A partir del trabajo conjunto, Irrigación y el Colegio de Agrimensura de Mendoza inauguraron un nuevo punto del Proyecto PuGLE. Se trata de la georreferenciación del Dique o Toma de Los Españoles, en Luján de Cuyo, un hito en lo que será Los Caminos del Agua, del programa de Irrigación, Agua Patrimonio Cultural.
Del evento participaron el Superintendente Sergio Marinelli; el subdelegado del río Mendoza, Marcelo Landini; la Jefa de Gabinete, Marité Badui y la Asesora de Superintendencia, Marcela Andino. En tanto que por parte del CAM, su presidente y vicepresidente, Javier Oyhenart y Jonathan Izquierdo; su secretaria y tesorera, María Maldonado y Jorge Sesto, quien además coordina el proyecto PuGLE.
El acto incluyó además la firma de un convenio marco entre el CAM y el DGI para formalizar su relación institucional. Ambas entidades desarrollarán en conjunto una diplomatura sobre recurso hídrico, la demarcación del Camino del Agua y trabajos técnicos específicos afines a la agrimensura y el cuidado del agua.
A propósito de la inauguración Marinelli aseguró: “Hoy sumamos un socio estratégico con el que colaboramos y logramos presentar un nuevo punto georreferenciado de Mendoza, con el objeto de promover la revalorización de los sitios históricos y propiciar el desarrollo de una metodología de intervención que contribuya a la construcción y reivindicación de los vínculos con la comunidad, por medio de la ubicación de puntos que serán de interés y contribuirán a la resignificación histórica para sus pobladores”.
“Elegimos como primer punto a intervenir, el Dique o Toma de los Españoles, en Luján de Cuyo, declarado monumento histórico nacional. A través de la georreferenciación, los vecinos y quienes visiten la provincia podrán descubrir el bagaje histórico cultural del patrimonio, en éste caso íntimamente vinculado al agua”, agregó Marinelli.
El titular de Irrigación también felicitó al CAM “por la iniciativa y puesta en marcha de un proyecto que aúna cultura, educación, turismo y trabajo. Contar con la colaboración de los profesionales de la agrimensura para lo que será la demarcación del Camino del Agua suma fuerza para que durante el año que viene logremos desarrollarlo en un gran porcentaje”.
Para cerrar, Marinelli recordó que Mendoza “es una provincia donde el recurso hídrico escasea, por eso la importancia de generar eventos, información y obras que atiendan a su cuidado y uso responsable. Con este acto sumamos esfuerzos y trabajos para seguir fortaleciendo esos objetivos”.
Por su parte el titular del CAM, Javier Oyhenart, sostuvo que “una vez más el CAM puede subrayar la importancia de sus relaciones institucionales”. En este sentido, puntualizó: “Con el Departamento General de Irrigación, junto a Marinelli y nuestros equipos técnicos, esperamos desarrollar una serie de actos y actividades relacionadas a lo académico, a lo cultural y al trabajo de colaboración que podemos ofrecer nosotros como agrimensores”.
Además, indicó que “al proyecto PuGLE lo venimos sosteniendo y presentando con el apoyo del Ministerio de Cultura y la Cámara de Diputados, que lo han declarado de interés para nuestra provincia, pero también lo presentamos en FADA (Federación Argentina de Agrimensores) para que comience a tener rango nacional, ya que hay varias provincias interesadas en desarrollarlo en sus territorios”.
¿Por qué el Dique o Toma de Los Españoles?
El Colegio de Agrimensura de Mendoza junto al Departamento General de Irrigación revalorizan a través de su geolocalización a esta obra hidráulica construida a fines del siglo XVIII, por su valor histórico y cultural que simboliza siglos de esfuerzo por captar el agua necesaria para la vida y el crecimiento de la provincia.
Mendoza es un desierto, por eso su población, infraestructura y cultivos han necesitado siempre de la ingeniería hidráulica.
La Toma de los Españoles se construyó en la época colonial para racionalizar el caudal del río, evitar los aluviones de verano, aprovisionar a la ciudad y proveer de riego a los cultivos aledaños.
La ciudad de Mendoza se vio expuesta desde su fundación al problema de las crecientes estivales del Río Mendoza que ocasionaba graves perjuicios a pobladores y cultivos.
En 1785 el Cabildo de la Ciudad, apoyado por el gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, Marqués de Sobre Monte, decidió encarar la construcción de una obra hidráulica en el lecho del río en el punto donde “toma” el agua de la acequia que riega a la ciudad. Esta obra debía servir para racionalizar el caudal de las aguas del río, evitar los aluviones de verano, aprovisionar de agua potable a la ciudad y proveer de riego a los cultivos aledaños.
Luego de largas tramitaciones con la corona española, los recursos para la obra provinieron del cabildo y de los vecinos.
Después de varios intentos fallidos, debido a problemas en la administración, errores de cálculo y embestidas de la propia naturaleza, en noviembre de 1791 el Cabildo de Mendoza aceptó y dio por finalizada la obra, que fue seriamente dañada dos meses más tarde por las crecientes de verano.
Hasta 1798 se sucedieron varias reparaciones que no dieron resultado y se resolvió dar por terminados los intentos por rescatar la toma y puente de los españoles.
En 1989, los restos de la construcción fueron declarados Monumento Histórico Nacional, mediante decreto N° 325.
“Miremos pues hacia atrás, 200 años, y nos encontraremos con estos restos que traducen el firme propósito de aquella gente: querían lograrlo, no pudieron. No importa. Admiramos aquel tesón, aquellos esfuerzos, aquellas desazones, aquellas angustias” (discurso pronunciado en la obra, en 1983).