El fiscal imputó por usurpación de inmueble al matrimonio que vive en un lote comprendido en las tierras que Abel Pintos compró en Mendoza. Los imputados dicen tener título de propiedad del lugar.
Imputaron por usurpación a quienes viven en las tierras que compró Abel Pintos en Lavalle. Foto: Gentileza Radioi Tierra Campesina
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Alberto “Tito” Angulo (34) y su esposa Yésica Ferreyra (33) fueron imputados por usurpación durante la mañana de este miércoles y por disposición del fiscal Juan Carlos Alessandra. Se trata del matrimonio que, junto a sus cuatro hijos, vive en un lote incluido en los terrenos que el artista Abel Pintosy un socio compraron en Lavalle a fines del año pasado y con el objetivo de ampliar su emprendimiento agrícola y educativo, con eje en los frutos secos y olivos.
Según destacan los hoy imputados por "usurpación de inmueble", en febrero de 2024 ellos compraron un lote de 1.500 metros ubicado en el distrito lavallino de San Francisco y tras encontrar en Facebook una publicación que lo ofrecía a la venta. De hecho, Angulo y Ferreyra tienen en su poder la documentación que los vendedores -identificados con las iniciales RNM y RRM, padre e hijo- les entregaron en calidad de título de propiedad.
No obstante, estos 1.500 metros se encuentran comprendidos dentro de las 93 hectáreas que Pintos y su socio, Marcelo González adquirieron a fines del 2024 y a través de una operación que concretaron con quienes serían los auténticos propietarios de esas tierras. En ello se basa Alessandra para imputar por usurpación al matrimonio.
Con esta reciente medida judicial en la que el fiscal responde a la denuncia que sostiene que el matrimonio forzó un portón y usurpó el lote, el desalojo de la humilde familia asoma como algo inminente (deberían hacerlo en los próximos 5 días). Y es algo que desvela a Tito, a Yésica y a los niños.
En cuanto a la autenticidad del documento que a la familia le entregaron en febrero del año pasado como título de propiedad cuando adquirieron el lote, es la Justicia quien deberá resolver -en una causa independiente- si fueron falsificados, y si RNM y RRM estafaron a Angulo y Ferreyra al venderles un terreno del que, aparentemente, no eran propietarios.
En junio de 2023, Alberto “Tito” Angulo, quien se ha dedicado toda su vida a trabajar en la construcción, sufrió un accidente laboral. Como consecuencia, perdió parte de un dedo de la mano derecha.
A raíz de este episodio, cobró una indemnización y no dudó en buscar un terreno para concretar el sueño de construir su casa propia.
“Buscando en Facebook dimos con la publicación de dos personas, un padre y un hijo que ofrecían lotes en Lavalle. Nos pusimos en contacto, fuimos al lugar, lo vimos y nos pareció un lugar muy lindo y muy tranquilo”, repasó Angulo en diálogo con Los Andes hace unas semanas y al reconstruir el momento en que compraron el predio donde viven hoy y que ha quedado en el foco del conflicto.
Un hombre identificado como RNM y su hijo RRM (se los menciona con siglas ya que la causa está en la Justicia) fueron quienes les dijeron ser los dueños de ese loteo y hasta presentaron un documento con el presunto título de propiedad a su nombre. Así fue como en febrero de 2024, "Tito" Angulo y Yésica Ferreyra concretaron la compra a los supuestos dueños.
“Entre fines de abril y principios de mayo 2024 empezamos a levantar una casita. No nos queríamos ir todavía, pero el alquiler donde estábamos se hizo impagable, Entonces nos instalamos acá, ya con la idea de empezar a construir la casa con materiales en enero de este año”, recapituló Angulo.
El conflicto recién salió a la luz cuando Abel Pintos y su socio, Marcelo González, adquirieron las 93 hectáreas, entre las que se encuentra comprendido el lote donde vive la familia Angulo Ferreyra.
