Ahí se los ve pasar, con sus ambos y guardapolvos, con su semblante agotado y las marcas de los barbijos que permanecen en su piel. Después de horas de trabajo que parecen interminables y un flujo de pacientes que no para de crecer. Viven cubriendo a compañeros que se enferman, continuando las tareas desde su casa y luchando una batalla que parece lejos de terminar.
Son ellos: terapistas, infectólogos, clínicos, epidemiólogos, virólogos, kinesiólogos, enfermeros, camilleros, técnicos, entre otros trabajadores que se formaron por años en el rubro de la salud, pero nunca imaginaron vivir una crisis sanitaria de semejantes dimensiones. Con casos diarios que se incrementan y un sistema al límite, le ponen el cuerpo pesar de la falta histórica de reconocimiento salarial.
Los primeros en esta larga lista son los terapistas, que días atrás fueron mencionados por el gobernador Rodolfo Suárez. Son apenas unos 200 en la provincia y se encargan de los pacientes que cursan la Covid-19 con gravedad. “Hace poco tiempo que terapia intensiva es una especialidad en la que hay que hacer residencia”, contó Leonel Bellene, médico terapista que hoy cumple tareas en tres hospitales de la provincia. “Es una especialidad que se elige poco, porque conlleva mucho estrés, es muy cruda y siempre dependés de un hospital”, continuó. Además remarcó que es una de las que peor se paga.
En terapia están acostumbrados a tratar con complicaciones de diferentes especialidades, pero por el Sars-Cov-2 hoy están abocados casi exclusivamente a lo respiratorio. “Pocas veces tuve tantos pacientes conectados a un respirador”, compartió. De todas formas, destacó que desde allí tratan de utilizar distintas estrategias para no llegar a esta instancia. “Cuando se intuba se intenta darle descanso al pulmón, pero después hay que despertar a la persona y sacarla, lo que depende de sus comorbilidades, entre otras variables”, explicó el profesional.
Al estar en contacto con el virus y realizar maniobras que maximizan la aerosolización, los cuidados que tienen son extremos. “Ahora es cuando más te tenés que cuidar”, subrayó.
En el intento de sacar adelante a los pacientes de terapia intensiva se trabaja codo a codo con enfermeros especializados y kinesiólogos respiratorios. “En sí, el kinesiólogo se encarga de la parte respiratoria, tanto del ventilador como del manejo de secreciones”, detalló Joaquín López, residente de kinesiología general del hospital Lagomaggiore, por estos días, abocado totalmente a Covid-19. “Al controlar las secreciones y la higiene bucal se evita que las bacterias pasen a la parte respiratoria y se reinfecte el pulmón”, destacó.
Esta especialidad de la kinesiología tampoco es muy conocida, ni elegida entre sus colegas. “Muchos se han tenido que capacitar en la parte respiratoria porque está todo dedicado a la pandemia”, aseguró el experto. Para él, por estos días ya se empieza a notar el agotamiento. “Se libera una cama y no pasa media hora que entra otro paciente, no hay momento que estemos con mitad de ocupación”, comentó.
Pacientes moderados
La especialidad clínica también juega un papel muy importante en el tratamiento de la Covid-19. Estos profesionales están en su mayoría abocados a tratar pacientes de moderados a severos que no necesitan ventilación mecánica. “En esta pandemia nos encargamos de los que están internados”, contó Vanesa Vollmer, médica clínica del Hospital Militar. También relató que a veces les toca estar en las guardias o en las terapias.
En su caso se encuentra cubriendo la sala común de Covid. “Tengo pacientes que requieren atención, según su gravedad. Nuestro objetivo es que resuelvan la infección y no empeoren, para que no requieran terapia intensiva”, subrayó la profesional. Como sus colegas, ella se encuentra centrada al 100% en su trabajo. “Todo el día estamos pensando en los pacientes y tratando de hacer las cosas rápido para que reciban lo más rápido posible lo que necesita”, aseguró.
Otra especialidad que pasó a ser muy requerida durante la pandemia es la infectología, que también cuenta con pocos referentes. “Es de segundo nivel. Primero hay que hacer la residencia clínica y después la de infectologia”, explicó Noelia Linero, infectóloga que trabaja en el hospital El Carmen. Ella además realizó una subespecialidad en control de infecciones, que ha sido clave en este contexto. “En el hospital trabajamos todos los días las 24 horas del día. Aún en nuestras casas porque nos llegan resultados y datos durante la noche”, precisó la médica.
Hoy su tarea no está tan centrada en el tratamiento “sino en actuar rápidamente para bloquear los contactos de los positivos para que no se disperse la infección”, precisó la profesional, quien detalló que este rol es más cercano a lo epidemiológico. Y comentó que también se dedican a capacitar a los colegas. “Está complicado el panorama, tenemos cada vez más trabajo. Estamos al límite como sistema de salud, no ha colapsado todavía pero estamos saturados en cuanto a la capacidad de respuesta”, observó.
Codo a codo
En los hospitales también le dan pelea a la pandemia otros trabajadores como administrativos, personal de limpieza, técnicos, enfermeros, que cumplen un rol esencial. “El esfuerzo se hace diariamente y casi las 24 horas”, aseguró el enfermero Orlando Pardo, dedicado al control de infecciones en el Hospital Italiano y en el Universitario. “Las horas que salgo de mi casa rondan las 16 diarias, no hay fin de semana , no hay feriado, no hay noche tranquila”, relató. Actualmente su tarea está centrada en las normas institucionales de bioseguridad. “Realizamos capacitaciones, controlamos procesos y revisamos normas del hospital para que todo funcione correctamente”, precisó. Para esta tarea entra en contacto con los pacientes dentro de las habitaciones y fuera con todo el personal y los familiares. “La complejidad es bastante alta en todos lados y lo que más pesa es dejar tantas horas a la familia”, manifestó.
La importancia del diagnóstico
Como los síntomas del Sars-Cov-2 son similares a otras enfermedades respiratorias, es fundamental el diagnóstico preciso. En esta instancia cobran importancia los tests PCR, realizados por virólogos, bioquímicos y técnicos de laboratorio. Estos profesionales han visto multiplicado sus trabajos y cada vez se realizan mayor número de determinaciones. Son tests cuyo procesamiento presenta gran complejidad y que debe hacerse siguiendo un cuidadoso paso a paso.