La Reina de San Martín, Nazarena Nicosia, nativa de Buen Orden, un pueblo de 10.000 habitantes dedicado mayoritariamente a la actividad rural y a la cosecha de uva, se puso al frente de una campaña para reunir alimentos, ropa y calzado luego de la tormenta de granizo que azotó a la localidad en la madrugada del jueves.
A través de la comisión de Vendimia, la joven organizó una movida junto con Graciela Garro, también integrante de ese grupo, para sortear la contingencia que afectó a varios vecinos.
“Junto con Nazarena, una persona incondicional en Buen Orden, estamos pidiendo todo lo que la gente pueda donar tras esta tormenta que, si bien duró media hora, con su mayor impacto durante 7 minutos, dejará consecuencias muy duras para la localidad y sus trabajadores, la mayoría de clase media-baja”, indicó Garro a Los Andes.
La contingencia climática comenzó en la noche, aunque fueron siete minutos los más complicados. Afectó numerosas plantaciones de uva, durazno y tomates.
“En cuanto a la uva, que solo le faltaba color, la destruyó por completo y la que queda se echará a perder. Fue algo muy duro y triste para todo el pueblo que prácticamente vive esta actividad. Solo esperamos que tengan la posibilidad de cosechar en otros lugares”, se esperanzó.
Zapatillas, medias, ropa de niños y adultos, colchones, frazadas, sábanas y mercadería, además de materiales para la construcción son las prioridades, según dijo.
“Se ve un poco de hojas y racimos en algunos sectores, pero eso se terminará secando. Además, los pocos racimos que quedan colgando están destruidos, por lo que también se estima que caerán al piso en breve. Calculamos que las pérdidas son entre el 80 y el 100 por ciento”, indicó la mujer, para agregar que no es la primera vez que se desata una tormenta de esta naturaleza en esa época del año.
Francisca Vera vive en pleno centro de Buen Orden y tiene unas 10 hectáreas de parrales a punto de cosecharse. En el lugar trabaja también su hermano y dos colaboradores.
Dijo que a las 22 comenzó lo peor. Según los vecinos, comenzó en Medrano, pasó por Junín y luego por Buen Orden. De allí a Ramblon.
“Apenas empezó todo salí a ver qué pasaba y empezaba a caer la piedra. Suele suceder a esta altura del año, solo que en algunas oportunidades uno se salva. Estamos acostumbrados y trato de no angustiarme”, dijo la mujer.
Agregó: “Creo que no se salvó nada. Por ahora tengo que esperar, no queda otra. Que pasen un poco las horas y ver qué sucede con los racimos.
Cómo colaborar
En la misma delegación de Buen Orden se pueden acercar las donaciones o bien contactarse a los teléfonos: 2634 53-4182 (Graciela Garro) o 2634 67-8114 (Nazarena Nicosia, Reina de San Martín).