Pintos y González adquirieron estas parcelas con intenciones de producir pistacho y olivos en tierras lavallinas. Pero, a diferencia de Angulo, ambos inversores concretaron la operación con otros propietarios, quienes aseguraron ser "los verdaderos dueños" de esas tierras (y que nada tienen que ver con el padre y el hijo con quienes el matrimonio concretó la operación).
“Abel Pintos y Marcelo González compraron el campo en buena fe, nosotros tenemos los papeles y desconocíamos toda esta situación. Si a quienes viven en el lugar los engañó otra persona, tendrán que ir a la Justicia", destacó hace días el ingeniero agrónomo a cargo del proyecto de producción, Fernando Lapolla a Los Andes.
“Le hemos dicho al intendente que intervenga para resolver esta situación cuanto antes. Porque es evidente que han engañado a otra persona, y da bronca que quien vendió esas tierras sin tener nada que ver con el terreno esté absolutamente identificado, ¡pero no se ha intervenido!”, lamentó.
“Lo que menos queremos nosotros es tener problemas. Y, ante el más mínimo, nos vamos de Lavalle y alguien tendrá que explicar por qué no nos quedamos. Lo único que queremos es potenciar la zona, y este proyecto va a dar trabajo, además de enseñar”, continuó el ingeniero agrónomo.
El 2 de noviembre de 2024, como parte de la Fiesta Nacional del Sol, Abel Pintos se presentó en San Juan. Aprovechando la cercanía de la vecina provincia con Lavalle y unas tierras que a él y a González les habían despertado interés, fue Lapolla -trabaja con los socios en este emprendimiento productivo- quien viajó hasta el departamento mendocino para conocerlas.
Ya en ese primer recorrido, en la víspera a concretar la compra, el ingeniero agrónomo se cruzó con un par de personas que estaban instaladas en el lugar. No obstante, sostuvo que desconocía la situación de esa gente, al tiempo que los socios concretaron la compra del lugar. Y lo hicieron con los "otros" dueños de ese predio privado.
"Desde hace años ya la Municipalidad de Lavalle pone carteles en los accesos al departamento advirtiendo a cualquier persona que, antes de comprar un terreno, averigüe en catastro las condiciones y toda la información", explicó el secretario de Desarrollo Local de Lavalle, Juan Jaime.
En ese sentido, el funcionario resaltó que Angulo y su familia deberían accionar judicialmente contra RNM y RRM, ya que -aparentemente- ellos les habrían vendido un terreno que no sería de ellos. Y agrega que allí la comuna no tiene injerencia.
"Esto viene desde hace varios años y es algo que ocurre en todos los departamentos, no solo en Lavalle. Hace unos años, Catastro generó un expediente para avisar a los dueños registrales de un determinado terreno que están siendo ofrecidos a la venta por terceros y de forma espuria", destacó el funcionario.
En Mercedes, Provincia de Buenos Aires, Abel Pintos y Marcelo González tienen un emprendimiento que lleva por nombre “La Matera”, y que es encabezado por el ingeniero agrónomo Fernando Lapolla.
“Es un proyecto de frutos secos y vivero, y hay un lugar que es un aula donde se enseña a los chicos tareas relacionadas con el agro y el medio ambiente, entre otras cosas”, explicó Lapolla a Los Andes.
Hace 4 años nació este proyecto enfocado en frutos secos, mientras que hace 3 años hicieron la primera plantación de nuez pecán en el lugar.
“Abel es un apasionado de la biología, el campo y la enseñanza. Y a partir de esta linda experiencia de ‘La Matera’, empezamos a pensar en hacer algo en otra región, y nos gustó Cuyo (Mendoza y San Juan)”, recapituló el ingeniero agrónomo.
La decisión de adquirir estas tierras de Lavalle se basó en algunas ventajas estratégicas del sitio, como el contar con derecho a agua, la proximidad con la ruta y la cercanía con el aeropuerto de Mendoza
“En Mendoza, estamos en etapa de proyecto, trabajando con viveros. Todo va a estar centrado en la producción de pistacho, además de una pequeña porción de olivos”, concluyó Lapolla.
