La Asociación de Transporte Aéreo Internacional emitió un duro comunicado contra el Gobierno tras la Decisión Administrativa 683/2021, que flexibilizó levemente el cupo de ingreso de argentinos y residentes al país.
Además, la IATA (por sus siglas en inglés) dijo que operar en Argentina se está volviendo inviable. “El Gobierno argentino abandona a su suerte a los ciudadanos y residentes actualmente varados fuera del país y sigue sin considerar los requerimientos operacionales de la industria aérea”, expresaron.
Cómo ocurrió con otras medidas de este tipo, como el cupo de 600 pasajeros para ingresar al país por día, la IATA le exigió una reunión con el Gobierno para buscar una solución para restablecer los vuelos.
“Aunque los nuevos cupos prevén un aumento mínimo y gradual durante las próximas semanas, es insuficiente para resolver la situación de los pasajeros que siguen tirados por el mundo. Como la vigencia de lo anunciado es solo hasta el 6 de agosto, las aerolíneas están imposibilitadas para confirmar una fecha cierta de vuelo a sus pasajeros posterior a ese día, seguimos sin tener claridad y previsibilidad en las autorizaciones de vuelos y capacidades”, dijo Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las Américas.
“No sabemos cuál es la metodología que usan las autoridades para la distribución y asignación, el proceso sigue totalmente arbitrario y a veces parece ser discriminatorio”, agregó.
Según informó Infobae, el directivo regional recordó la importancia que tiene el sector aerocomercial para la economía argentina. De acuerdo a los datos que expusieron el mismo documento al comparar la actividad aérea del 2021 con el 2019, la Argentina perdió unos 43.057 empleos y una contribución de USD 5.910 millones al PBI nacional por parte del sector.
Además, denunciaron que nuestro país perdió conectividad con 107 ciudades del mundo lo que se traduce en unas 21.000 frecuencias menos.
“Sin que los organismos del gobierno trabajen en conjunto con las compañías aéreas, es muy probable que otras aerolíneas suspendan e incluso abandonen sus actividades en Argentina en el corto plazo. Más que para las empresas, el daño será para el país y sus habitantes, muchas personas siguen perdiendo sus fuentes de ingreso, empleos y, lo que es peor, la libertad de viajar”, añadió Cerdá.