Una usuaria de Twitter compartió una fotografía de dos paquetes de harina y señaló un detalle en el etiquetado que generó un debate en esa red social.
“¡Son tan miserables! ¡Hecha la ley hecha la trampa! ¡Empresarios argentinos! Harina de trigo mezclada con soja! ¡En el país del trigo!”, expresó Silvia Guardia.
En la fotografía marcó con rojo el lugar del paquete donde dice “puede contener soja”. El tweet generó mucho revuelo aunque varios usuarios señalaron que podría pasar que el trigo compartiera lugar de almacenamiento con la soja.
La respuesta de un especialista
Para despejar dudas, La Nación se comunicó con fuentes de la industria molinera y la respuesta coincidió con la miles de usuarios. En Argentina existe una ley exige que en aquellos productos en los que durante su proceso de producción pueda haber existido riesgo de traza con la soja hay que consignar esto como advertencia en el rótulo..
Esto sucede porque la soja es un alérgeno, es decir, un elemento que tiene la potencialidad de generar en algunos organismos reacciones alérgicas.
“El hecho de que en un camión pueda haber restos de soja y que después eventualmente puede haber traza de soja en la harina, porque no se puede separar eso antes de industrializarlo, puede generar esa presencia que debe ser consignada”, indicaron.
Sin embargo, remarcaron que dicha contaminación “es altamente improbable y generalmente no ocurre”, pero igualmente debe aclararse para minimizar el riesgo para alguien con alergia.
La normativa argentina contempla como alérgeno a la leche, soja, huevos, cereales que contienen gluten (trigo, avena, cebada y centeno), maní, frutas secas, crustáceos y pescados.
