Sociedad
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hace 1 hora
Una mujer de 46 años, de General Alvear, fue la primera paciente adulta en recibir un implante coclear tras ser sometida a una compleja intervención en el Hospital Lagomaggiore. La operación se practicó el martes pasado en el centro asistencial ubicado al oeste de la Ciudad de Mendoza y, más allá de que se trata de un procedimiento por demás costoso; se gestionó la cobertura a través de la Nación. Por esta razón, no tuvo costo alguno para la paciente.
El equipo que realizó el implante de manera exitosa estuvo integrado por los cirujanos Simón Ponce, Eduardo Di Filippo, Guillermo Stipech, Víctor Stipech; y fue supervisado por el jefe de Servicio de Otorrinolaringología, Julio Cacciavillani. Y los responsables de la intervención destacaron que se trata de una intervención que mejorará considerablemente la calidad de vida de la paciente.
“Este es un trabajo interdisciplinario que lleva tiempo y esfuerzo, en el que intervienen profesionales del Servicio de Fonoaudiología, Trabajo Social y de Psicología, para definir los candidatos a través de un abordaje. En este caso, se decidió colocar el implante a esta paciente hipoacúsica de 46 años, debido a que los audífonos que usaba ya no tenían rendimiento, por ello la alternativa que se resolvió fue la cirugía”, resumió Ponce. El especialista resaltó además el trabajo en equipo de todo el Hospital Lagomaggiore.
Cómo funciona el implante coclear
Según especificaron los profesionales, el implante consiste en un dispositivo que consta de dos partes: interna y externa. La primera es la que se coloca por medio de la cirugía, e incluye un receptor estimulador que se sitúa detrás de la oreja, y cuenta con un electrodo que va dentro de la cóclea. Éste reemplaza las células dañadas del oído interno, y va a estimular eléctricamente el nervio auditivo.
El segundo componente, en tanto, es el externo; que transforma el sonido en energía eléctrica y emite una señal a la parte interna que estimula el nervio auditivo.
Luego de un tiempo estimado de un mes de recuperación -donde se realizan controles de la evolución-, se coloca al paciente la parte externa y se calibra para que comience a recibir la señal eléctrica encargada de transmitir la Información codificada al cerebro.
