Juntan firmas para evitar el cierre de una escuela rural de Lavalle

La decisión ya estaba tomada desde diciembre de 2020, pero por la pandemia la resolución se postergó. Realizarán hoy una clase pública en la explanada de la Casa de Gobierno.

Juntan firmas para evitar el cierre de una escuela rural de Lavalle
CENS N° 3-502 “Escuela Campesina de Agroecología” de Jocolí, Lavalle.

Una vez más, una escuela entra en el foco de la discusión tras conocerse la decisión de la DGE. Es que la escuela Campesina de Agroecología, ubicada en el departamento de Lavalle, dejará de funcionar luego del 31 de diciembre próximo, cuando se termine el convenio. Por el momento, la decisión ya está tomada y no hay vuelta atrás.

Desde el ámbito de la escuela rural que se encuentra en la localidad de Jocolí, iniciaron una campaña para juntar la mayor cantidad de firmas posibles para evitar el cierre del establecimiento. Hasta el momento, alcanzaron más de 6 mil firmas para el petitorio que está circulando por las redes sociales y van por más. No solo eso, sino que también realizarán una clase pública este jueves en la explanada de la Casa de Gobierno, para visibilizar la problemática, según dieron a conocer a Los Andes desde el colegio afectado. “No es una novedad este menosprecio a las escuelas campesinas. Todos sabemos las dificultades que tienen las personas que se dedican a las actividades agropecuarias. Los tiempos estacionales hace difícil que puedan terminar su formación educativa, tanto para la cosecha, trabajadores de la agricultura, etc.” expresó a Los Andes Gonzalo Navarro, delegado del Ministerio de Trabajo de la Nación en Mendoza. Y agregó: “esto se da por la urgencia del trabajo que hace que los horarios se vean condicionados. La escuela campesina es un formato de educación innovador que se adapta a los tiempos de los trabajadores rurales”.

Además, el funcionario destacó cuatro puntos importantes por lo que es fundamental el funcionamiento de esta institución: promueve el arraigo rural, la calidad educativa, inclusión social y la formación para el trabajo. Esta escuela es un CENS de gestión social para jóvenes y adultos en un encuadre con la ley Nacional de Educación. Se encuentra en la localidad de Jocolí, en Lavalle y actualmente la matrícula es de un total de 62 estudiantes. El título con el que se egresan está orientado en agroambiente y se encuentra encuadrado en el diseño curricular de jóvenes y adultos. Cursan dos semanas al mes de 8 a 18 y hacen talleres artes, de salud mental y percusión, entre otros. “Con esta no renovación se avanza sobre un problema estructural que tiene la provincia y lo profundiza el gobierno y la DGE. Provoca éxodo rural, el desempleo y las faltas de oportunidades. Es un avance discrecional sobre un proceso exitoso de educación”, agregó Navarro.

Por otro lado, también se expresó la directora del establecimiento educativo, Marta Greco, quien le dijo a Los Andes: “esta situación no solo sucede con la escuela campesina, ya que se han cerrado más de 20 centros de jóvenes y adultos. Hay que pensar en nuevos formatos educativos para seguir con la trayectoria educativa y que todos tengan derecho a completar sus estudios y tener su título. La DGE se encarga de garantizar las funciones de 7 docentes y un directivo. Aun así, la escuela campesina decidió continuar con la actividad para aquellos estudiantes que eligen estudiar ahí por su particularidad dinámica y su funcionamiento escolar”. Hasta el momento, la Dirección General Escuelas no se ha comunicado con la institución y no han tenido una convocatoria para dialogar.

“Queremos que se conozca la realidad del ámbito rural”, aclaró la mujer. “En un país donde una de sus bases siempre fue la producción de alimentos, la soberanía alimentaria y el desarrollo rural, de allí surgió esta escuela. Hoy en día sucede que los jóvenes de las zonas rurales se van ya que no hay muchas alternativas por las políticas públicas. Hay que demostrarles a los jóvenes que se puede vivir dignamente en el campo. El gobierno tiene que conocer la realidad en la que se vive y hay que atender las necesidades de la gente”, concluyó.

La DGE ya tenía la decisión tomada de rescindir el convenio con la escuela desde el pasado 28 de diciembre de 2020. Sin embargo, ante la situación de pandemia en aquel año, decidieron “postergar el seguimiento del funcionamiento del CENS, hasta regresar a la actividad escolar presencial”, expresaron desde el gobierno escolar. Explicaron que esta medida se tomó luego de detectar la persistencia de irregularidades en varios aspectos que fueron detallados: El incumplimiento del diseño curricular previsto. La directora no reúne los requisitos para desempeñarse en el cargo conforme a la normativa vigente. No se efectúa adecuadamente la carga en el sistema de Gestión Educativa Mendoza. La implementación de alternancia o semipresencial, no cumple con la carga horaria curricular prevista. Algunos de los estudiantes que acuden al establecimiento no tienen completa la información de registro escolar.

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