Cada 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), una ocasión para concientizar sin prejuicios sobre estas enfermedades poco conocidas y que afectan a unas 22 mil personas en Argentina.
La EII engloba la Enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la colitis indeterminada, todas ellas enfermedades autoinmunes que causan inflamación crónica en los tejidos del tracto digestivo.
El diagnóstico de estas enfermedades puede ser complicado debido a los síntomas inespecíficos que presentan, como aumento de la frecuencia evacuatoria intestinal, diarrea persistente, dolor abdominal recurrente, moco y sangrado en las heces, lesiones perianales, pérdida de peso, fiebre, vómitos y, en casos de niños y adolescentes, retraso del crecimiento y maduración.
Estos síntomas, en muchos casos, generan pudor o vergüenza en las personas afectadas, lo que dificulta la búsqueda de ayuda médica y retrasa el diagnóstico adecuado.
Médicos expertos reunidos en el Grupo Argentino de Crohn y Colitis Ulcerosa (GADECCU) destacan la importancia de un diagnóstico temprano para combatir rápidamente la inflamación y evitar complicaciones a largo plazo.
En este sentido, la Fundación Más Vida de Crohn & Colitis Ulcerosa ha creado herramientas para facilitar la sospecha diagnóstica, como un “Comprobador de síntomas” en su página web, que permite a las personas identificar los signos y síntomas de la enfermedad y acceder a un mapa de profesionales y centros especializados.
El manejo de la EII ha evolucionado en los últimos años, pasando de buscar la mejora de los síntomas recurrentes a objetivos terapéuticos más ambiciosos, como la modificación duradera del curso de la enfermedad y la mejora sustancial de la calidad de vida del paciente.
Aunque existen tratamientos tradicionales, se ha hecho hincapié en la importancia de las terapias innovadoras que actúan con diferentes mecanismos de acción. Además, se espera que en el futuro aparezcan más tratamientos que se encuentran en las fases finales de investigación.
A pesar de los avances, los pacientes aún enfrentan dificultades para sostener un tratamiento a largo plazo, superar el desconocimiento y enfrentar las barreras del sistema de salud. Muchos pacientes encuentran obstáculos para acceder a los medicamentos necesarios y a los estudios de control y seguimiento, lo que puede llevar al abandono de los tratamientos y, en última instancia, a la discapacidad.