Las intensas precipitaciones pluviales producidas en varios puntos de la provincia afectaron a Mendoza de diferente modo. Desde el lunes se produjeron distintos inconvenientes a lo largo y ancho de la provincia como caída de árboles, filtraciones en viviendas, cables cortados y anegamientos en barrios.
La red de distribución de agua de Mendoza no fue ajena a las persistentes precipitaciones y en el sur de nuestra provincia se produjeron crecidas que tuvieron que ser contenidas a través de los diferentes mecanismos y herramientas que posee nuestro sistema de distribución y contención hídrica.
La jefatura del Río Malargüe se vio sobrepasada por los importantes caudales que llegaron a las inmediaciones del azud derivador Gobernador Blas Brísoli alrededor de las 4 de la madrugada de este martes. El Jefe de Zona de la cuenca malargüina, Jorge Fernández, explicó que: “en virtud de esta alarma de creciente se activó el protocolo y se realizaron las maniobras de compuertas a medida que el escurrimiento del río aumentaba. Desde el domingo a la noche comenzó a llover: primero con una lluvia suave que luego pasó a chubascos de mediana intensidad y culminó con fuertes lluvias este martes. Por lo tanto, se generó una crecida que fue contenida rápidamente por los diqueros”.
La rápida intervención de operarios del dique evitó el ingreso de caudales no deseados al canal matriz Cañada Colorada, lo que hubiese generado un verdadero inconveniente, sobre todo, porque la Inspección de este canal se encuentra actualmente trabajando con dos secciones en todo su recorrido. Por su parte el personal de la Inspección de Cauce Canal Cañada Colorada se trasladó rápidamente al comparto del Canal Las Chacras, y de ese modo evitó el ingreso masivo del agua a los usuarios.
El temporal tuvo su mayor intensidad en la zona suroeste, donde se ubican varios afluentes del Río Malargüe. Durante las primeras horas de la madrugada de hoy, alrededor de las cuatro, momento en que personal de guardia del Departamento General de Irrigación comenzó a realizar maniobras en las compuertas del Dique Derivador Blas Brisoli, infraestructura hídrica situada a unos 12 kilómetros de la ciudad.
El caudal del río se quintuplicó en pocos minutos y el nivel del agua se mantuvo constante hasta las primeras horas de la tarde de ayer. En promedio el Río Malargüe posee un caudal durante el mes de febrero de escasos 3 metros cúbicos por segundo, y se estima que en las primeras horas de ayer la crecida transportó unos 18 metros cúbicos por segundo, y cerca del mediodía entre 12 y 15 metros cúbicos, lo que produjo un fenómeno pocas veces visto en la zona.