Juan Agustín Maza: el protegido de San Martín que representó a Mendoza en el Congreso de Tucumán

Fue cercano al General y firmó por Mendoza, junto a Godoy Cruz, la Declaración de la Independencia. Pero su muerte fue trágica

Juan Agustín Maza: el protegido de San Martín que representó a Mendoza en el Congreso de Tucumán
Juan Agustín Maza

Juan Agustín Maza fue uno de los congresales que firmó la Declaración de la Independencia. Era mendocino, abogado, de familia monárquica. Pero el destino o los hilos políticos quisieron que llegara a un lugar para el que, en principio, no había sido elegido y que muriera en una emboscada sin llegar a conocer a su séptimo hijo. “Provenía de una familia de la burguesía local, que hacia 1810 como tantas otras, era contraria a la revolución”, cuenta Adriana Micale, historiadora y escritora, autora de un libro dedicado a su figura.

Parece que a los argentinos nos gustan las polaridades. En ese entonces la grieta de moda era estar a favor o en contra de los reyes. La familia de Maza tenía negocios de traslado y venta de esclavos entre el Río de la Plata -desde donde los llevaban hacia Mendoza y luego a Chile- y el Virreinato del Perú, donde eran vendidos. Su padre, además, había sido funcionario de la corona española.

“Lo interesante es que él rompe con el mandato de una familia anti-independentista. Cuando estalla la revolución, toma partido a favor pasando a integrar el círculo chico de San Martín”, cuenta la autora de Juan Agustín Maza:el congresal de la Independencia.

Maza nace el 4 de mayo de 1784 y murió el 11 de junio 1830. Estudia en la Universidad de San Felipe (Chile) la carrera de Cánones y Leyes (abogacía) y vuelve a 1809 a Mendoza, donde ejerce su profesión hasta la revolución de mayo.

La fortuna y la tragedia

A partir de 1814 comienza a dibujarse el camino que lo llevará, dos años después, a ser presidente del Congreso. En aquel momento llega el general San Martín a Mendoza, como gobernador intendente de Cuyo.

Sin embargo, este cargo le dura poco al padre de la Patria ya que en abril de 1815, por cuestiones políticas, el entonces Director Supremo Carlos María de Alvear decide deponerlo. “Fue tal la conmoción en Mendoza, que un grupo de vecinos se juntaron y refrendaron a San Martín en su cargo. Esto es un momento muy importante dentro del proceso revolucionario, y entre esos vecinos estuvo Juan Agustín Maza”, relata Micale.

Ese mismo año llega a Cuyo la orden de elegir electores que a su vez debían votar por los diputados que nos representarían en el Congreso de Tucumán. Maza queda como uno de los electores, que en junio eligen a los dos congresales que viajarían en nombre de Mendoza: Juan Ignacio Molina y Tomás Godoy Cruz.

Sin embargo, los hilos del destino tenían otros caminos tramados para Maza. “En septiembre, tras recibir los pliegos de la declaración que debían llevar a Tucumán, Molina presenta la renuncia y eligen a Maza en su reemplazo”. Según la historiadora, esta elección debió de tener la impronta de San Martín, quien envía a un grupo de representantes por las provincias de Cuyo con algo en común: todos habían estudiado en Chile, y conocían ese país. Para Micale, teniendo en cuenta que el General ya estaba armando los ejércitos para cruzar la cordillera, no fue un hecho fortuito.

“En Tucumán, el Congreso de Tucumán sesionaba todos los días excepto los fines de semana. Todos debían turnarse la presidencia y la vicepresidencia”, explica Micale. Esto llevó a Maza a ocupar la presidencia entre diciembre de 1816 y 1818.

A fines de 1818 Maza presenta la renuncia al Congreso y regresa a Mendoza, donde forma una familia con Lorenza Moyano, hermana de Juan Cornelio y perteneciente a un linaje ligado a la fundación de Mendoza junto a Pedro del Castillo 1561. Con ella tiene siete hijos.

Desde ese momento y por más de 10 años “se dedica a su profesión de abogado y se convierte en un miembro de la burguesía local”. Pero una vez más, un hecho fortuito determina el destino de Maza, encaminándolo hacia su trágico final.

“En 1830, el general Paz derrotó a Facundo Quiroga en Córdoba. Quiroga tenía mucho poder en la zona de Cuyo, por lo que su caída significó que acá fuera depuesto Juan Corvalán, con quien Maza estaba encolumnado”.

El excongresal hacía tiempo que estaba alejado de la actividad independentista, sin embargo decide acompañar a su amigo Corvalán en busca de ayuda para recuperar la gobernación de la provincia. “Viajan con un grupo de 400 hombres a buscar el apoyo de los indígenas, fundamentalmente de los hermanos Pincheira, que dominaban desde San Rafael y Malargüe hasta Neuquén y estaban vinculados con grupos Puelches y Pehuenches, pero fundamentalmente con los Araucanos por el lado chileno” detalla.

Sin embargo, las traiciones no solo se dan en el ámbito de la política.

Los Pincheira esperaban la comitiva, pero una serie de sucesos que involucran robo de caballos y víveres promovido por el cacique Coleto, terminan dejando a Corvalán y sus hombres a merced del sanguinario y vengativo cacique, quien (se desconocen los motivos) enojado con los Pincheira decide traicionarlos y asesinar a quienes iban en busca de ayuda.

“En un determinado momento este grupo de hombres se vieron concentrados en medio del desierto malargüino, en la zona de El Chacay. Los indígenas los rodearon montados a caballo y comenzaron a lancearlos” matando a toda la comitiva, entre ellos a Juan Agustín Maza. Luego de la gloria tucumana, la tragedia en Malargüe fue otra sorpresa que Maza no previó. Pero esta fue la última.

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