El piedemonte mendocino es una de las zonas más distintivas y autóctonas al momento de analizar en detalle los distintos paisajes mendocinos. Sus características geográficas y topográficas y su ecosistema lo convierten en una de las áreas más importantes a lo largo de todo el Gran Mendoza, y una “puerta de entrada” de cara a la imponente Cordillera de los Andes.
Entre tantas particularidades que tiene el piedemonte mendocino, una de las más llamativas tiene que ver con el ordenamiento territorial. Durante décadas, la falta de controles y el desmanejo de la zona llevó a que proliferaran todo tipo de construcciones en el lugar; desde humildes y precarias casas hasta elaborados desarrollos inmobiliarios. Y, aunque en los últimos años el Estado parece haber tomado la decisión de controlar y poner la lupa sobre esta área -suspendiendo incluso muchos de los proyectos-; es mucho lo que resta por hacer.
Por esto mismo es que una original herramienta propuesta y en la que ya está trabajando una investigadora de la UNCuyo asoma como un trabajo complementario; sobre todo en lo que hace al valor agregado (subjetivo) de los distintos parajes del piedemonte. Se trata de un mapa colaborativo, del que los mendocinos y las mendocinas pueden participar en su confección agregando -por medio de un paseo virtual- todos aquellos lugares que tienen un significado especial para ellos.
“Elegí el piedemonte para este trabajo porque, durante años, fui docente de la materia Diseño del Paisaje. Y el del piedmeonte es un ecosistema y un paisaje que me interesa, y que lo venimos trabajando desde hace años; principalmente por todo lo que implica y significa. Es un ecosistema, un paisaje y un ámbito muy estudiado. Entonces, creí que era una muy buena oportunidad para poder aplicar los conocimientos en el paisaje. Es como una devolución gratificante”, destacó la investigadora que encabeza el proyecto, María Marta Tonda.
“El año pasado salió un proyecto para declarar al piedemeonte como área natural protegida, y me pareció una oportunidad excelente para tratar de rescatar las voces de los mendocinos y las mendocinas sobre esta zona; es el momento justo para poder aplicar estos contenidos e incluir la opinión y apreciación de las personas en las decisiones que se tomen en el lugar”, agregó la impulsora.
Mapa colaborativo
María Marta Tonda es profesora de Diseño del Paisaje en la carrera de Arquitectura de la UNCuyo y -además- investigadora especializada en temas vinculados justamente al paisaje. En la actualidad está completando sus estudios doctorales en la Universidad de Girona (España). Y es la impulsora de este original mapa colaborativo que ya empezó a ser confeccionado con la participación de la propia ciudadanía.
“El mapa apunta a ser una representación de nuestros valores e intereses en relación al paisaje, basados en valores y percepciones comunes”, explicó Tonda, quien -además- es ingeniera agrónoma. La investigadora eligió el área del piedemonte al considerarla como un ecosistema que “despierta muchos y variados intereses”; desde lo ambiental, social, cultural, público y privado; y que posee un rol fundamental en la comprensión y relación con la naturaleza. Y lo novedoso de involucrar a toda la sociedad en la construcción del paisaje mendocino radica en convertir al propio ser humano en un actor clave y activo de la protección, cuidado y evolución del piedemonte.
“Queremos generar un mapa colaborativo como un espacio de participación, donde todos somos protagonistas del paisaje que construimos en comunidad; comenzando por conocer y reconocer aquello que nos une a nuestro paisaje. Es decir, esos lugares que nos hacen sentir bien, que nos conectan con la naturaleza o que tienen un significado especial y por ello queremos cuidar, conservar y compartir. Nuestro objetivo es que toda esta información pueda incluirse a la hora de tomar decisiones de gestión y planificación sobre el territorio” resaltó Tonda.
Cómo ser parte del mapa
Para poder aportar y ser parte del mapa colaborativo, los interesados y las interesadas deben acceder a este link. Allí está disponible un video explicativo sobre el proyecto, mientras que el link directo al mapa es este. Aquí, los interesados y las interesadas podrán completar su formulario y agregar los puntos elegidos.
Todos los datos que sean recopilados serán la materia prima con que se confeccionará el mapa definitivo y que mostrará las preferencias de quienes participan ()qué paisaje quieren, perciben, valoran y proyectan).
Este proyecto de mapa colaborativo surge como parte de a tesis de la investigadora, “Paisaje, bien común y servicios ecosistémicos culturales. Procesos y afecciones en los bordes del oasis mendocino”. El trabajo está enfocado en aquellos valores intangibles del paisaje; es decir, aquellos elementos que hacen a la cultura, la estética, la ética, el bienestar, la identidad.
Hasta el momento han participado cerca de 70 personas, y se han identificado la misma cantidad de puntos. El objetivo es que la convocatoria participativa esté abierta durante entre dos y tres meses, para sumar la mayor cantidad de participantes posibles. “Estos valores muchas veces no son tenidos en cuenta cuando se toman decisiones de gestión territorial, y en esta investigación creemos que son tan importantes como los valores ambientales y económicos, por ejemplo. Buscamos incorporar visiones participativas, democráticas e inclusivas y, por qué no, nuevos significados”, concluyó.
Cómo sigue
Una vez que se cumpla el plazo de participación (que estará directamente vinculado con los tiempos de la tesis de la autora), la intención de Tonda es plasmar los resultados en un nuevo mapa que incluya estas percepciones representadas y vinculadas con elementos del paisaje. “Es una nueva forma de entender el territorio a partir de percepciones de la gente, y esto va a quedar plasmado en un nuevo mapa. La idea es que también esté disponible para quienes toman decisiones sobre el territorio. Porque va a ser un mapa que refleja todo lo que la gente ve, percibe y lo que significa el piedemonte y su paisaje. La idea es que se tengan en cuenta estos nuevos elementos que, por lo general, no se tienen en consideración para la toma de decisiones”, resaltó.
Dentro del formulario, los participantes pueden dejar su mail para que -una vez concluido el trabajo-, la investigadora comparta con la ciudadanía los resultados.
