Julieta Montenegro tiene 18 años y toda la vida estuvo muy ligada a los caballos. Los amó desde muy niña y luego su padre, que pertenece a la Policía Montada, comenzó a llevarla los domingos para que siguiera en contacto con estos animales nobles y hermosos.
Fue así que a los 12 años comenzó a tomar sus clases de equitación criolla en la cabaña El Rincón de los Pimientos, ubicada en Las Heras, sin imaginar que días atrás iba a recibir una de las mejores noticias de su vida.
Es que “July”, quien ya integra el ránking nacional, quedó seleccionada para participar de la Gran Copa Femenina Nacional en Palermo organizada por la Asociación Criadores de Caballos Criollos. Lo hará en la disciplina de aparte campero el próximo 2 de abril.
“El aparte campero es una disciplina que se corre en trío y se trata de encerrar tres vacas en un tiempo mínimo de un minuto 30 segundos”, relata Julieta a Los Andes, emocionada, mientras repite que todavía se siente “en las nubes”.
Julieta representará a su cabaña lasherina en el predio rural más importante y emblemático del país. Las restantes participantes son Silvana Paola Díaz, Abril Araya y Ana Paula Montes, todas de la zona Este de la provincia.
Se trata de una competencia exclusivamente integrada por mujeres y, en este caso, participarán las mejores 24 amazonas del país elegidas por mérito y teniendo en cuenta los tiempos alcanzados en el aparte.
“Los domingos a la mañana el mejor programa de mi vida era ir con mi papá a su trabajo para estar en contacto con los caballos. Me acercaba cada vez más y empecé a amarlos sin darme cuenta. Así fue como, tiempo después, en una fiesta de la tradición realizada en Junín, me presentó a los dueños de la cabaña El Rincón de los Pimientos y nunca más me fui. Hago un gran sacrificio para tomar mis clases en esa escuela pero no me importa”, detalla.
Es que Julieta, quien nació el 12 de octubre de 2003 en el hospital Perrupato de San Martín, hoy vive en Isla Grande, en la ruta 60, casi en el límite entre Maipú y Junín.
“Tengo que tomar dos micros para llegar a la terminal de ómnibus y allí siempre alguien va a buscarme porque, de lo contrario, debería tomar cuatro colectivos. Sé que es mucha distancia pero sigo con la pasión intacta y el deseo de seguir aprendiendo y profundizando esta disciplina cada día más”, aclara.
“Todos los días se aprende algo distinto y en eso estoy, no quiero parar”, agrega, para señalar que se trata de su primera competencia con el ingrediente más importante: que se realizará en Palermo, “el lugar soñado por toda amazona”, según ella misma reconoce.
Esta jovencita define al caballo criollo como un animal noble y con gran prolijidad y capacidad para el deporte. También se muestra agradecida con su escuela de equitación, que se transformó en su lugar en el mundo: es una más de la casa, la alientan, estimulan e incluso la acompañarán a Palermo.
Compromiso y responsabilidad
Leonardo y Antolín Vergara, padre e hijo, sus entrenadores, definieron a Julieta como una persona que se toma la actividad con una gran cuota de compromiso y responsabilidad.
Fue en 2016 cuando esta jovencita de largo cabello oscuro y siempre enfundada en ropa gauchesca comenzó a tomar clases de equitación en El Rincón de los Pimientos. Su papá, que vive en La Paz, pasaba a buscarla por su casa y de allí partían a Las Heras para llegar a primera hora a la cabaña. Puntuales. Y así se comportó siempre, volcando paciencia y sacrificio.
“Estoy feliz y decidida a continuar con esto. Y he recibido la mejor recompensa: figurar en este ránking y en esta competencia que me enorgullecen. Con eso ya me alcanza”, concluye Julieta.
Hija de Raúl Montenegro y Sandra Terrero, Julieta tiene dos hermanos, Florencia y Martín. Actualmente realiza el preuniversitario para ingresar a la carrera de Gestión de Empresas en un instituto de Rivadavia dependiente de la UNCuyo. “Eso sí, a los caballos no los dejaré jamás”, finaliza.