficie cubierta. Por otra parte, se debe recordar que, en enero, se aprobó un aumento de la tarifa del 30%.
En casos puntuales, la variación total puede implicar hasta una duplicación del monto que pagaba el usuario hasta el bimestre pasado, ya que se combinan el ajuste por la ampliación no declarada, con la variación del importe a pagar por el servicio que autorizó el Gobierno Provincial. Esto le sucedió por ejemplo a un vecino de Ciudad que, según comentó. pagaba $ 1.500 por bimestre y ahora debe enfrentar una factura de $ 3 mil. Cuando llamó a Aysam, cuenta, le explicaron que el año pasado se había notificado de esta actualización de superficie, a través de un programa de GPS.
Más allá de que sostiene que no recibió la notificación y que considera que se debería cobrar por consumo y no por el tamaño de la vivienda, planteó que un incremento del 100% es excesivo y aún más en la situación actual, en que los sueldos se han ido quedando atrás con respecto a la inflación. Por otra parte, indicó que se mudó a esa vivienda a fines de 2017 y, como parte del proceso de compra, tuvo que presentar los planos de la propiedad –no ha hecho una modificación desde entonces-, por lo que no entiende por qué le llega un monto diferente después de tres años.
Desde la empresa proveedora explicaron que se trata de una actualización catastral y que sólo incluye a los usuarios que no han informado sobre una ampliación de su vivienda. De hecho, Aysam les envió una carta para señalarles la diferencia entre los datos presentados por el particular y la superficie relevada, y manifestarles que, si no están de acuerdo con esta información, pueden solicitar una inspección.
De todas formas, desde Agua y Saneamiento Mendoza Aysam Sapem (Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria) aclararon que “no se está realizando una re-categorización de usuarios”. Por otro lado, recordaron que, de acuerdo a lo establecido en la ley 6044 y su Anexo II (del Régimen Tarifario), se debe mantener la base actualizada, por lo cual se realizan habitualmente tareas tendientes a cumplir con ese objetivo.
Asimismo, la normativa fija la obligatoriedad del cliente de informar a la empresa toda vez que se realicen modificaciones que afecten los valores facturados. El artículo 19 del Régimen Tarifario establece la obligación, por parte de los usuarios, de comunicar por escrito toda transformación o modificación de sus propiedades -u otro hecho que pudiere implicar una alteración de la facturación-, dentro de los 30 días.
En el caso de cambios edilicios, se debe presentar al concesionario (Aysam) el plano general de obra, si se trata de una remodelación o ampliación de un inmueble; el plano general de obra y un croquis de ubicación del punto de conexión domiciliaria, para los casos de nuevas construcciones y-o nueva conexión; y detalles o planos para los casos de demolición o supresión de superficie cubierta.
La mayor parte de los usuarios paga una tarifa que se calcula según un coeficiente que incluye, entre otros, la superficie cubierta de la vivienda, el tamaño del terreno, la zona en que se encuentra ubicada y la calidad de la edificación. De ahí que, al incrementarse la cantidad de metros cubiertos por una ampliación, suba el monto a pagar por el servicio.
Es que sólo el 10% de los usuarios cuenta con un medidor (unas 40 mil conexiones) y, si bien tienen planeado colocar entre 15 y 20 mil medidores en 2021 –especialmente en las que tienen pileta-, hasta el momento han priorizado las tareas de mantenimiento y renovación de redes de provisión de agua potable. Esto, porque el 50% se encuentra en un estado regular o malo, lo que se traduce en una pérdida del 30% del recurso, por filtraciones o pérdidas, antes de llegar a los domicilios.
La factura promedio
En los primeros días de enero, el Ejecutivo provincial autorizó una suba del 30% en la boleta de Aysam. De esta manera, la factura promedio por el servicio de agua y cloacas llegó a $ 780 por mes o $ 1.560 por bimestre. Sin embargo, desde la empresa resaltaron que la mayoría de los usuarios -73% del total-, estaba pagando $ 470 mensuales o $ 940 bimestrales y, con la actualización, pasó a pagar $ 611 o $ 1.222.
Este 30% se compone de un 25% de variación en la tarifa del agua potable y un 5% adicional en concepto de cargo especial, “destinado al fondo para la renovación de redes distribuidoras y colectoras de los servicios de agua potable y cloacas”.
La empresa había solicitado una adecuación tarifaria del 50% que contemplaba 20 puntos porcentuales que quedaron pendientes en junio de 2020 (por el congelamiento de las tarifas en el marco de la cuarentena) y otros 30 puntos por la inflación. Sin embargo, el Ente Provincial de Agua y Saneamiento sólo estableció un incremento del 30%, que fue avalado por el gobernador Rodolfo Suárez.